Decenas de autobuses entran en Raqqa para que los yihadistas atrapados puedan huir

Raqqa
Un terrorista del autodenominado Estado Islámico, por las calles de Raqqa.

Decenas de autobuses han entrado en la ciudad de Raqqa para evacuar a los yihadistas de Estado Islámico que permanecen todavía en la localidad, en un indicio de que la «capital» del autoproclamado Estado Islámico está a punto de quedar liberada, según ha podido constatar la red de activistas del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

Hasta hace dos días estaban atrapadas en la ciudad unas 8.000 personas, muchas de ellas rehenes de la organización terrorista, que se había atrincherado en el estadio y en un hospital frente al avance de las Fuerzas Democráticas Sirias — una coalición árabekurda, aliada de Estados Unidos — que comenzaron en junio la batalla para liberar la ciudad.

Esta misma mañana, un portavoz de las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG) aseguraba que la ciudad sería liberada en un plazo máximo de 48 horas. «Las batallas continúan en Raqqa. Estado Islámico está a punto de acabarse. Hoy o mañana la ciudad podría ser liberada», ha declarado Nouri Mahmoud.

Poco antes del anuncio del portavoz, varios testigos han visto cómo un pelotón de autobuses — docenas, según estos observadores — entraban sin ningún tipo de peligro en la ciudad, procedentes de la campiña septentrional. Para los activistas del grupo civil «Raqqa está siendo masacrada en silencio», se trataría de un indicio de evacuación masiva.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha alertado de que al menos 8.000 personas permanecen atrapadas en esta ciudad, conquistada por los yihadistas en 2014, y donde ahora Estado Islámico está atrincherado en dos puntos en particular: el estadio de la ciudad y el hospital anexo, donde según las YPG mantienen como rehenes y escudos humanos a cientos de personas.

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