El Ejército iraquí conquista uno de los últimos cuatro barrios de Mosul en manos del ISIS

Mosul-Estado Islámico-Irak
Soldados de las fuerzas de elite iraquíes en las calles de Mosul (Foto: AFP).

Las fuerzas iraquíes se han hecho este viernes con el control del barrio de Sihha, uno de los últimos cuatro distritos que la organización terrorista autodenominada Estado Islámico (ISIS) mantenía bajo su control en la ciudad iraquí de Mosul.

En la parte vieja de la ciudad quedan ya sólo menos de 500 yihadistas atrincherados en torno la mezquita de Al Nuri, donde el líder del grupo, Abú Bakr al Baghdadi, declaró el «califato» de la organización en 2014.

Ahora, el control del grupo se extiende al centro de la Ciudad Vieja, densamente poblada de civiles y los barrios de Zanjili y Al Shafa, esta última la disputada «ciudad de la medicina» de Mosul, para un total de 10 kilómetros cuadrados de territorio.

En Zanjili se han registrado en las últimas horas cruentos combates que han arrojado un saldo de siete civiles muertos y 23 heridos por bombardeos de Estado Islámico contra una operación de desalojo de civiles por parte de las fuerzas iraquíes, que han conseguido rescatar del barrio a 14 familias en las últimas 24 horas, según la Policía de Irak.

Un día antes, el miércoles, el Servicio Antiterrorista del Ejército consiguió sacar con vida de ese barrio a unas 380 personas, según Iraqui News, para impedir que los yihadistas les emplearan como escudos humanos.

La población civil, entre el fuego cruzado

La ONG Acción Contra el Hambre (ACH) ha denunciado este viernes en un comunicado que la población civil de Mosul está en riesgo por el enfrentamiento de las fuerzas iraquíes contra el Estado Islámico y ha instado a las partes en conflicto a proteger a la población.

«El agua potable se está acabando y no queda casi comida. Moverse para encontrar asistencia, supone poner en peligro sus vidas, corren el riesgo de convertirse en blanco de los disparos», ha señalado la directora de ACH en Irak, Aneta Sarna. «Debemos hacer todo lo posible para protegerlos y que puedan escapar de este infierno», ha añadido Sarna.

El pasado sábado, el Ejército iraquí comenzó una gran ofensiva para arrebatar a Estado Islámico su último gran enclave de Mosul, la Ciudad Vieja. En el casco antiguo, cerca de 200.000 personas viven en condiciones de asedio.

Los activistas brindan asistencia a las familias en Mosul y en los campos de los alrededores de la ciudad. «La evacuación de los civiles y los controles a los que se les somete durante su traslado en los campos de desplazados debe ser todo lo digna y transparente posible», ha defendido Aneta Sarna.

En el comunicado, ACH ha apelado al Derecho Internacional Humanitario, para defender que los actores armados y las partes del conflicto tienen que proteger a las personas. «Las fuerzas de seguridad iraquíes deben respetar los principios de protección internacional existentes, los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario», ha explicado Sarna.

La ONG trabaja en Irak desde 2013 apoyando a la población de Mosul y alrededores con actividades de agua, saneamiento e higiene, programas de seguridad alimentaria y medios de vida, y apoyo psicológico. En total han distribuido 20.000 litros de agua potable en el hospital general de Al Askary entre cuidadores y pacientes.

Los yihadistas tomaron el control de Mosul en una ofensiva relámpago a través del norte y el oeste de Irak en 2014. Desde entonces, han perdido la inmensa mayoría de su territorio, gracias a la ofensiva a gran escala que lanzó el Gobierno de Irak con ayuda de potencias internacionales. La campaña para recuperar Mosul, la segunda ciudad más grande del país, comenzó el pasado 17 de octubre.

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