La Fiscalía de Alemania tiene «pruebas concretas» de la muerte de Madeleine McCann

Una fotografía de la pequeña Madeleine McCann, desaparecida en el Algarve portugués en 2007.
Una fotografía de la pequeña Madeleine McCann, desaparecida en el Algarve portugués en 2007.

La Fiscalía de Alemania ha comunicado a los padres de Madeleine McCann que tiene «pruebas concretas» que permitirían confirmar que la pequeña, desaparecida durante unas vacaciones en el sur de Portugal hace 13 años, está muerta, si bien no han trascendido cuáles serían estas evidencias.

La investigación se ha reactivado a raíz de la identificación de un nuevo sospechoso, ya encarcelado en Alemania. Se trataría de Christian B., de 43 años, un delincuente sexual con múltiples condenas, entre ellas una por abuso sexual de menores.

El fiscal de Braunschweig, Hans Christian Wolters, ya había reconocido públicamente que todas las pistas apuntaban a que Madeleine había fallecido. Ahora también ha escrito a sus padres, Kate y Gerry, para confirmarles que no tiene dudas de que está muerta, aunque sin entrar en detalles.

Wolters ha argumentado que hablar de las pruebas podría poner en peligro las investigaciones, según la cadena de televisión británica Sky News. Según ‘The Daily Mail’, el fiscal tampoco ha compartido los avances con las policías británica y portuguesa, implicadas también en el caso.

El portavoz de la familia McCann, Clarence Mitchell, ha aclarado que no revelarán temas que corresponden a comunicaciones privadas, sin confirmar si ya ha recibido la carta del fiscal alemán.

Asesinato sin resolver en Bélgica

La justicia belga reabrió la investigación sobre el asesinato de una adolescente alemana en 1996 por un posible vínculo con Christian B., el nuevo sospechoso en el caso de la desaparición de Madeleine McCann en 2007 en Portugal. El cadáver mutilado de Carola Titze, de 16 años, fue hallado en julio de 1996 en unas dunas de la localidad costera belga de De Haan (noreste).

La fiscalía de Brujas «reabre en efecto el caso relativo a este asesinato», indicó este jueves a la AFP Fien Maddens, portavoz de la fiscalía, sin más precisiones.

Titze se encontraba de vacaciones con sus padres en esta turística localidad y, tras el hallazgo de su cuerpo, la investigación apuntó a un alemán de una veintena de años, con el que la víctima estuvo en contacto.

Este último se vanaglorió ante ella de su pasado criminal, según los medios belgas, pero nunca fue hallado.

Tras la identificación del nuevo sospechoso alemán en el caso de Maddie McCann, el juez de instrucción belga encargado del caso Titze, Paul Gelvaert, estimó que se debía investigar un eventual vínculo.

«La descripción [de Christian B.] corresponde. Al permanecer tanto tiempo en Portugal, esto explicaría por qué nunca lo encontramos», declaró este fin de semana al diario De Standaard el juez ahora jubilado.

La investigación se cerró en 2016.

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