Discurso en Versalles ante las dos cámaras del Parlamento

Macron quiere todas sus reformas «en un año» y si el Parlamento las frena las llevará «a referéndum»

Emmanuel Macron
Emmanuel Macron, a su llegada solemne al Palacio de Versalles. (AFP)

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado este lunes que acudirá a la vía del referéndum para aprobar todas las reformas institucionales que ha propuesto en su programa electoral en el caso de que estos cambios no sean aprobados por la vía del Parlamento en el plazo de un año.

«Quiero que todas esas profundas reformas que tanto necesitan nuestras instituciones estén hechas en un año […]. Esas reformas irán al Parlamento pero, si es necesario, las someteré a referéndum», ha explicado Macron en un acto en el Palacio de Versalles ante las dos cámaras del Parlamento que sirve de presentación de su programa de gobierno.

Así, ha confirmado que su intención es cambiar la legislación electoral para lograr una mayor proporcionalidad, reducir en un tercio el número de diputados y senadores y eliminar el tribunal especial que se dedica a juzgar presuntos delitos de los ministros.

El discurso de Macron ha estado lleno de principios y declaraciones de intenciones, pero contiene pocas propuestas concretas novedosas y ha sido muy criticado por la pomposa escenificación en Versalles, sede de la monarquía absolutista.

Macron no es el primer presidente francés que convoca al Congreso en sesión conjunta, pero en anteriores ocasiones ha sido en momentos de crisis o de reforma constitucional. En cambio, Macron propone que sea una iniciativa que se repita anualmente.

«Va a poner en perspectiva sus acciones para los cinco próximos años e incluso más allá», ha apuntado un asesor de Macron en declaraciones a Reuters. Estas fuentes explican que la convocatoria de los 925 diputados y senadores en Versalles, en el palacio de Luis XVI, el Rey Sol, busca restaurar la ‘grandeur’ o grandeza de la presidencial.

La arrasadora victoria de Macron y sus aliados acercan al nuevo y joven presidente a una posición de poder ajena a los últimos presidentes de Francia y ahora promete reformas sociales y económicas que, según la oposición, favorecen a las empresas por encima de la ciudadanía.

«El primer acto de una presidencia sin rivales», describe el periódico Libération, símbolo de la izquierda. En la imagen se muestra una ilustración de Macron que aparece a pecho descubierto y con rayos en su mano derecha alzada, en una representación similar a la del dios romano Júpiter.

Al acto no han acudido los diputados del Movimiento La Francia Insumisa ni del Partido Comunista. Tampoco están los diputados de la Unión de los Demócratas e Independientes (UDI), de centro derecha.

Los presidentes franceses no tenían permitido dirigirse al Parlamento en persona hasta la reforma constitucional de 2008 impulsada por Nicolas Sarkozy. Hasta entonces, los presidentes tenían que entregar sus textos a un diputado que los podía entonces leer en la cámara correspondiente.

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