Conservadores y laboristas trazan un plan para obligar a May a negociar un Brexit suave

Los ministros conservadores del más alto nivel del partido de la premier Theresa May han venido manteniendo una serie de reuniones secretas en las últimas horas con parlamentarios laboristas para trazar un plan que tendrá como objetivo plantear un Brexit suave de cara a las negociaciones para la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Según este plan, desvelado por The Telegraph, algunos de los miembros de más alto nivel del entorno de Theresa May han estado estudiando cómo obligar a la primera ministra a hacer algunas concesiones en las negociaciones con la UE, concesiones que incluirían rebajas en materia de límites a la inmigración, el mercado único y la unión aduanera.

Tanto los Tories como los laboristas están manteniendo negociaciones para alcanzar un acuerdo que permita al Reino Unido presentarse a las negociaciones con una postura decidida y consensuada que permita una gestión ordenada del Brexit.

Los laboristas aspiran también a utilizar estas negociaciones para conseguir el final de la congelación de los salarios en el sector público. Según asegura el diario británico, Theresa May estaba al corriente de estas negocaciones y decidió no hacer nada para detenerlas.

La figura de Theresa May ha salido tocada tras las últimas elecciones celebradas el pasado jueves 8 de junio cuando, pese a que el Partido Conservador fue el más votado, se dejó por el camino la mayoría absoluta que originariamente quería apuntalar. Por contra, el Partido Laborista, a una sideral distancia según las encuestas al comienzo de la campaña -en torno a los 20 puntos de diferencia-, logró recortar contra todo pronóstico la diferencia y recuperar parte de la fuerza que había perdido en los últimos años.

Durante la campaña previa a la votación del Brexit Theresa May había defendido la permanencia del Reino Unido, si bien lo había hecho de forma tibia. Tras asumir su cargo como primera ministra asumió el rol de liderar la defensa de un Brexit duro, enfrentándose dialécticamente a la Unión Europea en los días previos al próximo comienzo de las negociaciones formales. Tal y como avanza el guión, el Reino Unido parece evolucionar hacia posiciones que beneficien una salida de la Unión Europea más suave.