Bruselas recuerda a Escocia que, como Cataluña, «la independencia significa salir de la UE»

Comisión Europea
Margaritis Schinas, portavoz de la Comisión Europea.

Bruselas puede estar inquieta por la salida de Reino Unido, es más, seguramente las instituciones desearían que el Brexit no ocurriera, pero a lo que no está dispuesta la Comisión Europea es a entrar en una subasta con las regiones o países que forman parte de Gran Bretaña a ver quién se queda y quién se va… Así lo ha dejado de claro el portavoz de la Comisión, Margaritis Schinas, quien ha dicho este lunes que una Escocia independiente, como Cataluña, tendría que ponerse a una cola de naciones que buscan la adhesión al bloque, por mucho que la ministra principal escocesa Nicola Sturgeon haya anunciado un plan para un segundo referéndum de independencia.

La integridad territorial de los Estados miembros es uno de los pilares de la UE, de modo que la intención de Escocia de independizarse de Londres para permanecer en el club europeo es del todo un imposible. Según Schinas, Edimburgo no tendría acceso automático a la UE si se separa del resto del Reino Unido. En una sesión informativa en Bruselas, el portavoz ha sido claro: «La doctrina de Barroso, ¿sería aplicable ? Sí, se aplicaría, obviamente».

La referencia es a la opinión legal expresada por el ex presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, quien expuso en su momento que si una parte de un país de la UE se convirtiera en un Estado independiente tendría que solicitar la adhesión a la UE.

Schinas, además, ha agregado, en consonancia con cada ocasión en que se le pregunta por el independentismo catalán: «La Comisión no hace comentarios sobre cuestiones que guardan relación con el orden jurídico y constitucional interno de nuestros Estados miembros».

En una carta enviada en 2012, Barroso explicó la doctrina de la Comisión de que «la separación de una parte de un Estado miembro o la creación de un nuevo Estado no sería neutral con respecto a los Tratados de la UE». Es decir, que «un nuevo Estado independiente, por su independencia, se convertiría en un tercer país con respecto a la UE y los Tratados ya no se aplicarán en su territorio».

En declaraciones separadas formuladas en 2014, Barroso recordó: «Hemos visto que España se ha opuesto incluso al reconocimiento de Kosovo, por ejemplo. Así que [Escocia] es en cierta medida un caso similar porque es un nuevo país».

El artículo 49 del Tratado

Si Escocia celebrara un segundo voto de independencia y luego se separara del Reino Unido, el Gobierno de Escocia tendría que solicitar la adhesión a la UE en virtud del artículo 49 del Tratado de la Unión Europea.

Varios países han expresado su interés en unirse a la UE, con Montenegro, Serbia, Bosnia y Herzegovina considerados países candidatos oficiales.

Jacqueline Minor, que hasta principios de este mes era el representante oficial de la Comisión Europea en el Reino Unido, cree que el camino de Escocia puede resultar más fácil que otros países que pasan por el proceso de solicitud ya que las leyes escocesas ya cumplen con los requisitos por la UE.

 

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