Portugal respalda en las urnas las políticas de austeridad

Con el 95% del voto escrutado, la victoria del partido de Passos Coelho ha salido vencedor con claridad en las elecciones legislativas con en torno al 38 por ciento de los votos. Este resultado puede entenderse como un aval hacia un líder que siguió a rajatabla las recetas impuestas desde Europa para sortear la crisis.

Esta victoria es interesante porque resulta la primera de un Gobierno en Europa tras aplicar las duras directrices que marcaba la ‘troika’ para salir de la crisis. Lejos de apoyar a otros países en escenarios similares, Passos Coelho se mostró, por ejemplo, diametralmente contrario a cualquier tipo de quita de la deuda a Grecia.

Durante el último gobierno de Passos Coelho el paro bakó del 17’5% al 12’4% y el déficit, del 7’5% al 3%. En el debe, en cambio, se encuentra el ascenso de la deuda, que ya alcanza el 128’5% del PIB.

Pero esta victoria en las elecciones no allana precisamente el camino para volver a formar gobierno, al menos a corto plazo. La coalición conservadora se ha quedado cerca de la mayoría absoluta en una Asamblea que contará con más representantes de partidos de la izquierda.

El Bloque de la Izquierda, la coalición rival más a la izquierda, se expresó a través de su ‘número dos’, Pedro Filipe Soares, asegurando que si los conservadores perdían su mayoría absoluta, perderían el gobierno. Este partido ha abierto la puerta a la posibilidad de una alianza con el Partido Socialista, que ha quedado en segunda posición en las elecciones con un 32 por ciento. Por el centro, la Coalición Democrática Unitaria (CDU) se queda con el 8 por ciento de los votos, lo que sumados a la PaF de Passos Coelho no otorgan aún esa mayoría absoluta.