El presidente de Filipinas quiere que le suceda «el dictador Ferdinand Marcos»

Rodrigo Duterte
Rodrigo Duterte. (Foto: AFP)

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha asegurado que las drogas están arraigadas y que, si él no estuviera presente, el país estaría mejor con un dictador como Ferdinand Marcos al frente.

Duterte ha reiterado este jueves en un discurso que quería renunciar antes de que termine su mandato en 2022, pero se ha mostrado reacio a entregar el poder a Leni Robredo, la vicepresidenta elegida por separado y que no era su compañera de fórmula.

Robredo ha sido crítica con la guerra contra las drogas del presidente. Duterte ha afirmado que habría desorden si se detenía su represión y que Filipinas sobreviviría con un autoritario a la cabeza.

«Es mejor elegir un dictador de la talla de Marcos, eso es lo que sugerí», ha afirmado Duterte.

La admiración expresada por Duterte hacia Marcos ha sido controvertida, con muchos filipinos todavía atormentados por su brutal régimen de dos décadas, que terminó en su derrocamiento en un popular levantamiento por el Ejército en 1986.

Miles de personas fueron arrestadas, asesinadas, torturadas o desaparecieron bajo la ley marcial en la década de 1970.

Muchos supervivientes se acuerdan de esa época por la influencia política ejercida por la familia Marcos, con su viuda Imelda como congresista, su hijo senador y su hija Imee Marcos, gobernadora provincial.

Bromas sobre la violación

Se espera que Imee Marcos, de 62 años, se presente para el Senado el próximo año y asista o hable en muchos eventos públicos de Duterte en todo el país, a pesar de no tener ningún papel en su Administración.

Imee causó indignación la semana pasada cuando dijo que era hora de que los filipinos mayores «siguieran adelante» con los años de la ley marcial, al igual que los jóvenes.

En el mismo discurso Duterte ha afirmado que en medio de la agitación de la Iglesia Católica en todo el mundo, quería crear una «oportunidad» para que las víctimas revelen los abusos de los sacerdotes, que él personalmente había sufrido.

El mandatario ha vuelto a bromear sobre la violación, a pesar de los reiterados reproches de los grupos de mujeres tanto en el país como en el extranjero.

Hablando sobre los datos de la Policía sobre su ciudad natal, Davao, que tiene el mayor número de casos de violación del país, Duterte ha señalado que habría más cuando había «muchas mujeres hermosas».

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