Save the Children: «Mujeres y niños rohingya son quemados vivos y sufren violaciones diarias»

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Un bebe rohingya duerme en una tienda del campo de refugiados de Thankhali, en Bangladesh. (AFP)

La ONG Save the Children ha denunciado este jueves que las mujeres y niños rohingya están siendo quemados vivos y sufren violaciones diarias, al tiempo que ha anunciado el hallazgo de un embalse lleno de cuerpos sin vida y ha exigido que la comunidad internacional colabore con todas sus «vías financieras y diplomáticas» para poner fin a esta crisis y proteger a los niños.

Esta denuncia ha sido publicada en un informe titulado ‘Horrores que nunca olvidaré’, que ha puesto de manifiesto la violencia sistemática, las violaciones y los desalojos forzosos que han sufrido las más de 600.000 personas rohingya que han llegado a Bangladesh desde el 25 de agosto. De ellas, casi el 60% son niños.

La directora general de Save the Children, Helle Thorning-Schmidt, que ha visitado a los refugiados rohingya en Cox Bazar, ha asegurado que estos niños «han visto y experimentado cosas que nadie debería vivir», incluyendo masacres, violaciones múltiples o a miembros de su familia mientras les quemaban vivos.

Thorning-Schmidt ha destacado que más de la mitad de todos los refugiados tienen menos de 18 años y lo ha considerado «una emergencia infantil», al tiempo que ha denunciado que muchos de esos menores «están profundamente traumatizados por lo que han pasado, y ahora viven en un lugar en el que ningún niño debería vivir».

Ante la próxima reunión de ministros de Exteriores de Europa, Asia, Australia y Nueva Zelanda que tendrá lugar a principios de la semana que viene en Birmania, la ONG ha demandado un aumento de la presión contra el Gobierno birmano de Aung San Suu Kyi para poner fin a la crisis de los rohingya.

La directora de la ONG ha exigido que «la difícil situación del pueblo rohingya» sea el foco central de esta reunión. Thorning-Schmidt ha subrayado que la comunidad internacional debe unirse y aprovechar su influencia diplomática con Birmania porque «nada debería quedar fuera de la mesa». «Deben utilizar todas las vías financieras y diplomáticas disponibles para poner fin a la crisis y proteger a los niños», ha agregado.

Save the Children está atendiendo a más de 230.000 rohingyas en los campos de refugiados cercanos a la frontera con Birmania, en el distrito de Cox Bazar, proporcionándoles refugio, distribuyendo alimentos, provisiones médicas y tratando la desnutrición.

No olvidarán

La organización ha recogido los testimonios de varios niños rohingya que han mostrado el horror de esta crisis tras huir de sus hogares. Entre ellos se encuentra Shadibabiran, de 16 años, que ha relatado los abusos sufridos por parte de las fuerzas de seguridad birmanas.

«Algunos soldados nos llevaron a otras dos chicas y a mí a una casa. Me golpearon en la cara con un arma, me dieron patadas en el pecho, en los brazos y las piernas. Luego fui violada por tres soldados. Me violaron durante casi dos horas y en algún momento me desmayé», ha narrado la menor.

Shadibabiran también ha contado que los militares le rompieron una costilla. «Fue muy doloroso y apenas podía respirar. Todavía tengo dificultad para respirar, pero no he ido al médico porque me siento muy avergonzada», ha explicado.

Otra de las víctimas de esta violencia es Rehema, de 24 años, que ha contado cómo los militares quemaron vivos a una mujer y a un bebé. «Vi a un militar echar gasolina sobre una mujer embarazada. Luego le prendió fuego. Otro militar arrancó a un bebé de los brazos de su madre y lo arrojó al fuego. Su nombre era Sahab y ni siquiera tenía un año. Nunca olvidaré sus gritos», ha detallado esta joven.

Hosan también ha sufrido las consecuencias de una crisis que Naciones Unidas ha definido como un «ejemplo de manual de limpieza étnica». Hosan tiene 12 años y huyó de su pueblo hacia Bangladesh después de que el Ejército atacase a sus vecinos con machetes.

En el camino, Hosan entró en un pueblo abandonado en busca de agua o comida, pero acabó encontrando un embalse en el que vio «al menos 50 cadáveres flotando». «No puedo olvidar el olor de las casas en llamas o la imagen de los cuerpos hinchados», ha lamentado.

«Ponerle fin a este horror»

Thorning-Schmidt ha asegurado que el objetivo de la ONG es «poner fin de inmediato a la violencia» y que los autores de «este horror» sean juzgados ante la Justicia, al tiempo que ha solicitado que se permita el acceso de la ayuda humanitaria en el estado de Rajine.

Por último, la directora de la organización ha insistido en la importancia de «reconstruir las vidas destrozadas de los niños rohingya» y ha advertido de que muchos menores «están muy angustiados.

«Debemos asegurarnos de que reciban la atención y el apoyo vital que necesitan para recuperarse», ha concluido.

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