El ex presidente Zapatero vuelve a intentarlo, esta vez en Santo Domingo

Reunión preparatoria de una nueva negociación entre la dictadura venezolana y parte de la oposición

Venezuela
El presidente dominicano Danilo Medina y el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, en Santo Domingo.

Líderes de la dictadura de Nicolás Maduro y parte de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) mantuvieron el jueves en Santo Domingo una primera reunión, calificada de «positiva», para reactivar el diálogo y pactar una salida a la crisis en Venezuela, tras la cual el equipo de Nicolás Maduro ha accedido a designar a un sexto mediador internacional.

En realidad, una parte importante de la veintena de partidos que integran la MUD está en contra de esta nueva ronda de diálogos, que son calificados de «trampa». Según la líder de Vente Venezuela, María Corina Machado, «no hay esperanza con una tiranía que sólo busca permanecer en el poder del narco Estado en el que han convertido Venezuela».

El Ministerio de Exteriores de República Dominicana reveló el jueves que, tras varios días de confusión, las partes habían accedido a encontrarse ese mismo día en Santo Domingo para sostener «una reunión preparatoria de los aspectos metodológicos y técnicos» del diálogo.

«La reunión merece ser considerada como positiva», ha informado este viernes la Cancillería en otro comunicado. Gobierno y MUD «han ratificado su disposición a avanzar» y, en consecuencia, han confirmado que el 1 y el 2 de diciembre se llevará a cabo la primera ronda formal de negociaciones en la capital dominicana.

También han reiterado su llamamiento a la comunidad internacional «para que acompañe decididamente este esfuerzo compartido que tiene como razón esencial la paz, la democracia y el bienestar del pueblo de Venezuela, desde el respeto a la soberanía».

La oposición dividida

Así, parte de la MUD dio ya por cerrada la vía del diálogo a principio de año e insiste en que el único camino posible para precipitar la caída de Maduro es mantener la presión en la calle para que la comunidad internacional fuerce unas elecciones presidenciales anticipadas.

En cambio, el sector más conservador, asume que el Gobierno no adelantará el calendario electoral y apuesta por encontrar soluciones temporales a la crisis venezolana para prepararse para el asalto al Palacio de Miraflores en las elecciones presidenciales de 2018.

La MUD ha ratificado esta semana en un comunicado que «el objetivo fundamental» de este nuevo diálogo es «la consecución de unas elecciones presidenciales libres y transparentes, con observación internacional calificada, con un CNE imparcial y sin inhabilitados», así como «el cese de la persecución, la liberación de los presos políticos, el regreso de los exiliados», la apertura de un «canal humanitario» y «reinstitucionalizar los poderes públicos».

Las continuas fricciones entre la veintena de partidos políticos que integran la MUD hacen temer que la coalición opositora se desmembre y pierda la fuerza que ha acumulado como bloque, tanto dentro como fuera de las fronteras de Venezuela, en estos años.

De hecho, los principales partidos de la MUD —Voluntad Popular (liderada por Leopoldo López, preso político), Primero Justicia (cuyo cabeza de cartel es Henrique Capriles), Acción Democrática (bajo el mando de Henry Ramos Allup) y Vente Venezuela (coordinado por María Corina Machado)— han anunciado que no participarán en las elecciones municipales y a la Gobernación de Zulia previstas para el 10 de diciembre, mientras la coalición guarda silencio sobre este asunto.

Tres mediadores por cada parte

El Ejecutivo y la coalición opositora habían acordado designar tres países cada uno para que ejercieran de mediadores. La MUD ha elegido a Chile, México y Paraguay, mientras que el Gobierno solo ha nombrado a Bolivia y Nicaragua, si bien, tras la reunión del jueves, ha decidido sumar un tercero que anunciará en las próximas horas.

Estaba previsto que esta reunión preparatoria se celebrara el miércoles en Santo Domingo pero fue suspendida a última hora porque la MUD se negó a asistir sin mediación internacional y el Gobierno no había gestionado aún la presencia de estos países en el diálogo.

Este acercamiento inicial entre las partes ha sido posible gracias a la intervención del canciller dominicano, Manuel Vargas, y el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, que ya medió junto al dominicano Leonel Fernández y el panameño Martín Torrijos en las tentativas anteriores.

Nuevo intento

En los últimos años, Gobierno y MUD han tratado de llegar a un acuerdo en múltiples ocasiones, pero sin éxito. El intento más reciente descarriló en enero por acusaciones mutuas de incumplimiento sobre los primeros puntos de consenso. En septiembre hubo «contactos exploratorios» en República Dominicana, aunque tampoco prosperaron.

El año 2017 ha sido el más convulso desde la llegada del chavismo al poder en 1999. Al hundimiento económico definitivo, traducido en escasez y racionamiento de alimentos básicos y medicinas, se ha añadido la quiebra definitiva de la institucionalidad en el país por parte de la tiranía bolivariana. Un doble autogolpe tras la ruptura del proceso para convocar el referéndum revocatorio, la convocatoria de una fraudulenta Asamblea Constituyente para anular la legítima Asamblea Nacional, cuatro meses de manifestaciones masivas diarias por las calles de todo el país que se saldaron con más de 160 ciudadanos demócratas asesinados por el régimen…

 

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