El huracán Irma roza Puerto Rico dejando al menos 8 muertos en su ruta hacia República Dominicana y Haití

Unos operarios tratan de sacar un árbol caído en una carretera de Puerto Rico tras el paso del huracán Irma. Foto. AFP
Unos operarios tratan de sacar un árbol caído en una carretera de Puerto Rico tras el paso del huracán Irma. Foto. AFP

El huracán Irma rozó el norte de Puerto Rico soplando con vientos de 295 Km/hora, aunque su ojo se mantuvo en las aguas del norte de la isla estadounidense, que padeció el miércoles fuertes lluvias, cortes de electricidad y caída de árboles.

Hacia las 19H00 locales (23H00 GMT), el ojo de Irma pasó a 90 Km al noreste de Puerto Rico, pero sus vientos huracanados alcanzaron la isla con rachas de 177 Km/hora, dijo el gobernador, Ricardo Rosselló, en una entrevista a CNN.

Irma prosiguió su avance a 26 Km/hora hacia el oeste, alejándose de Puerto Rico y rumbo a dirección a República Dominicana y Haití, en una ruta que la llevará a Florida para el fin de semana, según el boletín de las 00H00 GMT del Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami.

Ocho muertos y decenas de casas totalmente devastadas

Al menos ocho personas han muerto este miércoles a causa del paso del huracán ‘Irma’ por la isla de San Martín, según ha confirmado el prefecto de Guadalupe, Eric Maire. Y unas 21 personas han resultado heridas.

Maire ha recalcado que el balance es provisional, añadiendo que cerca del 60 por ciento de las viviendas de la isla «han sido destruidas» por el paso de ‘Irma’, que había devastado previamente la isla de Barbuda.

Según las informaciones recogidas por la cadena de televisión local Guadeloupe 1ere la capital de la isla, Marigot, ha sido escenario de saqueos tras el paso del huracán.

‘Irma’ –que también ha causado un muerto en Puerto Rico– ha llegado a San Martín tras devastar Barbuda, en Antigua y Barbuda, donde ha muerto una persona –un niño– y han sufrido daños cerca del 95 por ciento de las viviendas de la isla.

El primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, ha dicho que lo que ha visto es «desgarrador» y «absolutamente devastador», agregando que «de forma preliminar, la destrucción en Barbuda no tiene precedentes».

Asimismo, ha alertado de que el país «está potencialmente amenazado por otra tormenta, el huracán ‘José’», adelantando que «podría haber que evacuar a los residentes de Barbuda».

«De hecho, creo que Barbuda es difícilmente habitable ahora mismo», ha sostenido, añadiendo que puede que haya que evacuar «a todos los habitantes de Barbuda» y llevarlos a Antigua «hasta que se pueda restaurar algún tipo de normalidad».

El primer ministro de Antigua y Barbuda ha afirmado que la segunda isla, Antigua, no ha sufrido daños de consideración tras el paso de ‘Irma’, de categoría cinco en la escala de Saffir-Simpson y que avanza en estos momentos con vientos máximos sostenidos de 285 kilómetros por hora.

El huracán Irma y su efecto devastador

En el centro de manejo de emergencias de Fajardo, en el oriente de la isla principal, los socorristas se apuraban a rescatar a las personas que pedían auxilio porque el viento les había levantado los techos o se les había roto las ventanas, contó un fotógrafo de la AFP en el lugar.

Con la llegada del huracán, cerca de un millón de personas se quedaron sin energía, dijo el miércoles Ricardo Ramos, el jefe de la Autoridad de Energía Eléctrica.

El día anterior, Ramos había advertido que probablemente algunas áreas de la isla «van a pasar tres, cuatro meses sin servicio eléctrico». Según reportes de prensa, las aguas se salieron del cauce en Río Grande (norte) y Naranjito (centro). Las autoridades habilitaron 460 refugios en toda la isla, dijo el gobernador.

«Ya hay daños bastantes significativos», dijo Rosselló, refiriéndose a infraestructuras afectadas y árboles y postes caídos. Blanca Santiago, que trabaja lavando platos en un hotel en San Juan, la capital, recordó con respeto al huracán Georges. «Fue devastador», dijo, estimando que Irma podía ser más fuerte.

Los vientos golpeaban las paredes y ventanas del hotel donde trabajaba, frente a la playa Isla Verde en San Juan. «En mi piso se siente como si hubiera fantasmas», bromeó. También en San Juan, Carmen Rojas evocó el fantasma de Georges, que dejó en 1998 siete muertos y millones de dólares en daños. Pero tiene esperanza de que Irma no lo supere. «Hasta ahora no ha sido tan fuerte, pienso que Georges fue peor», dijo la médica de 38 años.

El secretario del Departamento de Salud estadounidense, Tom Price, declaró en emergencia de salud pública a Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses.

«Estamos movilizando nuestros recursos para enfrentar necesidades de salud inmediatas y prepararnos para desafíos a largo plazo», escribió en un comunicado. El martes, el presidente Donald Trump aprobó una declaración previa de emergencia para poder atender las necesidades de Puerto Rico.

 

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