Entrevista a María Corina Machado | Líder de Vente Venezuela

Mª Corina Machado: «Zapatero es nefasto, su ‘mediación’ son 30.000 muertos y 600 presos políticos»

María Corina Machado
María Corina Machado, líder de Vente Venezuela, partido integrado en la MUD. (Foto: OKDIARIO)

Es una de las caras más conocidas de la oposición venezolana, una heroína de la lucha por la libertad y la democracia contra la dictadura de Nicolás Maduro. María Corina Machado atiende a OKDIARIO por teléfono, pocos días después de advertir a los dirigentes de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) de que sacará a su partido de la coalición si persisten en presentarse a las elecciones regionales, «otra farsa de la narcodictadura».

La ex diputada, que fue golpeada por diputados chavistas en la misma sede de la Asamblea Nacional de Venezuela en 2014, que fue perseguida con acusaciones falsas por la “Justicia entregada al dictador”, señala a José Luis Rodríguez Zapatero como una de las «más nefastas influencias en la lucha por la libertad» de su pueblo. Y advierte a los españoles contra Podemos: «Esta mafia de Maduro no sólo ha montado su negocio, también financia a quien quiere instalarlo en otros países».

PREGUNTA.– En que situación está ahora mismo Venezuela. ¿Ya no hay marchas diarias de la oposición?

RESPUESTA.– En este momento, la protesta efervescente en la calles está a la expectativa. Llena de fuerza, pero latente. Ante una duda de un sector minoritario del país, por esas supuestas elecciones regionales, la calle está esperando. Pero 30 millones de venezolanos salimos hace 138 días a la calle conscientes de que arriesgábamos la vida para sacar la narcodictadura de Maduro y sus mafias del poder y haremos lo que sea necesario para lograrlo.

P.– Usted acaba de amenazar con sacar a Vente Venezuela de la MUD si siguen comprometidos con presentarse a esas elecciones. ¿Por qué?

R.– Creemos que es un error, y le hemos pedido con humildad a los partidos que han decidido eso que reflexionen. Por lo siguiente: frente a nosotros hay dos rutas claras. Una es la deslegitimación total del régimen hasta que Maduro salga del poder. Es el mandato del 16 de julio, del plebiscito, donde 7.600.000 venezolanos nos mandaron desconocer todas las decisiones de la fraudulenta Constituyente, del Consejo Nacional Electoral [CNE] que cometió aquel megafraude y de la propia dictadura. La otra ruta es repetir la farsa y la maniobra cruel encabezada por el señor Zapatero de octubre del año pasado. Estábamos en la calle reclamando el referéndum revocatorio, con una gran presión internacional y entonces se le propuso al país un supuesto diálogo que terminó siendo una farsa, una maniobra para hacer creer a la comunidad internacional que había un diálogo en marcha. Como dijo a las pocas semanas el cardenal Jorge Urosa, ese diálogo fue una burla la propio papa Francisco, ya que nunca hubo intención real del régimen de negociar nada y cumplir su palabra.

P.– Pero, ¿no podría convertirse en un error como el de 2005, cuando la oposición boicoteó las elecciones y Chávez se quedó con todo el poder?

R.– Mire, en este momento 50 países alrededor del mundo desconocen la Asamblea Constituyente y cada una de sus decisiones. El mundo entero presenció cómo desde Londres la empresa Smartmatic, que provee la electrónica de votación desde 2004, denunció un megafraude de aquella elección. Esta semana la Constituyente obligó a que el CNE se le subordinara y cambió la fecha y los términos. Pretenden crear internacionalmente de la impresión de que se ha normalizado la situación. Pero si yo le pregunto a usted si participaría en unas elecciones así en su país, con una dictadura criminal y un árbitro denunciado por fraude por sus proveedores de tecnología, ¿qué me diría?

P.– ¿Cree que la amenaza de Trump de una intervención militar le ha dado nuevas fuerzas al régimen?

R.– Nadie cree en el siglo XXI en América Latina que pueda haber una invasión militar. Pero lo que sí existe en Venezuela es una invasión cubana. Funcionarios cubanos están infiltrados en las notarías, los organismos de inteligencia, el sistema de identificación, las Fuerzas Armadas —con generales cubanos cuyos nombres llevé cuando yo era diputada a la Comisión de Defensa del Congreso—. Esta invasión sí la hay. El mundo lo sabe: esto es una narcodictadura, y por eso necesitamos respaldo internacional.

P.– ¿De qué tipo?

R.– Llevo muchos años advirtiendo de lo que venía. Que la única salida de una dictadura militarista y comunista iba a ser el hambre y la miseria. Entonces, la mayoría no nos creyó. Hoy, la pobreza en Venezuela supera el 80%. Se ve en todos los rincones de nuestro país niños comiendo de la basura. Más de 80 venezolanos mueren al día ¡al día! producto de la desnutrición y la falta de comida y medicinas… y de bandas criminales desatadas creadas por el propio régimen. Es un Estado fallido, hay zonas enormes del territorio totalmente fuera de control de las fuerzas de seguridad. Necesitamos que esa información, que se conoce, sea revelada, que las cancillerías de la UE, que lo conocen, desenmascaren a esas redes criminales. Porque eso demostraría, a los ojos de quienes aún están con la dictadura, la evidencia del carácter criminal del régimen. sólo así comenzarán a fracturarse, como ya está ocurriendo. Hemos avanzado muchísimo en estos meses. Se han dividido: la fiscal Luisa Ortega apoyaba a loa dictadura y ya no. Pero hay más: magistrados, diputados, miembros de las fuerzas armadas…

P.– Venezuela ha sido expulsada de Mercosur. Pero ¿eso no puede perjudicar más al pueblo?

R.– Explíqueme usted cuál es la implicación directa económicamente hablando, porque Venezuela no exporta al Mercosur ya ni un grano de arroz. Debe entender que quien ha sancionado a Venezuela y a PDVSA ha sido este régimen. PDVSA produce menos de la mitad de lo que producía. Ahora, nuestra industria petrolera es una máquina de lavado de dólares y de actividades criminales. El mundo debe entender que este régimen dejó de ser un proyecto político y se convirtió en una organización criminal, que tiene vínculos con el narcotráfico, el lavado de dinero, el contrabando, e incluso con el terrorismo extremo.

P.– ¿Existe la posibilidad de que una mediación dé una salida pacífica al conflicto?

R.– ¡Claro que sí, por supuesto! Pero una negociación real, no una farsa que es lo que el señor Zapatero ha hecho para darle tiempo la régimen. Cada vez que interviene el señor Zapatero, aumenta el número de presos políticos. La mejor manera de saber si Zapatero está en nuestro país es ver cómo aumentan todos los indicadores de represión. Una negociación real, sí, cuyo único objetivo que aceptaremos es el de diseñar las garantías y términos para que Maduro y su mafia abandonen Venezuela. Para que eso sea así necesitamos una posición de fuerza, y la fuerza está con la gente, un país desesperado muerto de hambre. Pero no sólo hambre de alimentos, sino de medicinas, de dignidad y de libertad. Por eso usted ha visto a nuestros muchachos que sólo han vivido en dictadura jugándose su vida por la libertad.

P.– ¿A qué estarían dispuestos ustedes? ¿Dejarían escapar a Maduro o querrían juzgarlo?

R.– Usted comprenderá que eso es parte de la negociación cuando podamos llevarla adelante. Pero está claro que nosotros no queremos más violencia y nos negamos a quienes nos dicen, como hace un año, ‘o dialogamos o nos matamos’. Porque, ¿qué paso? Ellos dialogaron y a nosotros, los venezolanos, nos mataron. En este año desde aquel falso diálogo han asesinado a más de 30.000 venezolanos. Y hay 600 presos políticos. Es un falso dilema, que viene de la estrategia de La Habana: dividir a la sociedad venezolana para hacernos claudicar. Dicen que o sumisión o violencia, pero eso es falso.

P.– ¿Y qué opción les queda?

R.– Nuestra única opción es la lucha por la libertad. Es riesgoso, y están dispuestos a hacernos mucho daño. Vivir en Venezuela es que cada día cuando salgo de mi casa no sé si voy a regresar. Así vivimos todos en este país. Es un Estado fallido al borde del colapso., Hay que evitarlo y pararlo ya. La única manera es a partir de la salida de Maduro y sus mafias del poder.

P.– ¿A quién le interesa que siga Maduro?

R.– Hay una dimensión que se ignora y se silencia de manera reiterada: los intereses económicos que están detrás de la permanencia del ‘status quo’. Grupos que reciben dólares a 10 bolívares cuando en el mercado está a 15.000. Usted me dirá si en el planeta hay un negocio que dé ese rendimiento. Reciben concesiones petroleras, del arco minero, son tenedores de bonos, que no les importa que se mueran los niños de hambre, o los bebés por falta de oxígeno en los hospitales, o nuestros mayores porque no queda nada con qué sobrevivir [se le quiebra la voz]. No les importa que 500.000 venezolanos hayan tenido que irse del país, a Colombia. Siguen haciendo sus meganegocios, haciendo grandes campañas de propaganda y presionando internacionalmente para que esto siga así.

P.– ¿Quiénes son?

R.– Son empresas e individuos. Son muchos. Algunos vinculados al régimen y otros que se hacen pasar por contrarios al mismo. No quiero dar nombres para no dejar fuera a ninguno.

P.– Me decía usted que Zapatero era un agente del régimen, pero el día que mandaron a Leopoldo López al arresto domiciliario, su esposa agradeció públicamente su mediación…

R.– En primer lugar, entienda que las familias de los presos políticos están siendo tan torturadas física y psicológicamente como los propios presos. Éste es un régimen criminal. Yo, por Lilian, por la familia de Leopoldo y de Antonio [Ledezma], lo que tengo es el más profundo respeto y agradecimiento como venezolana. Ahora, ese señor Zapatero ha utilizado ese contacto con los presos políticos para manipular, presionar y dividir. Y ha sido quizás una de las influencias más nefastas en la lucha por la libertad. Eso es todo lo que yo digo sobre el señor Zapatero, que es un agente de la dictadura. Y así lo reconocemos hoy los venezolanos.

P.– Este martes, el nuevo portavoz del PSOE, Óscar Puente, responsabilizó “a todo el pueblo venezolano” de su tragedia, que incluso dijo que “se está sobredimensionando”.

R.– No quiero opinar fuera de contexto, porque no puedo entender lo que afirmó. Hay un 90% de un país unido, clamando por la libertad, sometido a una hambruna, y luchando pacíficamente, frente una dictadura que ha utilizado toda la fuerza represiva, al extremo que la propia ONU lo ha denunciado en un informe esta semana. No quiero opinar sobre esa frase, porque estoy segura que cualquier persona con un mínimo de sensibilidad democrática y un mínimo de sensibilidad humana denunciaría con toda la fuerza una dictadura criminal y asesina como ésta.

P.– Tras las elecciones de la fraudulenta Constituyente los dirigentes de Podemos y sus socios de IU han celebrado la “victoria de la democracia y de Maduro”. ¿Cree usted que siguen trabajando para el régimen desde España?

R.– Yo lo único que le diría es que tengan mucho cuidado. Si existe una persona que en España reconoce y alaba la destrucción de nuestra Constitución por la fuerza, a sangre y fuego, y la imposición de un régimen militarista con apoyo de las mafias… tengan mucho cuidado.

P.– En OKDIARIO hemos publicado que Monedero manejó más de 1 millón de euros en 2010 como jefe de propaganda de Hugo Chávez, y sigue siendo el mayor defensor de Maduro…

R.– Esto que se ha creado en Venezuela es una fuente de creación de mafias internacionales. Pero no sólo eso, también para el financiamiento de proyectos similares con vocación totalitaria alrededor del mundo.

P.– Podemos mantiene un ‘embajador’ en Venezuela, el asesor económico Serrano Mancilla, el Cristo de la economía, como lo han bautizado.

R.– Fíjese. Venezuela es el país que tiene las mayores reservas petroleras y ha vivido la mayor bonanza de su historia. Cuando Hugo Chávez llegó al poder el barril de petróleo estaba a 7 dólares, ha llegado a estar a 150, hoy está a 50. Jamás soñamos con tener ingresos de esta naturaleza. Pero durante este periodo no sólo redujeron a menos de la mitad la producción petrolera, es que destruyeron la producción del campo, del comercio, de la manufactura, de las industrias básicas. ¡Absolutamente todo lo destruyeron! Expropiaron empresas, invadieron fincas, establecieron controles a la economía para que los precios de venta fueran inferiores a los costes de producción. Todo lo destruyeron. Se propusieron hacer una sociedad dependiente del régimen, un país de mendigos haciendo cola con las manos extendidas. Éste fue su proyecto. Nadie se engañe. No es que les salieran las cosas mal, o que sean ineficientes o corruptos, que desde luego lo son en extremo. Créame, no hay ingenuidad en esto. Es un régimen criminal, y por eso tiene que salir ya, y por eso el mundo tiene que acompañarnos, porque no es sólo un problema de Venezuela. Este narcoestado se ha convertido en una gran amenaza para la región y para los países que tienen vínculos con América Latina.

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