Temer, presidente de Brasil, exige la liberación de los presos políticos en Venezuela

Michel Temer
Lilian Tintoti, esposa de Leopoldo López, junto al presidente de Brasil, Michel Temer.

El presidente de Brasil, Michel Temer, se reunió este sábado con Lilian Tintori, la esposa de Leopoldo López, el preso político más famoso del mundo, reo de la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela. El mandatario brasileño exigió públicamente la liberación de los presos de conciencia en el país caribeño, el respeto a los derechos humanos y la celebración inmediata de elecciones libres.

Tintori calificó la reunión de «fructífera» y celebró que las instituciones democráticas brasileñas «están con los venezolanos». El Ejecutivo de Temer cambia, así, el paso respecto al de su antecesora en el cargo, la líder del Partido de los Trabajadores, Dilma Rousseff, apartada tras un juicio político por la corrupción de su Gobierno y la financiación ilegal de su campaña de reelección presidencial.

El Gobierno antes presidido por Rousseff y el de su antecesor, el famoso ex sindicalista Lula da Silva, formaban parte del eje bolivariano que alimentaba el llamado «socialismo del siglo XXI» en el cono sur americano. Junto al Ecuador de Rafael Correa; la Bolivia de Evo Morales; la Cuba de los hermanos Castro; la Argentina de Cristina Kirchner, e incluso la Nicaragua del sandinista Daniel Ortega, estos gobiernos —algunos de ellos ya removidos de su responsabilidad por elecciones o por las consecuencias legales de su corrupción— constituían un polo poderoso que se alimentaba mutuamente y ejercía una presión ideológica en la región.

Sin embargo, Temer se ha destacado desde su llegada a la Presidencia por un viraje total en las políticas intervencionistas e ideologizadas de sus predecesores. El líder del PMDB era vicepresidente de Rousseff, pero ejercía una especie de oposición interna desde dentro del Gobierno. Tras la caída de la presidenta por los escandalosos casos de corrupción, Temer ha buscado un nuevo puesto para Brasil dentro de la comunidad internacional, más cercano a Mauricio Macri, sucesor de Kirchner en la Casa Rosada argentina.

Es innegable el liderazgo social y económico que ejerce Brasil en Sudamérica. Es el país más extenso y con mayor población, y sus relaciones económicas con sus vecinos lo colocan en una suerte de liderazgo regional que convierte en muy importantes las palabras de Temer respecto a la falta de libertades en Venezuela.

Tintori con Leopoldo en Ramo Verde

Este sábado, Lilian Tintori pudo visitar a su esposo en la prisión militar de Ramo Verde, en cuyo torreón vive aislado y recluido desde hace más de tres años, tras ser condenado a casi 14 por unos delitos inventados, como reconoció —tras obtener asilo en EEUU— el propio fiscal que lo acusó durante el juicio.

Tintori ha expresado en Twitter su satisfacción por poder contarle a su marido la reunión con Temer y le ha puesto al día de los acontecimientos de la última semana en las calles de Venezuela, tomadas jornada tras jornada por millones de ciudadanos que exigen su libertad y la de todos los presos políticos —más de 180, según el Foro Penal Venezolano—. «Le dije a Leopoldo que la dictadura reprime a los abuelos uy a las madres, y asesina a nuestros jóvenes ¡Pero que seguimos resisitiendo!», ha tuiteado.

En todo caso, la resistencia deberá seguir. Entre otras cosas, porque Tintori sí ha podido visitar a su marido, pero no así los abogados del líder de Voluntad Popular, uno de los partidos integrados en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), el polo democrático que se mantiene firme desde hace años y moviliza a los ciudadanos día tras día desde que hace mes y medio Maduro iniciase su definitiva ofensiva por acabar con las instituciones democráticas. «Denuncio que a Leopoldo no le han permitido la visita de sus abogados. Desde el 6 de abril están violando su derecho a la defensa».

Este domingo, la MUD ha pedido que las madres salgan a la calle, esencialmente las de los agentes de la Policía Nacional (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). La idea es pedirle a sus hijos, que forman parte de las fuerzas del régimen que «bajen las armas» y no acepten las órdenes de reprimir a los manifestantes que luchan por la libertad del pueblo.

Ésa es una petición clave, cuando la dictadura empieza a desmoronarse con divisiones internas y los agentes están cansados, tras casi un mes y medio de marchas diarias, reprimidas a sangre, fuego y gases lacrimógenos contra ciudadanos inocentes. Maduro está tratando de poner al Ejército en contra del pueblo, para apuntalarse en el poder y utiliza los tribunales militares para acusar y encarcelar a los casi 1.000 civiles detenidos, ya que la Fiscalía General, liderada por la chavista Luisa Ortega Díaz, se niega a acusarlos, enfrentada como está con la deriva totalitaria de Maduro.

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