El Gobierno de Colombia ampara una reunión de líderes terroristas de las FARC y el ELN en La Habana

FARC
Los líderes terroristas colombianos de las FARC y el ELN, reunidos en La habana bajo el amparo de la dictadura castrista.

Los jefes terroristas de las autodenominadas Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia (FARC) y del autoproclamado Ejército de Liberación Nacional (ELN) se reúnen este martes bajo el patrocinio de la dictadura comunista de Cuba en La Habana. Es la primera vez en la historia que los líderes de las dos bandas que han aterrorizado a los colombianos durante más de medio siglo sostienen lo que se ha bautizado como «diálogo abierto» en busca de la «paz completa» para Colombia.

Además, se hace con la autorización expresa del Gobierno de Juan Manuel Santos, quien a pesar de estar avanzando en la implantación de su plan de paz con la narcoguerrilla de las FARC y de haber abierto negociaciones con el ELN en Ecuador sigue hundiéndose en la valoración de su gestión. El 73% de los colombianos desaprueban su ejercicio de gobierno y sólo el 17% lo valoran como positivo, según la última encuesta del instituto Yanhass publicada en los medios de su país.

Los comandantes de las FARC, Rodrigo Londoño (conocido como Timochenko), y del ELN, Nicolás Rodrigo (Gabino), encabezan el encuentro autorizado por el gobierno colombiano y que se cumple con la ayuda de países garantes como Cuba y Noruega, según imágenes y mensajes enviados desde las cuentas de Twitter de los rebeldes.

«En diálogo abierto con los compañeros del ELN. Soñando con la Paz completa para Colombia», escribió Pastor Alape, miembro de la cúpula de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas).

Bajo la supervisión de la ONU, los casi 7.000 combatientes del grupo narcoterrorista FARC están concentrándose en 26 puntos de Colombia para su desarme, mientras el ELN, con ejército de 1.500 hombres y mujeres, negocia en medio del fuego y sin dejar de perpetrar crímenes pese ala tregua de facto que le ofrece el Ejecutivo de Santos.

De hecho, este martes el Gobierno colombiano anunció la liberación de ocho personas que, según autoridades, habían sido secuestradas el domingo por el ELN en una apartada zona del empobrecido departamento de Chocó. Las ocho personas raptadas en una zona selvática del noroeste de Colombia fueron liberadas «por presión de la fuerza pública» y están «sanos y salvos», informaron este martes las autoridades.

«Por presión de la Fuerza Pública ya fueron liberados los 8 secuestrados en Nóvita, Chocó. Ya están en manos de nuestras tropas», escribió el presidente Juan Manuel Santos en su cuenta en Twitter.

El mandatario no dio más detalles de la operación, también celebrada en Twitter por el Ministerio de Defensa, que tras anunciar la liberación señaló en su cuenta oficial: «Felicitaciones a la Fuerza Pública».

Siete hombres y una mujer, entre los cuales presuntamente hay un menor de edad, fueron secuestrados el domingo en Sesegó, zona rural del remoto municipio de Nóvita, por un grupo armado ilegal, indicó el Defensor Regional del Pueblo, Luis Enrique Murillo, tras recibir testimonios de vecinos del lugar.

Según dijo a AFP, los ocho estaban en sus casas cuando «fueron detenidos de una forma ilegal y se les condujo por el pueblo hasta el embarcadero y allí los llevaron por el río Samaná».

Las «torpezas» del ELN

Las autoridades atribuyeron la víspera este secuestro masivo al Frente Occidental del ELN, el sanguinario grupo terrorista que queda activo en el país. «Las torpezas del Frente Occidental del ELN en Chocó, secuestrando y delinquiendo, dificultan enormemente negociaciones de Quito», escribió en Twitter Juan Camilo Restrepo, jefe del equipo negociador del gobierno en las pláticas iniciadas en febrero en Ecuador.

El gobierno de Santos, que busca la «paz completa», ha exigido reiteradamente al ELN que cese la práctica del secuestro, pero el grupo rebelde se ha negado. Aun así, el Ejecutivo mantiene las conversaciones abiertas, utiliza su lenguaje —llama guerra y se prevé que el segundo ciclo de los diálogos, que se desarrollan en medio de la confrontación, se inicie el 16 de mayo en Quito.

«Vamos a ver si avanzamos en la parte humanitaria para que podamos desescalar esta guerra, pero mientras tanto, las fuerzas militares tienen una orden clara y perentoria: el ELN es objetivo de alto valor», dijo Santos en entrevista con RCN Radio el lunes.

 

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