Carta de un preso político de Maduro a Pablo Iglesias: «Le deseo que fracase»

Pablo-Iglesias-Hugo-Chávez
Pablo Iglesias con una imagen de Hugo Chávez al fondo.

Me presentaré, aunque usted me conoce. Soy el periodista y preso político venezolano dueño del Grupo 6to Poder, expropiado por el Gobierno de Nicolás Maduro. En un informe, con fecha 5 de septiembre de 2011, la CEPS, fundación afín a su partido Podemos en España, asesoró a Chávez para encarcelarme.

En el informe que hace dos meses publicó ABC, su organización recomienda tomar acciones conmigo porque ya no voy «a escarmentrar» y así «ya no podré presentarme como víctima». Efectivamente, no escarmenté. He sido detenido cinco veces, protagonicé una huelga de hambre histórica de 86 días y hoy llevo un año en arresto domiciliario.

De nada valieron los cuatro millones de euros que usted y su partido recibieron no solo por la asesoría en mi caso, sino además las decenas de jóvenes venezolanos que protestaban en las calles y para los que usted aconsejaba, «en el caso de conflicto», la actuación de los esbirros gendarmes de la policía del Ministerio del Interior. Ese lenguaje lleno de sutilezas ocultaba, sin duda, una recomendación más dura: reprímanles. Y así fue.

Le escribo porque, recientemente, he visto su ascenso en la política española. Tristemente, los populistas suelen usar conjuros en el verbo para que las naciones confundan la política con el arca de Noé. En condiciones de normalidad, en una república donde la Constitución y sus leyes fueses interpretadas cabalmente, sin sufrir mutaciones de conveniencia por jueces políticamente comprometidos, y en la que los ciudadanos contaran con la garantía de sus derechos bajo poderes públicos independientes, usted, señor Iglesias, sin lugar a dudas, estaría requerido por la Justicia venezolana por los delitos de legitimación de capitales, cómplice necesario en el delito de corrupción y -lo que es peor- asesor en un atentado a la libertad de expresión, como significó el cierre de 6to Poder, grupo editorial que yo fundé. Como usted sabrá, me encuentro preso acusado de toda clase de delitos comunes, práctica común de los comunistas cuando llegan al poder. Asesino llaman a Leopoldo López, y a este servidor, legitimador de capitales.

Ojalá los españoles no cometan el error de poner sus esperanzas en dictadores tumultuarios como los que usted representa. Queda solo que el periodismo independiente y responsable, democráticamente comprometido -que en Venezuela ha sido sometido-, lo escrute a usted, lo desnude y lo sitúe ante el espejo de la transparencia. Le deseo que fracase en su intento de embaucar a España, en ese veneno terrible que ya nos hicieron beber a los venezolanos. Podemos es el PSUV de España. Digo más: su sucursal en Madrid.

Leócenis García, editor de 6to Poder.

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