Trump mantiene desinformada a la prensa desde su victoria: la opacidad del nuevo presidente de los EEUU

Donald Trump está manteniendo a los estadounidenses en la desinformación acerca de sus primeras conversaciones y decisiones como presidente electo, frustrando una práctica destinada a asegurar que el público tenga la mirada puesta en su nuevo líder.

Trump se negó el pasado jueves a permitir que los periodistas viajaran con él a Washington para su primer encuentro con el presidente saliente Barack Obama y con los líderes del Congreso. Los principales asesores del republicano rechazaron las peticiones de los medios de comunicación para que un pequeño grupo de periodistas lo siguieran mientras se celebraban esos encuentros.

La decisión forma parte de una táctica de opacidad en los movimientos de Trump desde su victoria el pasado martes. El equipo de Trump no ha publicado un horario diario, ni ha ofrecido ninguna actualización detallada sobre cómo ha pasado su tiempo. No han reconocido llamadas telefónicas ni ningún otro contacto con los líderes mundiales, que han sido confirmados por las oficinas de los propios líderes.

Cuando el presidente ruso Vladimir Putin envió un telegrama de felicitación a Trump el miércoles, Moscú difundió la palabra. Una llamada telefónica con el Primer Ministro británico Theresa May fue anunciada en Londres. El hecho se repitió para las convocatorias con líderes de Israel, Egipto, Corea del Sur y Australia.

La Casa Blanca normalmente se encarga de notificar a la prensa las llamadas telefónicas que el presidente mantiene con los líderes extranjeros, proporcionando algunos detalles sobre la conversación. Pero los primeros indicios sugieren que Trump está dispuesto a romper el protocolo habitual en cuanto a su relación con la prensa se refiere.

Como candidato, Trump se burló de la prensa como «desagradable» y «deshonesta». Se negó a permitir que un grupo de reporteros y fotógrafos de campaña volara en su avión a eventos, a veces comenzando sus intervenciones antes de que su equipo de prensa hubiera llegado. Esta práctica no se extendió a su compañero de equipo, Mike Pence, que fue seguido por un grupo tradicional de periodistas.

Las principales agencias de noticias llevaban intentado durante semanas coordinar que un grupo de periodistas viajara con Trump inmediatamente después del Día de las Elecciones si ganaba. La Associated Press es una de las agencias que acudieron a los asesores de Trump para hablar sobre este seguimiento.

La portavoz de Trump, Hope Hicks, dijo que el equipo del presidente electo espera «operar con un equipo tradicional y esperamos implementar nuestros planes en un futuro cercano».

La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, que coordina los grupos de prensa y aboga por la transparencia en la Casa Blanca, instó a Trump a permitir a los periodistas cubrieran sus reuniones y movimientos.

«Esta decisión podría dejar a los estadounidenses ciegos acerca de su paradero y bienestar en caso de una crisis nacional», dijo Jeff Mason, corresponsal de la Casa Blanca para Reuters y presidente del grupo. «No permitir que un grupo de periodistas viajen con el y cubran los pasos del próximo presidente de los Estados Unidos es inaceptable».

La reunión de Trump con Obama en la Oficina Oval fue registrada por el grupo de reporteros de la Casa Blanca, fotógrafos y periodistas de televisión que cubren al presidente.

La prensa siempre presente en la Casa Blanca

Cada presidente y presidente electo en la historia reciente ha viajado con un grupo de periodistas al salir de los terrenos de la Casa Blanca.

Un grupo de reporteros y fotógrafos estaba en la caravana cuando el presidente John F. Kennedy fue disparado y asesinado en Dallas. El equipo de prensa estaba a sólo unos pasos del presidente Ronald Reagan cuando fue fusilado fuera de un hotel en el distrito de Columbia, y quedó estacionado fuera de su hospital mientras se recuperaba. El equipo de periodistas también viaja en vacaciones y viajes en el extranjero y en ocasiones ha sido el que ha captado momentos históricos, y personales, de la presidencia.

La práctica hace que los periodistas sean testigos oculares de cómo el presidente realiza negocios, en lugar de confiar en cuentas de segunda mano. A menudo capturan momentos íntimos entre el presidente y las personas que recibe. La Casa Blanca, por su parte, depende de que haya periodistas cerca en todo momento para transmitir los primeros comentarios del presidente sobre noticias de última hora.

Las agencias de noticias se turnan sirviendo en el pequeño grupo y compartiendo el material recogido con la prensa general. El equipo de prensa también cubre eventos oficiales en la Casa Blanca cuando se limita el acceso de prensa.

Debido a preocupaciones de seguridad, los presidentes y presidentes electos viajan en una burbuja de seguridad, con el tiempo exacto de su viaje en secreto y calles, a menudo, bloqueadas en torno a sus eventos. Eso deja a las agencias de noticias dependientes de la Casa Blanca para facilitar la cobertura. Obama también ha buscado nuevas formas de limitar el acceso a la prensa de la Casa Blanca.

El jueves, a los fotógrafos no se les permitió fotografiar ni grabar la reunión entre la primera dama Michelle Obama y Melania Trump, quien se unió a su esposo en la visita a la Casa Blanca. La Casa Blanca publicó una foto tomada por un fotógrafo del personal y la distribuyó en las redes sociales.

En cambio, sí se les permitió inmortalizar una reunión similar entre la Sra. Obama y la entonces primera dama Laura Bush hace ocho años.