Obama le dice a la cara a Netanyahu que le «preocupa» la «ocupación de Cisjordania»

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Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, y Barack Obama, presidente de EEUU, en la sede de la ONU. (AFP)

Ya lo había hecho ante el mundo entero, en su discurso a la Asamblea General de Naciones Unidas, provocando un profundo malestar en el primer ministro israelí. Pero este miércoles ha sido a la cara. Barack Obama ha criticado ante Benjamin Netanyahu la política israelí en los asentamientos de Cisjordania, en la que podría ser la última reunión entre los dos líderes.

“Los israelíes deben aceptar que no pueden ocupar la tierra palestina”, soltó Obama como una bomba atómica en el ánimo de su aliado Netanyahu. “Debemos hacerlo mejor todos como líderes», añadió a modo de bálsamo tras el bofetón, «no enfadarnos unos con otros, sino entendernos y liderar a nuestros pueblos».

Obama, que abandonará la Casa Blanca a principios de 2017 tras las elecciones del próximo 8 de noviembre, ha visto cómo en estos últimos años su relación con Netanyahu ha pasado por todo tipo de altibajos. Más bajos que altos, en realidad.

Las sucesivas críticas del mandatario norteamericano a las acciones del Gobierno de Israel no han gustado a su tradicional aliado. Tampoco fue fácil de digerir para Obama el discurso pronunciado por ‘Bibi’ en el Congreso en la primavera de 2015, invitado por la mayoría republicana para intentar torpedear el inminente acuerdo nuclear con Irán.

Los dos dirigentes se han visto en los márgenes de la Asamblea General de la ONU y, en unas declaraciones públicas iniciales, han dejado clara la línea que seguirían durante el encuentro posterior. Así, Obama ha repartido concesiones y reproches, como hizo el martes, como ha venido haciendo durante estos años.

El presidente de Estados Unidos ha admitido el «gran peligro» que representa el terrorismo y la escalada de violencia en Oriente Próximo y también ha expresado su «preocupación» por la actividad en los asentamientos israelíes de Cisjordania.

«Esperamos que podamos seguir siendo un aliado eficaz de Israel en la búsqueda de la paz», ha añadido Obama, quien también ha destacado los últimos acuerdos militares entre ambos países.

Netanyahu, por su parte, ha agradecido al dirigente norteamericano sus alusiones a los desafíos que afronta Israel y ha citado como el reto más acuciante «el fanatismo incesante».

El primer ministro ha insistido en que su Gobierno y el pueblo israelí «nunca renunciarán» a tratar de lograr la paz y ha sido elegante en su presunta despedida del presidente saliente –a pesar de que para él sea una alivio perderlo de vista en breve– destacando que, en este y otros esfuerzos, «Israel nunca ha tenido un mejor amigo que Estados Unidos».

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