Al menos 23 civiles sirios mueren en Deir Ezzor en un bombardeo contra yihadistas

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Vecinos del barrio de Al Midan, en Alepo, ante los efectos de un bombardeo rebelde. (AFP)

Vivir en una ciudad en manos de yihadistas es peligroso por dos. El día a día bajo su égida de sátrapas desalmados y, además, porque sus cuarteles son objetivo de todos los actores de la guerra siria: la coalición liderada por EEUU, la alianza de Rusia con el régimen, los kurdos liberadores de sus tierras, los rebeldes políticos más o menos democratizadores…

Así que, por mucha tregua en vigor que rija estos días en territorio de Siria, al menos 23 civiles se han unido a las desmesuradas cifras de cadáveres que va cosechando este conflicto. Los bombardeos aéreos sobre la ciudad de Mayadin, en la provincia de Deir Ezzor, en el este Siria, en manos del autodenominado Estado Islámico (ISIS), no tienen autor determinado, según anunció el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

«Veintitrés civiles, entre ellos nueve niños, murieron en ataques aéreos contra la ciudad de Mayadin» en la provincia de Deir Ezor, ha detallado a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahmane, quien precisó que uno de los ataques tenía como objetivo una escuela que albergaba a personas desplazadas por la guerra.

Otros 30 civiles resultaron heridos en estos ataques aéreos, agregó Abdel Rahmane, sin poder indicar si se trató de la aviación rusa, siria o de la coalición internacional antiyihadista dirigida por Washington.

La provincia de Deir Ezzor, que cuenta con importantes yacimientos petrolíferos, está en manos del ISIS, que controla también la mayor parte de la capital provincial del mismo nombre, excepto el aeropuerto militar y barrios cercanos, en manos del régimen.

La ayuda sigue sin llegar

La tregua en Siria, que dio comienzo en la tarde del pasado lunes, no está surtiendo el efecto deseado, que es el de llevar la ayuda humanitaria a las ciudades más asediadas. A pesar del alivio personal que supone la pausa en los bombardeos y la posibilidad de salir a las calles, decenas de miles de habitantes de urbes como Alepo siguen sin tener nada que llevarse a la boca ni medicinas con las que atender sus necesidades.

 

Este mismo jueves, Rusia anunció este jueves que las fuerzas del régimen sirio empezaban a retirarse de la carretera del Castello, eje vital para llevar ayuda humanitaria a los barrios rebeldes de Alepo, en cumplimiento del acuerdo de tregua negociado con Estados Unidos.

«Cumpliendo con sus compromisos, las fuerzas sirias iniciaron la retirada de su material de combate y de su personal de la carretera del Castello», declaró el jefe del centro ruso de coordinación en Siria, Vladimir Savchenko.

Añadió que, por su parte, los rebeldes no se habían retirado, como estaba convenido. Según el general Savchenko, la retirada de las tropas sirias permitirá que llegue la ayuda humanitaria a Alepo.

Una veintena de camiones de la ONU con ayuda humanitaria destinada a Alepo, la gran ciudad del norte de Siria, atravesaron este jueves por fin la frontera desde Turquía. En esta ciudad viven aún 250.000 habitantes asediados desde hace dos meses, y que carecen de todo.

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