Los demócratas acusan a Trump de ser poco original y limitarse a «hacerse eco» del discurso de Putin

Estados Unidos
Hillary Clinton y Donald Trump, candidatos demócrata y republicano a la Casa Blanca. (Fotos: Reuters)

Donald Trump está basando su campaña para la Casa Blanca en lo mismo en lo que basó la de las primarias: pisar todos los charcos y hacer ruido para salir en todos los titulares, al precio que sea. Incluso si lo que ha de pagar es su propia credibilidad… con la que ya no contaba ni él mismo antes de presentarse. No es la coherencia uno de los valores en los que ha basado su vida ni sus negocios el magnate de la construcción estadounidense. Este miércoles por la noche, en un mitin, Trump acusó al actual presidente, Barack Obama, de ser el «fundador del ISIS» y a su rival en las elecciones del próximo 8 de noviembre, «la deshonesta Hillary Clinton», de ser «la cofundadora».

Lo que más sorprende es que el Partido Demócrata haya salido a responder semejante barrabasada. Pero lo ha hecho, quizá porque si Trump, este Trump, ha llegado a ser el candidato elegido por los votante republicanos para competir por la Presidencia es que hay gente, mucha gente, dispuesta a creer sus exabruptos. Así, el equipo de campaña de Clinton ha acusado al republicano de no ser ni original, sino de simplemente «hacerse eco» de las palabras del presidente ruso, Vladimir Putin en sus acusaciones infundadas.

«Éste es otro ejemplo de Donald Trump arremetiendo contra Estados Unidos», ha dicho el asesor de política exterior de Clinton, Jake Sullivan. «Lo que llama la atención de los comentarios de Trump es que, otra vez, se está haciendo eco del discurso de [Vladimir] Putin y nuestros adversarios para atacar a los líderes e intereses estadounidenses, sin llegar a ofrecer ningún plan serio para combatir el terrorismo o hacer que este país sea más seguro», ha añadido.

Las declaraciones de Trump contra ambos llegaron poco después de alentar a los defensores de la Segunda Enmienda de la Constitución de EEUU, los defensores del derecho a portar armas de fuego, a impedir que Clinton se convierta en presidenta. La Segunda Enmienda es la que contempla el derecho a tener armas y ese comentario ha sido interpretado como una invitación a disparar a la candidata.

Más acusaciones a Rusia

Entretanto, continúa la polémica del Partido Demócrata contra Rusia, a la que acusa de ser la responsable de las filtraciones de correos electrónicos de la cúpula de la formación. La líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha acusado este jueves a Moscú de estar detrás de la filtración de los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (CND), que ha calificado de «Watergate electrónico», según ha informado la cadena estadounidense CNN.

La estrategia de confrontarse con la Rusia de Putin parece estar dándole réditos a la candidatura de Clinton, que ya encabeza en 10 puntos a la de Trump en las encuestas. El discurso demócrata construye una alianza entre el populista Trump y el mandatario ruso y a ambos como amenazas para los intereses de Estados Unidos en el mundo.

Pelosi, ha comparecido este jueves ante los periodistas a consecuencia de un artículo publicado por el The New York Times, que afirma que el ataque electrónico sufrido por el Partido Demócrata es mucho más grave de lo que se pensaba. «Esto es un Watergate electrónico. Es un robo. Los rusos nos han robado», ha declarado Pelosi. De acuerdo con el citado diario, varias fuentes cercanas a la investigación de la filtración de los correos del CND aseguran que el ataque electrónico ha sido obra de agencias de Inteligencia rusas.

Según el artículo, publicado a última hora del pasado miércoles, los ‘hackers’ responsables no sólo tuvieron acceso a los emails del CND, sino que también lograron entrar en las cuentas privadas de correo de más de 100 miembros del partido, entre ellos miembros de la Asociación Demócrata de Gobernadores y de la campaña de Hillary Clinton. «¿A quién le dieron la información? No lo sé. ¿Quién la ha filtrado? No lo sé. Pero sí sé que esto es un robo como el del Watergate. Y cualquiera que explote esa información para avergonzarnos es un cómplice», ha concluido Pelosi.

La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, ya acusó al Kremlin en una entrevista con la cadena FOX de intentar influenciar su campaña mediante los ataques y la filtración de los correos, algo que desde Moscú han negado rotundamente. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, alegó que las acusaciones forman parte de un intento por ocultar que la campaña electoral estadounidense ha sido manipulada.

En otra de sus salidas de tono y ayudando al Partido Demócrata a asimilarlo con Putin, el candidato republicano a la Presidencia, Donald Trump, realizó una serie de declaraciones muy polémicas sobre el asunto, en las que animaba a Rusia a ‘hackear’ la cuenta privada de Clinton y a publicar toda la información. Al día siguiente se retractó, alegando que estaba siendo «sarcástico» y rechazó los «rumores» sobre la supuesta implicación de Rusia en la filtración.

En un principio, los servicios de Inteligencia identificaron dos ataques cibernéticos distintos en los servidores del CND, los dos procedentes de ‘hackers’ trabajando para el Ejército ruso y sus servicios de Inteligencia, de acuerdo con expertos en materia de ciberseguridad. Sin embargo, no se tenía constancia de los ataques a las cuentas de correo privadas ni de los sufridos por la Asociación de Gobernadores y por la campaña demócrata.

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