Los delegados contrarios a Trump abandonan la convención republicana

Donald Trump nunca se ha parado ante ningún obstáculo ni le ha importado romper las barreras que lo separaran de sus objetivos. Y esta vez puede que esté acabando con la unidad del Partido Republicano que desde este lunes se reúne en Cleveland (Ohio) para proclamarlo su candidato a la Casa Blanca. Los delegados republicanos contrarios a Trump han abandonado entre protestas la Convención Nacional Republicana tras la derrota de la propuesta para celebrar una votación a viva voz sobre la candidatura, única esperanza de evitar la elección de Trump.

El ambiente en el complejo Quicken Loans Arena se tensó cuando opositores y seguidores de Trump se enfrentaron en un duelo de eslóganes, gritos y silbidos, en una nueva muestra de las profundas divisiones que suscita la candidatura del polémico millonario, quien deberá enfrentarse a la muy experimentada Hillary Clinton, la candidata demócrata a suceder a Barack Obama en la Casa Blanca.

Los delegados anti Trump defendieron esta vía coreando la consigna «¡roll call!» (votación a viva voz) poco después de que la dirección del Partido Republicano aprobara por aclamación la normativa nada más comenzar la convención. Esta normativa prohibía la petición de una votación a viva voz.

La dirección del partido ha argumentado que no había suficiente apoyo para convocar una votación a viva voz que evidenciaría los partidarios reales de Trump. Entonces, algunos delegados salieron del edificio en protesta.

La parte más nuclear del aparato del Partido Republicano rechazó desde un principio la candidatura del polémico millonario Trump, al que consideran un extraño al partido, demasiado radical. Sin embargo, con las primarias Trump ha demostrado que cuenta con el apoyo de las bases republicanas y proclamó hace apenas una semana la defunción del movimiento Never Trump (Nunca Trump).

El último paso

El partido Republicano reunió este lunes a más de 2.000 delegados reunidos en Cleveland en lo que es el último paso antes de la apertura formal de la campaña por la Presidencia. El polémico millonario reunió en torno a sí a los representantes elegidos en este año de primarias en el Quicken Loans Arena de Cleveland (Ohio), donde su esposa, Melania, una ex modelo eslovena 24 años más joven que él, tenía previsto pronunciar un discurso.

En la inauguración de las discusiones, el presidente del partido, Reince Priebus, propuso tributar un minuto de silencio por los «policías caídos en Baton Rouge, Dallas y todas partes».

Tras escuchar el himno y el juramento a la bandera, los delegados empezaron los debates, interrumpidos apenas por algunos discursos de figuras republicanas y del alcalde de Cleveland. Una banda en vivo animaba la sesión.

Después de unas agrias primarias en las que Donald Trump eliminó uno a uno a 16 candidatos, a menudo con declaraciones explosivas y ataques personales, los cuatro días de feria republicana pondrán bajo los reflectores la complicada relación del empresario neoyorquino y el «Grand Old Party» (como se conoce en EEUU al Partido Republicano).