El cardenal George Pell ayudará a las víctimas australianas de abuso sexual

El cardenal George Pell ayudará a las víctimas australianas de abuso sexual
Imagen del cardenal George Pell caminando por las calles de Roma. (Getty)

El australiano George Pell, actual jefe de finanzas del Vaticano, que es uno de los nueve cardenales que ayudan al Papa Francisco en la reforma de la Curia, se reunió ayer con personas que sufrieron abusos sexuales en la diócesis de Ballarat (Australia) durante la década de los 70 y 80.

El encuentro que fue calificado como “emotivo” por ambas partes tuvo lugar en Roma, donde las víctimas de abusos sexuales cometidos por un sacerdote australiano viajaron para presenciar las respuestas de Pell al interrogatorio de la Comisión Australiana.

«Todos queremos intentar que las cosas mejoren ahora y sobre el terreno, especialmente para las víctimas y sus familias. Me comprometo a continuar ayudando al trabajo de este grupo. Los católicos practicantes de Ballarat son conocidos por su lealtad y su caridad. Les pido que sigan colaborando con las víctimas para mejorar la situación” declaró Pell.

Pell es sospechoso de haber encubierto cientos de casos de pederastia cuando era sacerdote en la región de Ballarat y arzobispo en Melbourne, concretamente los cometidos por el cura Gerald Ridsdale.

Ridsdale fue condenado entre 1993 y 2013 por abusos sexuales de 54 niños, que en algunos casos tenían tan solo 4 años de edad, cuando era el capellán en el colegio solo para niños St Alipius.

En esas fechas, doce niños se suicidaron por las vejaciones a las que fueron sometidos por parte de Ridsdale.

«Un suicidio es demasiado. Y ha habido muchos de esos suicidios trágicos. Me comprometo a trabajar con el grupo que trata de detener esto, de modo que el suicidio no se baraje como una opción entre quienes están sufriendo. Yo también, a pesar de la separación de la distancia, quiero hacer de Ballarat un modelo y un lugar mejor de sanación, para la curación y para la paz» añadió Pell.

La pesadilla del Papa Francisco

Desde que se convirtió en Sumo Pontífice, el Papa Francisco se comprometió a que se hiciera justicia y no se encubrieran más casos de pederastia que afectarán a la Iglesia Católica.

Los abusos sexuales cometidos por religiosos católicos se cuentan por millones y afectan a todos los países del mundo.

El filme que ganó el pasado domingo el Óscar a la mejor película, Spotlight, aborda este tema que avergüenza a la Iglesia Católica, pero que se ha estado ignorando muchos años o incluso siglos.

La película narra la investigación llevada acabo por el periódico Boston Globe a raíz de numerosos casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en la ciudad de Boston.

Dichos abusos eran conocidos por altos cargos de la Iglesia Católica pero no fueron condenados ni excomulgados los sacerdotes que eran claramente pederastas.

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