Una especie de pez depredador pone en jaque a Ecuador, Colombia, Panamá y México

Ejemplar de cobia.
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Esta especie está presente en todos los océanos del mundo, excepto en el Pacífico Central y Oriental. Durante el mes de abril de 2015, Ecuador inauguró el primer criadero de peces cobia del país. Tan sólo cuatro meses después, se registró una fuga de ejemplares y hoy la alerta se ha extendido a Colombia y Panamá.

Fue a finales de agosto cuando los ejemplares juveniles escaparon de sus jaulas, ubicadas a 16 kilómetros de las playas de ecuatorianas. Desde las autoridades del país destacaron que la causa se podría deber al “avanzado deterioro y falta de mantenimiento en las jaulas contenedoras” donde se criaban las cobias.

Desde aquel momento, los pescadores de la región de Manabí, donde estaba ubicada la piscifactoría, han capturado varios ejemplares. El problema es que hay muchos fueran de control. Según declaraciones de la Federación de Organizaciones Pesqueras y Análogas de Ecuador a BBC Mundo, hay una considerable merma en las faenas por culpa de este depredador.

Tan sólo dos meses y medio después de la fuga, cobias de la misma dimensión han sido avistadas en las costas de Panamá. Dadas sus características, desde el Instituto de Investigaciones Tropicales creen que podrían tratarse de los ejemplares que escaparon de Ecuador. Por lo tanto, estos peces llegaron hasta aguas panameñas a través de Colombia. Si consideramos el ritmo de avance de las mismas, en menos de medio año podrán estar llegando a México. Incluso California podría estar amenazada.

Una alerta que se repite

El tema es serio ya que los científicos del Smithsonian han alertado sobre “los efectos de largo alcance sobre la pesca y la ecología marinera en el Pacífico Oriental” que puede provocar la actividad destructiva de la copia.

“La cobia es la única especie de su familia, representa un tipo inusual de depredadores de la zona tropical del Pacífico Oriental, que no sólo aumenta el grado de incertidumbre sobre sus efectos y sino el potencial para una mayor perturbación de los ecosistemas de la zona», explica los expertos.

Al ser una especie perteneciente a un ecosistema foráneo, goza con la ventaja de ser un depredador cuyas víctimas no solo no logran identificarlo como tal, sino que además no enfrenta ninguna defensa natural.

El pez león

Este tema tiene algunas semejanzas con el pez león. Desde su llegada en la década de 1990 a las costas de Florida, en Estados Unidos, se ha extendido por el Atlántico Occidental y el Caribe. Su efecto más nocivo se registra actualmente en los arrecifes de coral.

海鱺魚

Los científicos marinos de Panamá trabajan ya para tratar de poner alguna solución al problema “antes de que se nos vaya de las manos”, apunto un trabajador del Departamento de Biodiversidad de Costas y Mares del Ministerio de Ambiente del país.

Una de las primeras medidas que desarrollarán será la educación de pescadores artesanales para que reconozcan a la especie y adviertan de cualquier avistamiento.

Un alimento gourmet convertido en amenaza

La cobia tiene una carne de alta calidad utilizada en la elaboración de sushi y sashimi. El kilo puede costar alrededor de 10 euros, por lo que se le considera un pez de lujo.

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