Koei Tecmo vuelve a traer su saga más famosa a la híbrida de Nintendo. Veremos qué tal le sienta la portabilidad en nuestro análisis de Dynasty Warriors 8: Xtreme Legends Definitive Edition para Nintendo Switch.
El género musou es uno del que, creo, nunca llegaré a entender su éxito. Podríamos llegar a decir que son la versión de juegos de fútbol para aquellos que no entienden qué hay de divertido en correr detrás de una pelota. Cada año tenemos nuestra pequeña dosis con nuevos personajes y pequeños añadidos que no siempre llegan a justificar la compra anual. Sin embargo, aquí estamos una vez más con la versión que podremos llevarnos allá donde queramos. Os contamos qué nos ha parecido en nuestro análisis de Dynasty Warriors 8: Xtreme Legends Definitive Edition para Nintendo Switch.
La octava entrega de Dynasty Warriors sigue con la tradición de la saga presentando un concepto, a simple vista, increíblemente simple pero efectivo. Bajo nuestro control está uno de los grandes generales que tenemos a nuestra disposición para elegir entre la abrumadora cantidad de más de 100 personajes posibles. Cada uno de ellos con su propio estilo de lucha, su arma favorita y su afiliación. Una vez elegido el personaje que queremos usar, podremos decidir si llevarlo en las fases libres o en cualquiera de los modos campaña.
Ya en plena misión, nos moveremos a través de gigantescos mapas mientras eliminamos multitud de enemigos. Y es aquí donde la mayor satisfacción de Dynasty Warriors, y la clave de su éxito, reside. Manejar a un personaje increíblemente poderoso y poder realizar combos perfectos para eliminarlos. ¿Que quieres mantener en el aire a un puñado de soldados mientras realizas combos? Aquí tienes lo que necesitas. Sobre todo, el tener la posibilidad de poder probar a los distintos personajes y ver como todos tienen la posibilidad de mostrar su fuerza en mitad de una misión.
Cientos de horas de las que disfrutar
Pero Dynasty Warriors no es sólo un juego en el que haremos un montón de misiones matando a otro montón de enemigos. Tendremos distintas campañas que realizar, incluso una de ellas protagonizada por nuestro querido Lu Bu quien, además, empieza a un nivel más alto que el resto de personajes. Dicho esto, cualquier personaje tiene su propia campaña (algunas sí son idénticas cuando son personajes menos populares) lo que nos obligará, si queremos tener todo en nuestra biblioteca y galería desbloqueado, a echar cientos y cientos de horas.
Sin duda alguna, el modo que se lleva la palma en este juego es el “Modo Ambición”. Tendremos que elegir, una vez más, a uno de los cientos de personajes a los que llevaremos a la gloria. Para eso, tendremos un pequeño campamento que tendremos la obligación de ir mejorando a través de diferentes misiones. Al acabar las fases (podremos elegir qué tipo de misión hacemos, la cual nos dará diferentes recompensas) tendremos nuevos aliados en nuestra base y nuevas instalaciones que nos darán algunas mejoras, como la posibilidad de crear armas para nuestro general o elegir qué personaje hacer. Esta ambición hace que el port valga la pena y nos mantendrá enganchados durante un buen montón de horas viendo como aumenta la gloria de nuestra pequeña base.
Esta edición definitiva incluye todos los DLC que salieron en su momento, con lo que tendremos acceso desde el primer momento a todo el contenido extra del juego. Una parte negativa de esto es que podremos usar armas inmensamente poderosas que nos darán una ventaja brutal durante todo el juego. Algunas de ellas son realmente graciosas, como la que cambiará de un champiñón gigante que lanza veneno a una palmera que deja cocos a su paso con cada combo. Esto no deja de ser un detalle gracioso pero también nos deja en un lugar beneficioso respecto a la dificultad del juego.
Una sustancial mejora técnica
Una de las mayores preocupaciones que me provocaban este port es cómo iba a rendir en Nintendo Switch, teniendo en cuenta que otros juegos de Koei Tecmo suelen presentar ralentizaciones en la híbrida. A pesar que los escenarios siguen siendo igual de planos que anteriores entregas, los personajes están llenos de detalles y son fácilmente reconocibles, máxime teniendo en cuanta la cantidad que hay. Además, lo que más me ha sorprendido, para bien, es que el juego funciona realmente bien, con una tasa de frames estable durante todas las partidas. El único momento donde parecía ralentizarse era durante la ejecución del musou, es decir, durante los 3 segundos de animación antes del ataque. Durante todas las horas que he jugado demuestra una gran estabilidad en el juego. Ahora solo falta que Koei Tecmo siga con esta tendencia durante el resto del juego.
En cuanto al sonido, la banda sonora sigue con su línea de música rockera cheesy que, sin embargo, casa a la perfección con la vertiginosa e imparable acción del juego. Y, como ya conocéis, las voces siguen siendo de tan baja calidad como siempre, como si estuvieran hechas sin ganas pero dándole ese tono exagerado que las hacen tan únicas y reconocibles.
CONCLUSIONES DEL ANÁLISIS DE DYNASTY WARRIORS 8 XTREME LEGENDS PARA NINTENDO SWITCH
Dynasty Warriors 8 Xtreme Legends es un gran añadido para la biblioteca de Switch y uno imprescindible si eres fan de los musou. La cantidad de horas que le puedes echar a través de todos sus modos de juego es, sin duda, una apuesta segura. Además, las mejores técnicas que se han hecho respecto a otros juegos que Koei Tecmo ha lanzado en Nintendo Switch ha quedado patente con este lanzamiento.