Cinco rutas
secretas

y fresquitas de la Sierra de Guadarrama que nos acercan al corazón de la naturaleza

La Sierra de Guadarrama, ubicada al norte de la Comunidad de Madrid, es uno de los espacios naturales más bellos de nuestro país. Ofrece decenas de rutas para disfrutar de la naturaleza y practicar ejercicio al aire libre, con más de 600 km de cultura y naturaleza a menos de 40 km de Madrid.

En la Sierra de Guadarrama están algunas de las rutas más conocidas de la región, como La Pedriza o Siete Picos, pero también posee otras más secretas y menos transitadas que nos brindan la naturaleza más salvaje de la región.

Unos itinerarios de gran belleza paisajística, enriquecidos con elementos culturales propios de la Sierra de Guadarrama: antiguas canteras, fincas ganaderas de toro bravo, vías pecuarias y tramos del Camino de Santiago de Madrid.

Un destino
para dormir
arropados

Además, la Sierra de Guadarrama en verano es uno de los destinos de la Comunidad de Madrid más placenteros porque por el día disfrutamos del brillo de un sol radiante y una vegetación esplendorosa, pero por las noches podemos dormir arropados con una sábana, lejos del calor del asfalto.

Por todo ello, os proponemos más de 300 kilómetros de rutas alternativas a las más conocidas de la Sierra de Guadarrama.

Preparaos con calzado adecuado, mochila, algo de comida y agua para manteneros hidratados, y disfrutad de la naturaleza de la Comunidad de Madrid en todo su esplendor.

De Guadalix
de la Sierra
a Soto del Real

Miguel Ángel Jara, gerente de la Asociación de Desarrollo de la Sierra de Guadarrama (ADESGAM), recomienda, en primer lugar, que vayamos de Guadalix de la Sierra a Soto del Real por el Camino Mendocino a Santiago: «Es un precioso camino donde contemplar con seguridad alguna de las mejores ganaderías de toro bravo de España, mientras disfrutamos de un monte de encinar mediterráneo».

Se trata de una ruta que podemos hacer en familia, ya que la dificultad es baja, y a través de la cual recorreremos parte del Camino de Mendocino a Santiago de Compostela. Desde la Iglesia de San Juan Bautista de Guadalix de la Sierra saldremos del municipio para adentrarnos en el Camino del Hormigal, con vistas espectaculares del Cerro de San Pedro, tónica habitual a lo largo de las dos horas que dura el recorrido, hasta llegar a la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Soto del Real, donde encontramos un retablo mayor barroco en nogal de 1749 con una talla de alta calidad.

Como destaca Jara, durante el recorrido es posible contemplar a toros bravos pastando en libertad en las dehesas pertenecientes a algunas de las principales ganaderías de la Sierra de Guadarrama. Varias de estas fincas ofrecen visitas guiadas que permiten conocer de cerca la vida y el proceso de crianza de estos animales en un entorno natural privilegiado, habitualmente acompañados por el mayoral de la explotación.

Un escenario
de película

Aunque no es el único secreto sorprendente de Guadalix de la Sierra que debemos conocer si nos decidimos a conocer esta zona de la Comunidad de Madrid y, especialmente, si además somos aficionados al cine clásico.

En 1952 se rodó Bienvenido Mister Marshall, de Luis García Berlanga, con Pepe Isbert, Manolo Morán y Lolita Sevilla como actores principales.

«Para el municipio, aquella grabación supuso un antes y un después, ya que puso a Guadalix de la Sierra en el mapa como el pueblo donde se rodó una de las grandes películas del cine español. De hecho, varios guadaliseños aparecieron como figurantes en el film«, cuenta orgulloso Jara.

Caminos
de pastores

En segundo lugar, vamos a transitar de Alpedrete a Los Molinos por los caminos de los pastores, una ruta de siete km que sale del Camino de los Berrocales hasta la Ermita de San José, y que dura, al igual que la anterior, alrededor de dos horas.

Atravesaremos decenas de fincas ganaderas de altísima belleza mientras disfrutamos de las mejores vistas de las cumbres de la Sierra de Guadarrama y, la mayor parte del tiempo, esteremos caminando sobre una vía pecuaria en una zona donde el pastoreo siempre ha sido uno de los oficios más importantes. «Ha sido uno de los trabajos más desarrollados de nuestra sierra, por ella transitaban muchos rebaños, al discurrir por aquí parte de la Cañada Real Segoviana», detalla.

Dedica, además, una oda a la figura del pastor, uno de los oficios más importantes de la zona y uno de los más sacrificados, probablemente. «Es cierto», determina Jara, «que los pastores tenían asegurado el pan, pero nunca dejaban de ser pobres. Pasaban muchos meses fuera de casa, dormían en el campo, a veces a la intemperie, y conocían muy bien y de cerca a sus animales y a la naturaleza». Tanto es así, relata, que «en los meses de invierno ayudaban a parir a las ovejas y volvían a sus casas en primavera, en ese momento, las esquilaban, acumulaban la lana merina, una de las materias primas más apreciadas para realizar paños y otros menesteres, y la vendían». 

Una ruta circular
por Hoyo de Manzanares

La siguiente ruta parte y finaliza en Hoyo de Manzanares, ya que se trata de un cómodo recorrido circular de aproximadamente 14 kilómetros.

Esta propuesta es algo más exigente que las dos anteriores, pues requiere entre cuatro y cinco horas para completarla, según el ritmo de cada participante. “Es un paseo tranquilo que permite descubrir el municipio con mayor diversidad biológica de la Comunidad de Madrid; aquí el monte mediterráneo se muestra en estado puro”, señala Jara.

En las inmediaciones de la ruta, Jara destaca el atractivo del Área Recreativa de La Cabilda, un espacio equipado con fuentes y mesas al aire libre donde se encuentra el Yacimiento Arqueológico visigodo de La Cabilda. Este enclave puede visitarse libremente gracias a su acceso gratuito y a su amplio horario. Dentro del recinto, varios atriles informativos facilitan la comprensión e interpretación de los restos arqueológicos, permitiendo descubrir cómo vivían los habitantes de esta antigua aldea medieval, considerada el primer asentamiento de Hoyo de Manzanares, concluye el gerente de la Asociación de Desarrollo de la Sierra de Guadarrama (ADESGAM).

De Alpedrete
a Collado Mediano
entre antiguas canteras

La cuarta ruta secreta que proponemos en la Sierra de Guadarrama parte de Alpedrete y finaliza en la Plaza Mayor de Collado Mediano. El recorrido, de aproximadamente una hora y media de duración, comienza en la Plaza de la Villa de Alpedrete, un tradicional punto de encuentro para vecinos y visitantes.

Este espacio está presidido por la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, cuya imponente estructura, construida con sillares de piedra, le confiere un aspecto más propio de fortaleza que de templo religioso.

Quienes disfrutan de la naturaleza encontrarán en este paseo una experiencia especialmente gratificante, no solo por su sencillez, sino también por el entorno que atraviesa: un recorrido entre encinas, robles y enebros, salpicado de antiguas canteras de granito hoy abandonadas, que en su día fueron auténticos motores de actividad en la zona.

“El oficio de la cantería se consolidó en Alpedrete con la llegada de canteros gallegos, portugueses y cántabros tras la construcción de la Catedral de Santiago, convirtiéndose durante muchos años en el principal motor económico del municipio”, explica Jara.

Además, recuerda que “muchos de los edificios más emblemáticos de la Comunidad de Madrid, como el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, el Palacio Real, los Nuevos Ministerios, el adoquinado de Madrid o el balastro de las vías de ferrocarril, entre otros, fueron construidos con piedra extraída de las canteras de Alpedrete”.

De Moralzarzal hasta Cereceda

Como broche final, proponemos una ruta que conecta Moralzarzal con Cerceda, transitando por antiguos caminos de pastoreo que fueron fundamentales para la Mesta, la histórica institución creada en el siglo XIII por Alfonso X el Sabio para proteger la lana merina y facilitar su comercialización desde Castilla hacia toda Europa, especialmente hacia Flandes e Italia.

“La Mesta y la Sierra de Guadarrama fueron, sin duda, el auténtico Wall Street de su época. Entre los siglos XIV y XVIII, la lana de oveja merina se convirtió en uno de los grandes motores económicos de Castilla y de buena parte de la Península”, subraya Jara.

Cabe destacar que este itinerario desde Moralzarzal es sencillo y asequible para todos los públicos, con una duración aproximada de una hora y veinte minutos, ideal para recorrer en familia, en pareja o con amigos.

“Es un camino que nos permite conectar con la naturaleza y también con nuestras raíces. Por estas vías pecuarias se realizaba la trashumancia, el desplazamiento estacional del ganado entre los pastos de verano en la Meseta Norte y las dehesas de invierno en el sur, recorriendo extensas rutas ganaderas que aún hoy suman más de 125.000 kilómetros”, explica Jara.

“Una actividad que modeló el paisaje y la cultura local, sentando las bases de una poderosa industria textil y comercial”, concluye.

Un turismo inclusivo y abierto a todos

Estas cinco rutas que proponemos en la Sierra de Guadarrama son, además, plenamente inclusivas. Todas forman parte de la Red de Caminos Inclusiva de la Sierra de Guadarrama, que incorpora la tecnología BlindExplorer, un sistema de guiado sensorial especialmente diseñado para personas con discapacidad visual.

Esta red representa una clara apuesta tanto de la Sierra de Guadarrama como de la Comunidad de Madrid por el desarrollo de un turismo accesible y abierto a todos, adaptado a las necesidades de los diferentes perfiles de visitantes que buscan disfrutar de la naturaleza en el norte de la región.

Mucho más
que naturaleza

La Sierra de Guadarrama, como hemos comprobado, es un territorio repleto de sorpresas que cautiva desde el primer instante. Tal y como apunta Jara, “resulta muy gratificante saber que, tan cerca de una gran capital como Madrid, disponemos de un espacio donde respirar aire puro, contemplar montañas, y disfrutar del sonido y la frescura de los arroyos entre pinares y robledales. En definitiva, de los aromas de la primavera”.

Jara también anima a pasar la noche en la Sierra de Guadarrama para poder despertar rodeados de naturaleza. «Podemos disfrutar de los hoteles y casas rurales disponibles, tomar un aperitivo serrano y disfrutar de una deliciosa gastronomía en los restaurantes de la zona. Luego, después de comer, podemos acercarnos a disfrutar de algunas de las actividades culturales que ofrece la zona», concluye.

Por último, es fundamental cuidar el monte y todo nuestro entorno natural. Por ello, desde la Asociación de Desarrollo de la Sierra de Guadarrama (ADESGAM) se recomienda a todos los visitantes consultar el Decálogo del buen uso del monte. De este modo, todos disfrutaremos de la naturaleza por más tiempo.

Más información en Turismo de Madrid. 

Texto

María Villardón

Diseño