Cada día más viajeros eligen disfrutar del turismo sobre dos ruedas. La bicicleta se ha convertido en una herramienta de disfrute esencial para todos aquellos que prefieren moverse de una manera sostenible y hacer deporte, a la vez que pueden disfrutar del patrimonio cultural y gastronómico de cada una de las paradas de su recorrido. Solo por dar un dato: se calcula que cada año se realizan 2.300 millones de viajes en bicicleta por toda la UE, según cifras de la Federación Europea de Ciclistas.
Por tanto, se trata de una tendencia en alza desde hace algunos años, como vemos en todo el Viejo Continente, que también tiene su auge en España, especialmente en la Comunidad de Madrid, gracias a la iniciativa CiclaMadrid. Un proyecto que está en plena ebullición y que cada día tiene más seguidores de dentro y fuera de la región, al ser una forma novedosa, sencilla y ecológica de conocer todos los rincones fascinantes que esconde sobre nuestra bicicleta.
César Martín, presiente de CiclaMadrid, destaca que estas rutas «conecta los principales espacios naturales, culturales y patrimoniales de la región, gracias a los más de 1.200 kilómetros ciclables y un trazado circular llamado Gran Tour, de 420 kilómetros. Rutas ciclistas que buscan impulsar un turismo activo, sostenible y de cercanía».
Con respecto al espacio de la Comunidad de Madrid en el mapa europeo de la fiebre ciclista, Martín detalla que «la región tiene una oferta muy diversa y competitiva, donde la gran fortaleza está en la variedad de paisajes en distancias accesibles: desde la alta montaña en la Sierra de Guadarrama hasta vegas, olivares o viñedos, todo conectado con pueblos históricos y ciudades Patrimonio Mundial como Alcalá de Henares, Aranjuez o San Lorenzo de El Escorial».
Subraya, además, que en CiclaMadrid colaboran varios agentes sociales, como la Comunidad de Madrid, la asociación público-privada CiclaMadrid, ayuntamientos o empresas del sector, entre otros, que trabajan «para que el producto cicloturista sea cada vez mejor en nuestra región: más información sobre las rutas, servicios específicos para cicloturistas, formación a empresas y personal administrativo del sector turístico, realización de estudios sobre el perfil del cicloturista que viene a Madrid, etc.».
Con todo ello, Martín quiere que cuando una persona o grupo de personas quiere hacer una ruta en bicicleta «vea la Comunidad de Madrid como un destino de primer orden que ofrece infraestructuras, gastronomía y cultura de alta calidad, de las cuales ya gozan de muchísima popularidad entre los viajeros».
Territorialmente, la Comunidad de Madrid se organiza en cuatro grandes comarcas turísticas que rodean a la capital, todas ellas salpicadas por parajes impresionantes que os invitamos a descubrirlos dando pedales y enamorándote de ellos.
CiclaMadrid ofrece experiencias únicas a los amantes del ciclismo, así como de la cultura y la historia. Se trata de un tándem ganador cuando hablamos de varios lugares de la Comunidad de Madrid declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO, como es el caso del Monasterio y Sitio de El Escorial.
Podemos visitar San Lorenzo de El Escorial, en plena Sierra de Guadarrama, con una ruta urbana sencilla con nuestra bicicleta. Destacar, además, que podemos llegar hasta el municipio desde el centro de Madrid en tren de Cercanías Renfe y, una vez allí, ponernos en marcha.
Es una ruta corta, de más o menos 14 kilómetros, a través de la cual podemos conocer el Monasterio más importante del Renacimiento en España. Se trata de un complejo monumental que incluye un palacio, una basílica, un panteón, una biblioteca y las propias instalaciones monacales. Fue construido en el S. XVI bajo el reinado de Felipe II y es un lugar lleno de historia y arte que merece la pena conocer.
En el itinerario, además, podemos ver la Casita del Príncipe, las Casas del Infante, de la Compaña o de la Reina, y para terminar el día en cualquiera de los restaurantes del municipio, donde degustar platos de carne, setas, verduras de cercanía, el famoso cocido completo del Charolés o el estrella Michelin de Dani Ochoa, Montia.
Más allá de casco urbano y sus inmediatos alrededores, en San Lorenzo de El Escorial encontramos el placer de la naturaleza, ya que el municipio está rodeado de montañas y bosques, como la Dehesa de la Herrería y el Monte Abantos, que podemos conocer a través de diferentes recorridos, aunque en este caso se trata de rutas más exigentes desde el punto de vista físico porque las subidas son duras.
Para llegar hasta allí, podemos ir en coche, aparcarlo y coger nuestra bicicleta; o podemos ir en tren de Cercanías Renfe desde la ciudad de Madrid. Una vez allí, adentrémonos en Alcalá de Henares y descubramos la razón por la que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Lo hacemos con una ruta sencilla, accesible para toda la familia, y gracias a la cual vamos a disfrutar de toda la cultura disponible, como museos, palacios y monumentos.
Merece la pena conocer el Palacio de Laredo, un singular edificio construido a finales del S. XIX por el arquitecto Manuel José de Laredo y Ordoño. Destaca, sobre todo, por la fusión de diferentes estilos: gótico, renacentista, mudéjar y modernista; pero también la riquísima decoración interior con artesonados, vidrieras y mobiliario diseñado expresamente para Laredo. Como curiosidad, este palacio llama la atención también porque recuerda a otro llamado El Capricho, proyectado por Gaudí y localizado en Comillas (Cantabria). Hoy este palacio alberga el Museo Cisneriano, un centro de documentación, dependientes de la Universidad de Alcalá.
Otra visita imprescindible es la Universidad de Alcalá, donde observamos el Paraninfo, una joya del renacimiento español donde cada año se entrega el Premio Cervantes. Debemos admirar, además, su fachada plateresca, que es una de las más bellas del arte universitario en España.
En el mismo pedaleo, no podemos perdernos el Corral de Comedias, uno de los teatros más antiguos de Europa, construido en 1601 y aún en funcionamiento. Destaca por su fisionomía original de los antiguos corrales de comedias del Siglo de Oro. Se pueden hacer visitas guiadas y también asistir a representaciones teatrales.
La Catedral de Alcalá merece también una visita por diversas razones. No sólo es uno de los templos más importantes de la región, sino porque también es una de las dos únicas iglesias del mundo con el título de Magistral (la otra está en Lovaina, Bélgica), lo que significa que todos sus canónigos deben ser doctores en teología.
Más allá de esta curiosidad, comentar que su arquitectura está conformada por estilos del gótico tardío y renacentista, con una imponente torre y un interior donde se suceden las capillas y retablos, así como una cripta, donde descansan los restos de los Santos Justo y Pastor, dos niños martirizados en el S. IV por practicar el cristianismo.
En nuestro recorrido conocemos también los restos del Castillo de Alcalá la Vieja, el más importante enclave islámico que se conserva en la región madrileña, están en un cerro cercano al municipio que se alcanza a través de una ruta senderista por el Valle del río Henares.
De vuelta al casco urbano, no podemos perdernos el parque arqueológico de Complutum. Allí están los restos de la Casa Hyppolytus (S. III d.C.), un espacio que era una escuela y un centro de ocio para jóvenes patricios, con área termal y un jardín. Destaca, entre otros aspectos, un mosaico con una escena de pesca.
Los apasionados de la literatura y de Miguel de Cervantes tienen aquí en Alcalá de Henares su recorrido ideal: la Ruta del Quijote, donde se combinan la literatura con el ciclismo en un recorrido fascinante y cultural.
Como puntos interés, destacan la Casa Natal de Cervantes, hoy convertido en un museo dedicado a su vida y obra. Este es un punto de partida perfecto para comenzar la ruta.
De ahí vamos a la Plaza de Cervantes, en el corazón de Alcalá de Henares, donde observar una estatua del escritor a la vez que disfrutamos del ambiente histórico del municipio. Y terminamos en la Ruta de los Molinos, a través de la que podemos visitar algunos molinos de viento que recuerdan las aventuras del caballero andante.
Esta ruta comprende el Paseo del Prado entre Cibeles y la plaza del Emperador Carlos V, en Atocha, el parque de El Retiro y el barrio de los Jerónimos, dominado por la iglesia del mismo nombre y desde la cual contemplamos la grandeza del Museo del Prado y de la Plaza de Neptuno.
Os proponemos en este itinerario varias paradas. Entre ellas, tras haber recorrido el espléndido parque de El Retiro, bajamos por el Casón del Buen Retiro y los Jerónimos, para aparcar nuestra bicicleta para adentrarnos en el Museo del Prado, el hogar de las pinturas más conocidas del mundo, entre ellas Las Meninas de Velázquez, el Jardín de las Delicias de El Bosco, el Caballero de la mano en el pecho de El Greco, La familia de Carlos V de Goya o al mejor Rubens o Tiziano.
Si esta pinacoteca, además, se nos queda corta y queremos explorar más artistas internacionales de todas las épocas, podemos cruzar el Paseo del Prado y sumergirnos en el Museo Thyssen, donde encontramos obras de Canaletto, Durero, Manet, Degas, Hopper o Picasso, entre otros.
Tras estas paradas, nos podemos quedar pedaleando en ese entorno urbano, por supuesto, pero la ciudad de Madrid ofrece mucho más a los ciclistas. «Sus carriles bici y carriles multimodales permiten la conexión desde el Retiro hasta la Casa de Campo o el río Manzanares, enlazando con otras rutas periféricas como el Anillo Verde Ciclista, que podría llevarnos hasta la Sierra de Madrid. Es una forma muy agradable de redescubrir el corazón verde y cultural de la capital», añade Martín.
Gracias a la red de CiclaMadrid, también nos acercamos a la naturaleza de la región, la cual esconde una gran riqueza que tenemos el privilegio de recorrer con nuestras bicicletas. En el itinerario de exploración podemos conocer Parque Nacional de Guadarrama, un paraíso natural donde combinar la bicicleta con el senderismo. Dos formas diferentes y complementarias de respirar aire puro a sólo una hora de Madrid.
Este espacio de la Sierra de Guadarrama también es el hogar de una gran biodiversidad e ir en bicicleta es la mejor opción para no molestar a la fauna del parque natural, al tratarse de un transporte silencioso.
En la Sierra Norte, por su parte, disfrutaremos de montes y valles, con abundante y variada vegetación y fauna. Destacando, además, que esta zona es el escenario de varias rutas de CiclaMadrid como el Camino Natural del Lozoya y el CiclaMadrid MTB Tour.
Ambos espacios de la región son fabulosos para hacer ciclismo deportivo, por lo que hay que estar en una buena forma física para aguantar.
Dentro del patrimonio natural de la Comunidad de Madrid, destaca el maravilloso Hayedo de Montejo de la Sierra. Un bosque de hayas declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO que es visitable a través de CiclaMadrid y que forma parte de los principales destinos naturales conectados por esta red de rutas ciclables madrileñas.
Los expertos en botánica destacan que lo más interesante de este Hayedo es su singularidad, ya que mezcla tres especies: el haya, el roble albar y el rebollo. Se trata, además, de una ruta que podemos disfrutar durante todos los días del año, ya que la mayor parte del sendero es llano y sencillo.
Por último, en la Sierra Oeste tenemos el Embalse de San Juan, al cual podemos también llegar (y recorrer) en una de las rutas de CiclaMadrid. Es uno de los destinos más interesantes y conocidos de la región, al ser el centro del ocio, el deporte y la cultura de esta zona.
Una vez lleguemos, podemos aparcar nuestra bicicleta y disfrutar de este pantano navegable a motor, podemos alquilar kayaks y barcos, pudiendo hacer esquí acuático, wakeboard, paddle surf, hidropedal o banana boat, entre otras. Nos podemos bañar en la Playa de El Muro y Virgen de la Nueva y, además, comer en los diferentes espacios de restauración y hostelería que tienen. En definitiva, podemos disfrutar de un día completo: ciclismo, deporte acuático y baño, y un piscolabis.
Martín señala que es una «de las rutas más espectaculares» porque «recorre toda la región pasando por enclaves como Chinchón, Manzanares El Real, Rascafría o San Martín de Valdeiglesias».
«Es ideal», prosigue, «para hacer por tramos o completa si disponemos de varios días, y se adapta tanto a ciclistas expertos como a familias o usuarios de e-bikes, depende del tramo que elijas. Es adaptable al 100%, porque puedes decidir qué cantidad de kilómetros quieres hacer y disfrutarlos. Da igual que sean 10 kilómetros o 150 kilómetros».
Y singulares también son las rutas en bicicleta que nos conectan con otros tiempos y con historias desconocidas, como aquellas rutas que nos dejan conocer los castillos y otras fortalezas presentes en la Comunidad de Madrid, y que son de gran interés histórico y cultural.
De hecho, guarda un buen número de fortificaciones visitables y bien conservadas que nos hablan de nuestro pasado medieval y de las familias nobles de aquella época.
En San Martín de Valdeiglesias, encontramos el Castillo de la Coracera, el cual forma parte Red de Castillos de la Comunidad de Madrid. Construido en 1434 y con estilo arquitectónico de residencia señorial fortificada de la época. Fue mandado construir por el valido del rey Juan II de Castilla, Don Álvaro de Luna, y funcionó como residencia temporal de la reina Isabel la Católica. Ideal para una excursión cultural y tranquila, cerca del embalse de San Juan, bodegas y otras rutas naturales.
En Manzanares el Real, podemos encontrar el Castillo del Duque del Infantado. Éste es considerado una joya arquitectónica medieval del Reino de Castilla y data de 1475. Se ubica a los pies de la montaña de La Pedriza y está estrechamente vinculado a la familia de Los Mendoza, en el S. XV.
Por su parte, el conjunto amurallado de Buitrago del Lozoya bien merece nuestra atención. Esta fortaleza es hoy sede de múltiples actividades culturales y, además, fue declarada Monumento Nacional en 1931 y Bien de Interés Cultural (BIC).
Visitables son también el Castillo de Navas del Rey y el Castillo de Gonzalo Chacón – fiel de la Reina Isabel la Católica – en Arroyomolinos, un típico ejemplo singular de fortificación del S. XV. Hoy alberga una exposición permanente con tapices, pinturas, armaduras y muebles de los S. XVI – XIX.
conformada por 49 kilómetros de recorrido, transcurre por el antiguo trazado del ferrocarril remolachero de Arganda, pasando por Carabaña y Estremera. «Esta última es menos conocidas, pero preciosa, ideal para quienes buscan escapadas de día o de fin de semana con bici. Repletas de servicios para el cicloturista», asegura Martín.
Destaca también el recorrido de Aranjuez y la Vega del Tajo, una ruta maravillosa para los que adoran la naturaleza y las zonas rurales con encanto. Este itinerario recorre un paisaje variado, entre los ríos Tajo, el Tajuña, el Jarama y sus afluentes nutren la comarca.
Se pasa por pueblos encantadores como Chinchón, Arganda del Rey y Ciempozuelos para cerrar en la Villa de Aranjuez, no de los Reales Sitios que es, además, desde 2001, Patrimonio Mundial de la UNESCO como Paisaje Cultural.
Aranjuez destaca, sobre todo, por el Palacio Real y los Jardines de la Isla y del Príncipe. Unos espacios que muestran a los visitantes que aparcan su bicicleta el esplendor de la Monarquía, ya que, recordemos, esta villa era una de las zonas de recreo de verano predilectas de la Corona Española.
Una vez hayamos recorrido la zona del Palacio Real, podemos adentrarnos en el centro del municipio y disfrutar de una deliciosa comida, elaborada con productos procedentes de la Huerta de Aranjuez, donde destacan, sobre todo, los tomates y otras hortalizas.
CiclaMadrid enlaza más Villas de Madrid a través de los pedales. Localidades únicas como la ya citada Chinchón, Colmenar de Oreja, Buitrago del Lozoya, San Martín de Valdeiglesias, Manzanares del Real, Torrelaguna y Nuevo Baztán.
De ahí, hay una vía férrea que conecta con Chinchón perfecta para pedalear en familia al ritmo que consideremos. Una vez lleguemos a este municipio, debemos recorrer su Plaza Mayor y sus calles, comer un asado en los hornos tradicionales, comprar unos ajos y un anís seco, así como unos dulces de las monjas clarisas que son la delicia de la vida.
Todas estas rutas cicloturísticas de la Comunidad de Madrid invitan a los visitantes a mucho más que recorrer el territorio, sintiendo el viento en el rostro y conociendo la región más auténtica. Tal como indica Martín, «también permite parar en pequeños pueblos para hablar con la gente, visitar bodegas, castillos o mercados locales. Además, hay cada vez más alojamientos y restaurantes bikefriendly, y la red de transporte público facilita combinar bici y tren para alargar o acortar rutas«.
Por tanto, «en una misma jornada puedes pedalear por un Parque Regional, visitar un monasterio Patrimonio de la Humanidad y comer en una terraza viendo cómo se elaboran quesos o vinos con Denominación de Origen (D.O. Vinos de Madrid) y eso, no lo tienen otros destinos cicloturistas».
Y todo esto lo ofrece la Comunidad de Madrid.
Si eres inexperto en la materia y aún no has hecho ningún recorrido antes, Martín aconseja que se comience con «rutas suaves y bien señalizadas, como las Vías Verdes del Tajuña o del Tren de los 40 días, o alguna etapa corta del Gran Tour (por ejemplo, entre Aranjuez y Chinchón)».
Además, señala «es importante llevar casco, agua, una bici en buen estado (si no tienes o la tienes un poquito olvidada, siempre puedes alquilarla) y revisar bien el recorrido con antelación». De todos modos, termina Martín, para que los planes salgan fenomenales y sin sobresaltos, lo mejor es «entrar en la web www.ciclamadrid.es que es un recurso excelente que ofrece tracks, alojamientos, servicios y mucha información práctica».
La Comunidad de Madrid, en definitiva, ofrece una gran variedad de rutas en bicicleta que encantan y enamoran a los turistas de todos los niveles y gustos, y también procedentes de todo el mundo. Toda la región tiene algo especial que ofrecer, aprovechemos todas sus rutas que propone CiclaMadrid y disfrutemos de lo auténtico.
Más información en Turismo de Madrid.
Texto
María Villardón
Diseño