Gobierno Pedro Sánchez

Sánchez usará el apoyo a la tramitación de los Presupuestos para volver a presionar al PP con el CGPJ

PSOE PP abstención
Pedro Sánchez y Pablo Casado.
Joan Guirado

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, redobla la presión contra el Partido Popular para lograr desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) antes de finales de año. El jefe del Ejecutivo ha dado órdenes a su equipo, encabezado por el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, para convencer a los populares de la necesidad de dar cumplimiento a la renovación del órgano de gobierno de los jueces. El líder socialista presionará al PP con el respaldo a la tramitación de las cuentas públicas antes de dar luz verde a la propuesta de reforma que impulsan el PSOE y Podemos.

Logrados los apoyos para avanzar en la tramitación de los  Presupuestos Generales del Estado, gracias a los votos a favor de sus socios de investidura, y prácticamente asegurada su aprobación, el objetivo de Sánchez ahora es la renovación de las principales instituciones. Sánchez continúa haciendo malabarismo político, como en las últimas prórrogas del estado de alarma, buscando apoyos a izquierda y derecha para ir sorteando la legislatura.

Sí fuentes del PSOE reconocen que «hay contactos» con el Partido Popular, para acordar la renovación del máximo órgano de dirección de los jueces, los de Pablo Casado reducen esos contactos a «un diálogo muy débil y poco concreto». Las tiranteces de las últimas semanas a cuenta de elección de los miembros del CGPJ, cuando parecía todo encarrilado, ha devuelto las negociaciones prácticamente a la línea de salida.

Tanto en Moncloa como en Ferraz ven margen para el acuerdo antes de acabar el año. Es la petición del presidente del Gobierno que, con los presupuestos aprobados si logra acelerar los plazos, lograría cerrar así el primer año de mandato con una dosis de estabilidad que consolidaría la coalición entre el PSOE y Podemos de cara a la gestión de los fondos europeos para paliar la crisis económica provocada por el coronavirus.

Las críticas de la Comisión Europea al amago de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias de reformar la mayoría de tres quintos para elegir a los jueces representados en el Consejo General del Poder Judicial han obligado al jefe del Ejecutivo a mover ficha. El presidente no quiere que Europa le vuelva a llamar la atención y por eso quiere que la renovación sea cuanto antes posible para disipar dudas.

Aunque el secretario general socialista, durante su última intervención en el debate de la moción de censura, se comprometió a retirar la iniciativa legislativa del PSOE y Podemos en el Congreso de los Diputados, a día de hoy sigue su curso en la cámara baja. Su retirada es condición sine qua non para los populares para sentarse a negociar, otra vez, con el Gobierno, la renovación del CGPJ.

Los de Pablo Casado, además, exigen a Sánchez que sus socios morados queden al margen de la negociación por el interés que tienen Iglesias, el propio partido y varios de sus colaboradores para solventar sus problemas judiciales. El PP quiere que los representantes de procedencia judicial sean elegidos por parte de sus compañeros magistrados que estén prestando servicio.

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