Sánchez quiere regar con 1.000 millones más en inversiones a Cataluña para lograr el apoyo separatista

Tren de cercanías de Cataluña. Foto: Europa Press
Tren de Rodalies de Cataluña. Foto: Europa Press
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez prepara un potente paquete de cesiones a Cataluña para terminar de convencer a los partidos separatistas de que él es su mejor opción de cara a una investidura presidencial. Y entre las cesiones, obviamente, habrá dinero, en inversiones y en financiación. Por la parte de las inversiones el plan incluye 1.000 millones destinados a obras en Cataluña, mientras el resto de territorios sigue esperando la negociación de la reforma del modelo de financiación de las Comunidades Autónomas.

El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez quiere aparcar por el momento la reforma de la financiación autonómica para todas las autonomías. Pero eso no significa que no vaya a privilegiar a la comunidad que preside Quim Torra. Y es que ya prepara una oferta de inversiones para esta comunidad elaborada y pactada por Pedro Sánchez y Miquel Iceta. Un paquete de inversiones anuales que asciende a casi 1.000 millones por año y que no se negociará con ninguna otra comunidad.

El PSOE y el PSC tienen preparado todo un paquete de regalos multimillonarios en inversiones para la Generalitat catalana. Un paquete que parte de asumir la reclamación nacionalista de la existencia de un déficit en infraestructuras y que los separatistas estiman entre 800 y 1.000 millones anuales.

Acuerdos cerrados

La oferta socialista es simplemente una adaptación práctica de los acuerdos ya cerrados en el pasado entre Sánchez e Iceta y exhibidos ante los partidos separatistas (JxCAT y ERC), donde se ha señalado en reiteradas ocasiones que “la falta de recursos ha ralentizado o paralizado algunas de las inversiones programadas para Cataluña que se habían impulsado con la intención de dar respuesta a algunas necesidades históricas y paliar el déficit existente en materia de transporte viario y ferroviario”. Y, con ese argumento, ahora se desglosa todo un plan de inversiones, por cierto, sin cuantificación económica oficial.

Entre las propuestas “que los socialistas venimos defendiendo en materia de inversión en infraestructuras”, según figura en los acuerdos PSOE-PSC, se encuentra “recuperar el nivel de inversión del Estado en Cataluña, mediante la prórroga de la Disposición Adicional 3ª del Estatuto con el fin de garantizar que los Presupuestos Generales del Estado destinen el porcentaje de inversión que corresponde a la participación de Cataluña en el PIB”.

Y esos planteamientos se concretan en asumir los siguientes capítulos de inversión: finalizar la construcción del Corredor Mediterráneo, desde Algeciras hasta la frontera francesa conectando los puertos de Tarragona y Barcelona; facilitar las conexiones de los puertos de Cataluña y otros grandes centros productivos con el ferrocarril de ancho UIC, utilizando mecanismos de colaboración público-privada para agilizar el desarrollo de estas infraestructuras estratégicas y fundamentales para la recuperación económica; mejorar la red de cercanías del ferrocarril, mediante un impulso a la modernización de las estaciones, las vías, las catenarias y la señalización; crear un consorcio integrado por el Estado, la Generalitat y los Ayuntamientos implicados con el objetivo de priorizar, ejecutar y hacer el seguimiento de las inversiones previstas en el Plan de Cercanías de Barcelona 2008-2015; y, sólo por poner otro ejemplo más, finalizar los proyectos de soterramiento de las vías convencionales de Ferrocarril en L’Hospitalet de Llobregat, Montcada i Reixac, Sant Feliu de Llobregat y Montmeló.

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