Sánchez quiere el 30% de los votos: la noche del 28A expresó su descontento a los íntimos

El resultado del 28 de abril no agradó al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Así lo compartió con su núcleo más cercano la misma noche electoral, mientras en la calle Ferraz centenares de afiliados y simpatizantes celebraban la victoria socialista y vitoreaban el ‘¡Sánchez Presidente!’ y ‘¡Con Rivera no!’.

El presidente en funciones, que decidió avanzar los comicios en el mes de febrero tras no conseguir aprobar los presupuestos generales, preveía lograr un mínimo del 30% de los votos de los españoles. Así se lo pronosticaban algunos sondeos internos y sus asesores, pero se quedó en el 28,7%.

Sánchez quiere ahora quitarse la espinita de aquel resultado electoral. Por eso, en la repetición de las elecciones del 10 de noviembre, el candidato socialista buscará conseguir el 30% de los sufragios, algo que le vuelven a pronosticar ya algunos sondeos publicados en los últimos días. Algunos estudios incluso pronostican que Sánchez pueda alcanzar el 41,3% de los votos.

Ese es uno de los motivos que ha empujado al presidente en funciones a no aceptar ninguna de las ofertas recibidas tanto por parte de Podemos como por parte de Ciudadanos. En Moncloa y Ferraz auguran que volver a ir a las urnas «es el mal menor» ante la incertidumbre qué provocaría aceptar los votos de Podemos o Ciudadanos sin garantías para sacar adelante la legislatura. Sánchez vuelve a confiar en el tándem Iván Redondo-José Luis Ábalos y inclinándose por volver a dar la voz a los ciudadanos antes de experimentos políticos.

Los números que manejan en el Partido Socialista pronostican un retorno de votantes que se habían fugado a Podemos y a Ciudadanos. Ese trasvase de votos, que beneficiaría también al PP robando a C’s y VOX, auparía de nuevo al bipartidismo. Entre el PSOE y PP, los dos partidos tradicionales podrían repartirse casi el 60% de los votos de los españoles en una nueva contienda electoral.