Decenas de miles de personas se manifiestan en Madrid por la unidad de España

Manifestación referéndum cataluña
Manifestación Cibeles

La Plaza de Cibeles de Madrid ha estado dos horas cortada al tráfico porque decenas de miles de personas se han echado a la calle para manifestarse por la unidad de España y contra el referéndum ilegal de Cataluña.

Lo que en un principio parecía que iba a ser una pequeña manifestación a las faldas del Ayuntamiento de la capital se ha convertido en menos de diez minutos en una concentración multitudinaria que ha plagado pacíficamente el cruce de la Castellana, Gran Vía y Alcalá de banderas de España.

A pesar de que no estaba previsto cortar las tres calles con más tráfico de Madrid, el éxito de la concentración ha llevado a que los pocos policías nacionales que han acudido a Cibeles hayan cortado el paso a los coches para cedérselo a familias enteras, grupos de jóvenes, niños o vecinos que este sábado han paseado a sus perros con banderas en el lomo.

Desde las once y media de la mañana hasta pasadas las dos de la tarde la céntrica plaza se ha llenado de gente defendiendo con ánimo festivo la unidad del país. Los manifestantes han mostrado su apoyo a los catalanes que no quieren un referéndum separatista entre gritos de «No nos engañan, Cataluña es España; España unida jamás será vencida; o España entera y sólo una Bandera».

Además de los cánticos, los corrillos se formaban con facilidad y los desconocidos se reunían para compartir opiniones. Una mujer reconoce que está «muy nerviosa y triste» por la situación que vive España, pero reconoce que está segura de que «no va a pasar nada». «Aun así hay que salir a la calle y demostrar que los catalanes que se sienten españoles no están solos y van a seguir siendo españoles», manifiesta.

La Fundación para la Defensa de la Nación Española, DENAES, ha sido el organismo que ha organizado esta concentración a la que ha acudido la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

Quejas a Carmena y Puigdemont

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha estado muy presente en los cánticos de los madrileños que gritaban: «Puigdemont a prisión».

La localización de la manifestación ha hecho que los asistentes se acuerden de la alcaldesa madrileña constantemente. Manuela Carmena ha protagonizado la gran mayoría de los reproches de los manifestantes que miraban a la fachada del consistorio y criticaban la actitud de la alcaldesa con el desafío independentista.

Señores mayores se agrupaban y comentaban «el odio de Carmena a la bandera». Las tertulias callejeras afeaban que la alcaldesa no haya querido solidarizarse con los alcaldes que sufren presiones por defender las leyes, o que la oposición haya tenido que obligarla a colgar banderas de España en las farolas el día de la Fiesta Nacional.

Las decenas de miles de manifestantes han celebrado con aplausos que dos jóvenes hayan trepado una estructura de la fachada del Ayuntamiento para colgar una gran bandera. Del mismo modo, han abucheado al unísono a un hombre del Ayuntamiento que ha salido para intentar frenar a los jóvenes.

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