El PSOE ofrecerá apoyo a Cs para hacer caer al PP en Madrid a cambio de sus votos en el Congreso

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez e Inés Arrimadas.
Carlos Cuesta

El PSOE aprovechará el acercamiento a Cs para desestabilizar las alianzas que mantienen en gobiernos regionales el PP y la formación naranja. El plan de los socialistas pasa por una doble vía. En primer lugar, por tentar a los de Inés Arrimadas con la posibilidad de darles el apoyo necesario para que rompan los acuerdos que mantienen con los populares en comunidades como las de Madrid, Murcia o Castilla y León. El PSOE está dispuesto, incluso, a darle la gobernabilidad a Ciudadanos en determinas plazas.

El segundo punto de este plan pasa por lograr, a cambio, el apoyo estable de Cs en el Congreso de los Diputados, algo que se está convirtiendo ya en una costumbre. Y es que, de lograr esta alianza firme entre socialistas y naranjas, Pedro Sánchez podría librarse de la necesidad de apoyarse en los proetarras de Bildu, algo que, en vísperas de las elecciones vascas, le genera más tensiones de las deseadas a Moncloa.

El primer contacto firme ya se ha celebrado este pasado viernes. La reunión mantenida en La Moncloa entre la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, con una delegación de Ciudadanos encabezada por su portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, “se ha desarrollado en un clima de cordialidad y ha durado cerca de dos horas”, afirmaban fuentes oficiales al término del encuentro.

Durante la reunión, se revisaron “los acuerdos alcanzados con Cs en las últimas semanas, en el marco del estado de alarma, y se ha constatado por ambas partes su cumplimiento y se han emplazado a seguir manteniendo un diálogo constructivo”, añadía el comunicado de Moncloa. Y, efectivamente, esa es la intención: “Mantener un diálogo constructivo”.

Contactos permanentes

Fuentes socialistas admiten sin problema que en la reunión se “ha acordado analizar las reformas necesarias que mejoren nuestro sistema de salud pública y establecer mecanismos que permitan a España protegerse ante posibles rebrotes de la pandemia, sin necesidad de recurrir a la herramienta constitucional excepcional del artículo 116 de la Constitución, en el marco de una comisión de evaluación con todas las fuerzas políticas que quieran participar en este proceso”. Y eso, evidentemente, implicará contactos permanentes en el futuro.

En la reunión también participaron el secretario de estado de Relaciones con las Cortes, José Antonio Montilla, y el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños. Por parte de Ciudadanos, la secretaria general, Marina Bravo, el vicesecretario general primero, Carlos Cuadrado, y el vicesecretario general adjunto, José María Espejo.

El plan del PSOE va a más. Y pretende aprovechar las tensiones generadas entre Ciudadanos y el PP en la Comunidad de Madrid o en el Ayuntamiento de Murcia.

El último capítulo de esta escalada de enfrentamientos se ha vivido en la Comunidad de Madrid a raíz de las palabras del consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero (Cs), que ha denunciado supuestos protocolos para no hospitalizar a los mayores que estaban en residencias de Madrid. Reyero ha ido a más: ha insinuado la necesidad de una investigación al cuestionar la legalidad de esos protocolos y se ha desmarcado de ellos culpando a la presidenta Isabel Díaz Ayuso, pese a ser su Consejería la responsable de las residencias de mayores.

El plan del PSOE pasa por explotar esta situación y poner a prueba la capacidad de aguante de la tentación de los de Arrimadas. Fuentes socialistas confirman a OKDIARIO que habrá un ofrecimiento de gobernabilidad a Ciudadanos para destronar a Ayuso, uno de los principales feudos del PP de Pablo Casado en estos momentos. La otra cara de este acuerdo, que no cruz para el PSOE, también es beneficiosa para los intereses de Pedro Sánchez.

Las tensiones en el Gobierno por culpa de las negociaciones con Bildu y las consiguientes cesiones a los proetarras empiezan a ser serias. Y uno de los principales socios de Sánchez, el PNV, ha denunciado internamente, además, este acercamiento a la formación de Arnaldo Otegi.

Por eso, para Sánchez, Ciudadanos es todo un salvavidas. Y es que con los 10 diputados naranjas, el PSOE se puede librar de la necesidad de contar con los cinco escaños de Bildu. E incluso con los 13 de ERC. Y eso además le supone al Gobierno la posibilidad de negociar de forma más cómoda en la Mesa de Pedralbes con Quim Torra.

Como dicen los asesores de Sánchez, Cs les puede permitir una geometría variable de apoyos que les haga menos dependientes de Bildu y ERC.

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