El PSOE multiplicará los pagos a los sindicatos ampliando los fondos de formación a toda la vida laboral

Pedro Sánchez y los líderes sindicales.
Pedro Sánchez y los líderes sindicales.
Carlos Cuesta

Los sindicatos se han esmerado este primero de mayo -aunque con poco éxito- en demostrar que están dispuestos a respaldar hasta el final al nuevo Gobierno del PSOE. A cambio, Sánchez pretende que los fondos de formación -que acaban gestionando UGT y CCOO- se conviertan en un derecho que se extienda a lo largo de toda la vida laboral y no sólo cuando los trabajadores se encuentren en el paro.

Este regalo del presidente del Gobierno incurrirá, además, en un aumento del gasto público para dotar estos fondos.  Lejos de pensar en meter en cintura el maná financiero de los sindicatos, Pedro Sánchez pretende disparar el gasto público en esta partida para tener contentos a sus agentes sociales.

La propuesta la conocen ya las fuerzas sindicales, que han acogido con gran agrado el propósito de Pedro Sánchez. El plan consiste en reconocer de formal legal el derecho a la formación continua a lo largo de la vida. La propuesta puede sonar muy social, pero lo cierto es que estos fondos de formación gestionados por los sindicatos no están consiguiendo en absoluto su objetivo oficial, pero sí el de disparar una de sus vías de ingresos. Porque esta ampliación de la supuesta formación llevará aparejado el hacerlo por medio de lo que denominan “una estrategia integral de activación para el empleo, formación y recualificación de las personas trabajadoras que incluya un sistema personal de formación para una transición justa e inclusiva en el ámbito laboral de todos y cada uno de los trabajadores y trabajadoras”. Traducido: mucho más dinero público para la formación que gestionan los grandes sindicatos.

Más de 2.000 millones para las CCAA

Y no se trata de cifras pequeñas. El pasado mes de marzo, en la Conferencia Sectorial de Empleo y Asuntos Laborales, el Gobierno había acordado destinar a las Comunidades Autónomas 2.020 millones de euros exclusivamente en materia de políticas activas de empleo. Esa cifra representa el 95% del importe total del 2018, sólo por poner otro ejemplo. Y en la Conferencia Sectorial de abril esa cifra se completó con otros 297 millones de euros hasta llegar a los 2.317 millones anuales. Todo un importe. Y toda una velocidad en repartirlos antes de llegar a las elecciones del pasado 28-A, algo que a buen seguro han anotado los sindicatos UGT y CCOO.

Pues bien, esos volúmenes se pueden disparar en caso de salir adelante definitivamente la promesa que ya han recibido los sindicatos de manos del PSOE. Porque, además, no es el único punto de mejora para los sindicatos con el que pretende mimar Sánchez a sus agentes sociales.

Sánchez también pretende ampliar su poder en la coordinación entre el sistema de Formación Profesional para el Empleo y la formación reglada, en particular en la Formación Profesional. También, generando partidas de formación adicionales centradas en la adquisición de “habilidades digitales básicas a través del sistema educativo y de las políticas de empleo”.

También en los fondos para la “inserción de personas desempleadas en empleos de calidad con programas de políticas activas para la transición del desempleo a la incorporación en el mercado laboral”. También con nuevas “políticas activas de empleo verde y protección social en el contexto de la Estrategia de Transición Justa”. Y también con más formación -gestionada por UGT y CCOO- pensada para la “transición ecológica en el sector de la economía verde”. Y todo eso se convertirá en más gestión de fondos de formación para los grandes sindicatos.

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