Alianza constitucionalista

El PP se plantea una candidatura única con C’s y el PSOE para el 21-D

Gobierno
Rajoy, Sánchez y Rivera en una imagen de archivo (Foto: Efe).
Carlos Cuesta

Rajoy ha disuelto el Parlamento catalán en aplicación del 155 y ha convocado ya elecciones. El 21 de diciembre se medirán las fuerzas los partidos constitucionalistas y los separatistas. Y el PP se ha planteado la posibilidad de unir fuerzas en una alianza de partidos constitucionalistas -de la mano de Ciudadanos y Partido Socialista- como mecanismo para elevar la asignación de escaños que les corresponderían.

No se trata de una estrategia nueva. Aunque sí entre los constitucionalistas. Porque los separatistas ya la han usado. De hecho, el matrimonio de fuerzas que ha llevado al golpe de estado proviene precisamente de la alianza entre ERC y los antiguos convergentes.

Hay que tener en cuenta que la ley electoral española prima la concentración y entrega más escaños, de forma progresiva, a las listas más votadas que a las que se presentan divididas.

Pero no se trataría únicamente de una cuestión de rédito electoral. Las ventajas de esta alianza se apoyarían también en la imagen de unidad y de defensa de la Constitución. Un mensaje que podría aprovechar la movilización en defensa de la unidad de España para elevar el techo individual de cada partido y permitir un mejor resultado conjunto. Por todo ello el PP se plantea realizar esa invitación a las otras dos formaciones constitucionalistas.

Y es que el reto será complicado. Mariano Rajoy ha querido mantener el pacto con el PSOE y con Ciudadanos que planteaba elecciones antes de terminar el mes de enero. La fecha que se había barajado, de hecho, era el domingo 28 de enero. Pero las tensiones dentro del Partido Socialista -en especial con el PSC- han llevado a acortar definitivamente aún más ese plazo. El resultado ha sido que, con la fecha de elecciones el 21 de diciembre, el tiempo de actuación del artículo 155 se reduce literalmente a la mínima expresión y, por lo tanto, el tiempo del que dispone la Administración para rebajar la carga de inestabilidad jurídica y social es minúsculo. Y eso supone que en esos comicios el riesgo se eleva y que los tres partidos defensores de la Constitución se la juegan a una carta. Motivo que debería acercar sus objetivos y favorecer esta alianza de fuerzas.

Las fuerzas separatistas, de hecho, ya han vuelto a plantear este matrimonio, el de Junts Pel Sí. Es decir, volver a concurrir a las elecciones como unión de partidos separatistas. De hecho, ya han abierto esa posibilidad a una negociación con la facción catalana de Podemos, como recogieron las actas del partido morado y adelantó OKDIARIO. Porque saben que unirse eleva progresivamente el número de escaños y pretenden aprovechar el desafío separatista para movilizar a sus posibles votantes.

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