Moncloa recela de las citas de Yolanda Díaz con Bildu y PDeCAT: «Vamos mal»

Sin Pablo Iglesias en Moncloa pensaban que todo sería distinto. Y lo era hasta ahora. Pero las tensiones entre los dos socios de coalición a cuenta de la derogación de la reforma laboral, la subida del SMI, la ley de vivienda o la reforma fiscal, ha llevado a su sustituta, Yolanda Díaz, a romper la lealtad que tenía con Pedro Sánchez para reunirse con sus socios de espaldas a Moncloa, como con la portavoz de Bildu Mertxe Aizpurua o el del PDeCAT, Ferran Bel. Y la actitud de la vicepresidenta ha irritado en Moncloa: «Vamos mal», reconocen a OKDIARIO. La relación entre el PSOE y Podemos no pasa por su mejor momento. Y todo vuelve a pender de un hilo.

Sin cargos orgánicos en Podemos, Díaz ha recibido a los portavoces de los partidos que dan apoyo al Ejecutivo en el Congreso como vicepresidenta del Gobierno. Algo similar a lo que hizo el ex líder de Podemos el año pasado con tal de espantar un posible apoyo de Ciudadanos a los Presupuestos Generales del Estado. El PSOE se acercaba a los de Inés Arrimadas y los morados lo hacían a Bildu, en nombre de la coalición, para que los naranjas se descolgasen de cualquier acuerdo.

Yolanda Díaz, como Iglesias, ni avisó a Moncloa de estos encuentros ni los publicitó en su agenda oficial, pese a celebrarse en su despacho del ministerio y recibir a los portavoces en calidad de vicepresidenta. En el ala socialista del Gobierno creen que se trata de «un movimiento para forzarnos a un acuerdo en todo lo que reclaman ellos y el resto de socios». Y estos ultimátums, a los que estaban muy acostumbrados con Pablo Iglesias, no gustan en el entorno del presidente.

La deslealtad de Díaz a Sánchez, citándose con sus socios al margen de presidencia, para sondear su apoyo o no al proyecto de Presupuestos y el resto de reformas legislativas que impulsan desde la formación morada, ha sorprendido aún más en Moncloa teniendo en cuenta la buena relación que tienen presidente y vicepresidenta. Sí contemplan salidas de tono de Ione Belarra e Irene Montero, pero no se esperaban esto de Yolanda Díaz.

En Ferraz consideran que la ministra de Trabajo actúa bajo presión. Y es que los principales dirigentes de Podemos le afean a menudo su «todo va bien» con el que despacha las discusiones en el seno de la coalición, cuando desde la cúpula morada le recuerdan los incumplimientos de sus socios. Es por eso que, para marcar perfil propio en un grupo muy complicado, el de Unidas Podemos, en el PSOE opinan que Díaz «se irá radicalizando cada vez más». «A fin de cuentas le va la silla», añaden.