Investidura Pedro Sánchez

Moncloa monta un comité de control de daños para minimizar el impacto de la entrada de Podemos en el Gabinete

Sánchez rebaja las exigencias de Podemos: ofrece una vicepresidencia simbólica y dos ministerios

Pedro Sánchez valora con su equipo el riesgo de la entrada de Podemos en el Gobierno. Los socialistas son conscientes de que el apoyo de Iglesias no saldrá gratis.

Moncloa monta un comité de control de daños para minimizar el impacto de la entrada de Podemos en el Gabinete
Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados. (Foto: Francisco Toledo).

La previsible entrada de Podemos en el Gobierno alerta a Pedro Sánchez, a su equipo de Moncloa y a Ferraz. Los socialistas han tomado la iniciativa para desbloquear la investidura y comprobarán este miércoles sus posibilidades reales, cuando la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, se reúna con el secretario de Acción de Gobierno de Podemos, Pablo Echenique, e intercambien propuestas.

Sánchez, como publicó OKDIARIO, está dispuesto a ofrecer una vicepresidencia de perfil simbólico para Irene Montero y dos ministerios. Una oferta a la baja para Podemos, que aspira a un peso proporcional a sus votos en el Consejo de Ministros, lo que equivale a cinco carteras. La influencia que Podemos pretende en ciertos ámbitos ha activado las alertas de Sánchez. Tanto, que en las últimas horas se ha constituido un «comité de daños» para tratar de reducir el impacto de la entrada de los de Iglesias en el Gobierno.

Cónclave de urgencia

Este martes, tras fracasar en la primera votación de investidura, Sánchez se enclaustró con su ‘cúpula’ en el Congreso. Pese a que su vehículo oficial estaba dispuesto y el operativo policial desplegado, el candidato permaneció reunido durante más de tres horas. En el cónclave participaban Carmen Calvo; el secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero y la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, además del jefe de gabinete del candidato socialista, Iván Redondo.

El propósito de esa cita era valorar los riesgos de que Podemos asuma determinados ministerios u otros departamentos de inferior rango, pero con ciertas competencias. El partido morado ha planteado tener poder en Hacienda, Trabajo, Vivienda, Transición Ecológica o Igualdad, y se ha quejado de que, desde Moncloa, únicamente se le propongan departamentos sin atribuciones reales ni capacidad presupuestaria. 

Las exigencias de Iglesias son analizadas al detalle por el equipo de Sánchez. Las conclusiones son claras, y es que no es posible ceder a las pretensiones podemitas. Las negociaciones, por parte de Moncloa, se dirigen en estos momentos a la entrega a los morados de una cartera de Vivienda, una de Juventud e Infancia, que, en un momento dado, podría ser incluso la de Igualdad y una Vicepresidencia Social pero sin adscripción ministerial, lo que reduce su impacto y capacidad de gasto.

Precio de los alquileres

En Vivienda, Moncloa no oculta su preocupación por algunas de las medidas que han defendido desde Podemos. Por ejemplo, y principalmente, su propósito de intervenir el mercado del alquiler para impedir «subidas abusivas» mediante un «control de precios» que pasaría por fijar precios máximos de la vivienda, especialmente en zonas tensionadas. Un asunto que le enfrenta frontalmente al PSOE. Cabe recordar que Podemos tumbó el primer decreto sobre el alquiler de Sánchez precisamente por esa diferencia. Finalmente, se aceptó que no se pusiese limitación formal a lo que el dueño pida por el alquiler, pero sí se fija un índice de precios de referencia. La intención podemita es que las familias no destinen más del 30% de su renta en este concepto.

Podemos propone otras medidas agresivas, como la «cesión obligatoria» de las viviendas vacías de los «grandes tenedores» -un punto de colisión es definir precisamente ese concepto- y otros procedimientos de sanciones, dice en su programa, «para impedir el acaparamiento y la especulación con viviendas vacías».

Además, insisten en reforzar los mecanismos para frenar los desahucios -algo que sus propios gobiernos municipales han demostrado imposible- o auditar los «activos tóxicos» de las entidades financieras y elaborar un censo público de las viviendas en su poder. Un intento más de apretar al sector bancario, objetivo de sus ataques.

En el equipo de ‘crisis’ del Gobierno se analiza también el impacto en otra de las competencias más ambicionadas por Podemos, como Transición Ecológica. Se trata de un ámbito en el que Iglesias ha hecho bandera, y que recoge medidas tan controvertidas como la limitación de precios en la factura de la luz o incluso la penalización del «derroche», como publicó este periódico.

Empresa pública de energía

Podemos quiere, además, recuperar «automáticamente» la gestión pública de las centrales hidroeléctricas, crear una «empresa pública de energía», o «prohibir la mercantilización del agua», como exponen en sus documentos. «Impediremos por ley el tráfico con este bien común, vinculado a las grandes obras del agua que solo benefician a las grandes constructoras y a los fondos de inversión», detallan.

En el apartado ‘ecológico’, Podemos recoge otras propuestas igualmente polémicas, como eliminar ayudas y subvenciones relacionadas con la tauromaquia.

El Gobierno es consciente de que Podemos tratará de implementar al máximo este programa. Una intención que podría poner al Ejecutivo español en serios aprietos ante las autoridades de Bruselas, además de provocar la reacción de bancos, empresas y otros actores imprescindibles del panorama económico.

En otro de los ámbitos en liza, Igualdad, los de Iglesias quieren implantar una «asignatura de feminismos», en todas las etapas del sistema educativo o blindar la necesidad de consentimiento expreso en las relaciones. Un punto en el que coincide con el PSOE, que ha hecho de la defensa de género una de sus banderas esenciales. Podemos quiere, además, extender el aborto a todas las mujeres, incluidas las más jóvenes.

Las negociaciones se dirigen en estos momentos a la entrega a los morados de una cartera de Vivienda, una de Juventud e Infancia, que, en un momento dado, podría ser incluso la de Igualdad y una Vicepresidencia Social pero sin adscripción ministerial, lo que reduce su impacto y capacidad de gasto.

Esta circunstancia genera un fuerte rechazo en Podemos, que sigue reclamando ministerios con contenido. Desde el PSOE consideran que su propuesta es «racional» pero saben que el apoyo de Iglesias no será un cheque en blanco. En vísperas de un nuevo debate en el Congreso, para el que se precisa de una mayoría simple -más ‘síes’ que ‘noes’- Sánchez sigue sin los apoyos para ser presidente. Las próximas horas son cruciales.

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