Militares indignados con Marlaska: «¿Nos tiene que dimitir un jefe para que nos suban el sueldo?»

El Ministerio del Interior anunció este martes, en pleno cisma interno de la Guardia Civil por la destitución del coronel Diego Pérez de los Cobos y la dimisión del DAO, el teniente general Laurentino Ceña, que el Gobierno iba a proceder a subir el sueldo a guardias civiles y policías. Un anuncio de Marlaska que ha encendido los ánimos en las Fuerzas Armadas: «¿Tiene que dimitir alguno de nuestros jefes para que nos suban el sueldo?».

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, trató de apagar un ‘fuego’ anunciando por sorpresa el tercer tramo de la equiparación salarial, y lo que consiguió fue aumentar el malestar en la Guardia Civil por el momento elegido. Desde varias asociaciones profesionales del Cuerpo pusieron en cuestión los plazos de este anuncio, ya que la equiparación había sido aplazada por Interior. Pero Marlaska no sólo no apagó ese ‘incendio’ en la Guardia Civil, sino que inició otro en las Fuerzas Armadas.

Las reacciones de los militares ante el anuncio del Ministerio de Marlaska no se hicieron esperar. Los profesionales de las Fuerzas Armadas vienen reclamando desde hace años que se les equipare también el sueldo al que perciben los cuerpos policiales.

El asunto ha sido tema recurrente de conversación entre el gremio en las últimas horas. En conversación con OKDIARIO, un oficial con décadas de experiencia se preguntaba: «¿A nosotros también nos tiene que dimitir un jefe para que nos suban el sueldo?».

«Ninguneados»

«El presidente del Gobierno y algunos de sus ministros han afirmado que «nadie va a quedar tirado» o » nadie va a quedar atrás» tras esta crisis. Se acaba de aprobar 247 millones de euros para mejorar las nóminas de las FCSE, se trata del tercer aumento que reciben con el que verán aumentadas sus retribuciones en un 20% cumpliendo el acuerdo de 2018. Mientras tanto los militares siguen mal pagados, olvidados, ninguneados e ignorados», advierten desde la Asociación Profesional de Suboficiales (ASFASPRO).

«Es inadmisible e injustificable que un soldado profesional, que tiene disponibilidad permanente para el servicio, penosidad, peligrosidad y una interminable jornada laboral real, perciba 900 € líquidos al mes, al mismo tiempo que se aprueba un ingreso mínimo vital que puede llegar a ser superior al ridículo sueldo del soldado que ha demostrado sobradamente su entrega, profesionalidad y humildad en innumerables ocasiones, por ejemplo, en la crisis sanitaria que todavía estamos padeciendo y que deja un total de 882 militares contagiados y 9.600 en cuarentena», insisten.

«Estamos hablando de más de cien mil mujeres y hombres que, además de las misiones o cometidos habituales, soportan la práctica totalidad de las guardias y los servicios. Un soldado profesional cobrará 1.000 € menos al mes que un guardia civil o un policía recién egresados, un sargento con varios años de servicio 500 € menos y un teniente 200 € menos», concluyen.

El ministro lo había rechazado

Grande-Marlaska, rechazó el pasado 23 de abril, durante su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso, el pago inmediato del tercer tramo del acuerdo de equiparación salarial a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Marlaska lo supeditó a los acuerdos para la «reconstrucción social y económica» por la pandemia del coronavirus, que actualmente se debaten en la Cámara baja.

El ministro, sin embargo, ha cambiado aceleradamente de criterio en un intento por aplacar las críticas de la Benemérita tras la destitución del coronel Diego Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de Madrid y la dimisión del teniente general Laurentino Ceña como director adjunto operativo del Cuerpo (DAO).

Por sorpresa, Marlaska ha aprovechado la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros de este martes para anunciar la aprobación del tercer pago, con un total de 247 millones de euros destinados al incremento de las nóminas de los agentes. El abono, que se hará efectivo con efecto retroactivo a 1 de enero de 2020, llega con más de cinco meses de retraso.

Desde Interior, y pese a las quejas de los agentes, se había aplazado hasta ahora sin fecha. Tras meses de quejas desoídas, aprovechando las circunstancias, el ministro recurre a la equiparación para suavizar el clima interno, convulsionado por sus últimas decisiones. Marlaska ha desvinculado esa decisión de la crisis y ha explicado que era un compromiso del Gobierno. También ha destacado que en este tiempo los agentes no han pedido el abono «por su coherencia y solidaridad» en meses «difíciles y complejos».

En su comparecencia de abril en el Congreso, sin embargo, el ministro reiteraba también que ese pago era un «compromiso» del Ejecutivo. Pero lo vinculó a los acuerdos de «reconstrucción social y económica» que se fraguan entre las distintas formaciones políticas para hacer frente a las consecuencias del coronavirus. Incluso en anteriores ocasiones, el Ministerio llegó a vincular ese pago de 247 millones a la aprobación de los Presupuestos Generales, ahora en suspenso.