Pirotecnia mortal en una fábrica de Zaragoza

Cinco personas han resultado fallecidas y cinco heridas, tres de ellas en estado muy grave. Este es el primer balance de víctimas que ha dejado una cadena de explosiones registrada hacia las 14.15 de este lunes en la empresa Pirotecnia Zaragozana, ubicada en el barrio rural de Garrapinillos. La gran columna de humo generada se hizo rápidamente visible desde toda la ciudad de Zaragoza.

La explosión se registraba hacia las 14.15 y la impresionante columna de humo que ha generado se ha hecho rápidamente visible desde gran parte de Zaragoza y sus pueblos limítrofes generando una gran alarma.

Una de las víctimas ha fallecido en su traslado a un centro hospitalario de Zaragoza, según señaló el jefe médico de los bomberos de Zaragoza Armando Cester, quien ha precisado que ya no se busca a más personas desaparecidas. Sin embargo, el número de heridos podría aumentar dado que algunos de ellos han sido trasladados a centros sanitarios en vehículos particulares.

Una unidad Tedax está trabajando en la zona junto con los bomberos y responsables de la empresa para localizar los lugares donde se halla el material explosivo, para después acotarlos y poder acceder una vez se enfríe la zona. El delegado del gobierno en Aragón Gustavo Alcalde estimó que pasarán varias horas hasta que se pueda entrar en esa zona acordonada debido al fuego.

Una empresa con un trágico historial

La empresa Pirotecnia Zaragozana ya había sufrido otros accidentes en sus instalaciones, tanto en Utebo como en Garrapinillos, que se saldaron con un total de seis víctimas mortales, cinco en 1973 y una más en 1994.

En 1973 sucedió el accidente más grave: cinco trabajadores fallecieron en Utebo, donde se ubicaba la sede de la empresa hasta su instalación actual, en el barrio de Garrapinillos. En septiembre de 1984 varias explosiones en la factoría de Utebo destruyeron siete casetas donde se almacenaban fuegos de artificio, pero no hubo que lamentar daños personales.

La fábrica se trasladó al barrio de Garrapinillos de Zaragoza en 1990 y cuatro años después sufrió un accidente en el que un varón de 44 años perdió la vida como consecuencia de las quemaduras sufridas mientras manipulaba elementos explosivos. La caseta en la que trabajaba quedó totalmente destrozada.