Batet obligó a modificar el pacto de gobernación con C’s para no exigir el cumplimiento de las sentencias en Educación

Meritxell Batet, ministra de Política Territorial, se negó a firmar un acuerdo con Ciudadanos (C’s) para exigir el cumplimiento de las sentencias en Educación. Su planteamiento fue tan rotundo que obligó a modificar el texto ya redactado del acuerdo entre PSOE y C’s. Lo hizo durante la negociación del acuerdo de legislatura entre Pedro Sánchez y Albert Rivera, en 2016.

OKDIARIO revela hoy el redactado original del acuerdo en esta materia y el cambio que exigió la ahora responsable de las Administraciones Públicas. Las negociaciones fueron suaves en todas las materias. Salvo en una: Educación. Porque la encargada de negociar ese punto por parte de los socialistas era la recién nombrada ministra de Administraciones Públicas Meritxell Batet. Y porque el tema afectaba a un punto clave para el nacionalismo. Batet se negó por completo a firmar un compromiso de exigencia del cumplimiento de las sentencias judiciales en materia educativa. Y llevó su defensa numantina del nacionalismo hasta el punto de exigir la modificación del artículo en cuestión en el pacto.

Su negativa coincidió con el momento de debate en la opinión pública por los incumplimientos reiterados de la Generalitat. Las sentencias exigiendo libertad educativa para los padres en materia educativa no dejaban de llegar y el Govern obviaba por completo su cumplimiento.

Ciudadanos exigió un respaldo expreso de ambas formaciones a la exigencia de cumplimiento de la ley. Y se encontró con la oposición frontal de Batet. Y con el respaldo posterior de Pedro Sánchez a la exigencia de Batet porque, en caso contrario, obviamente, Batet no hubiese podido imponer su criterio al partido de Rivera.

Los dos párrafos en cuestión, según los textos a los que ha tenido acceso OKDIARIO, son los siguientes.

El conocido ya como Pacto del Abrazo fue de una gran amplitud. Incluyó el “modelo de crecimiento”, el “sistema fiscal”, la “innovación, empresas y autónomos”, “los mercados e instituciones”, la “transición energética y lucha contra el cambio climático”, las “finanzas públicas”, un plan “por un empleo estable y de calidad”, “alcanzar un Pacto Social y Político por la Educación, la Ciencia y la Cultura”, etc. Hasta la “reforma de la Constitución”.

Pero ninguno de los puntos supuso un problema negociador como el que tocó a Batet. El que afecta a uno de los principales derechos vulnerados por la Generalitat separatista: el de la libertad educativa para garantizar que los padres de los menores adoctrinados pudieran, al menos, defenderse en los tribunales.