Ayuntamiento de Madrid

Dimite el gerente del Club de Campo de Carmena acorralado judicialmente

Club de campo
Joaquín Ballesteros junto a Luis Cueto. (Foto. Madrid)

El gerente del Club de Campo Villa de Madrid, que depende del Ayuntamiento de Madrid, ha dejado su cargo este jueves acorralado por varios frentes judiciales abiertos.

Joaquín Ballesteros ha comunicado por carta su dimisión al consejo de administración y a los empleados de la institución. Como ha informado OKDIARIO, asociados del club han llevado su gestión ante los tribunales, donde está abierto un juicio por firmar un contrato que no encaja en el objeto social del club.

Asimismo, se ha abierto otro frente: la adjudicación de varios puestos de cafetería en el club a una empresa sin otros locales, circunstancia que ha disgustado a otras empresas que competían en el concurso. Varias empresas han recurrido ante el Ayuntamiento el concurso público. El no cumplimiento de algún punto del pliego de condiciones ha provocado esta reacción.

Se desconoce si ahora se nombrará a un nuevo gerente para los meses que quedan de legislatura. Con este cese Ahora Madrid se asegura poder argumentar que con el adiós de Ballesteros se instala un cordón sanitario sobre su gestión.

Sorpresa

El adiós de Ballesteros ha sorprendido dentro del club. Fuentes consultadas por este diario recuerdan que hace escasas semanas publicó un comunicado en el que decía que comenzaba «el curso con fuerza e ilusión».

Cueto le dijo que dejara el puesto después de «cerrar algunas tareas pendientes»

Ahora, el ya exgerente dice que su marcha se ha pactado con el presidente de la entidad, el coordinador de Alcaldía Luis Cueto. Dice que iba a dejar su cargo en junio pero, asegura «finalmente, al objeto de cerrar algunas tareas pendientes, se ha confirmado esta semana».

En su mensaje de despedida agradece «la confianza y el apoyo constantes recibidos por, entre otros «todos los empleados, delegados deportivos, empresas colaboradoras, patrocinadores y federaciones deportivas». Sin embargo, otras fuentes dicen que «no tenía el apoyo de los trabajadores de club, ha sido el gerente más odiado de la historia por déspota y despreciativo».

Sobre las razones que motivan su decisión expresa que «cree haber cumplido con todos los compromisos de mejora de la entidad». «Creo que, de continuar, mi posibilidad personal de seguir haciendo una contribución significativa a un futuro mejor del Club, ya estaría muy limitada», apunta Ballesteros.

«Para seguir siendo leal, como deseo, creo que debo dejar espacio a personas más jóvenes, con formación y experiencia acreditadas y ambición y futuro profesional por delante. Por mi parte, tras 45 años ininterrumpidos de trabajo, creo llegada la hora de disponer de tiempo para abrir mi vida a nuevas actividades y experiencias», concluye.

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