Iceta y Colau buscan conjuntamente el apoyo de ERC a Sánchez y a los presupuestos de Barcelona
De cara a la investidura, los republicanos, solo aceptan el diálogo con Sánchez aunque no se cierran a apoyar las cuentas municipales de Ada Colau.
El tercer tripartito catalán está en camino. Desde el pasado fin de semana, tras la firma del acuerdo para un Gobierno socialcomunista entre el PSOE y Unidas Podemos, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, mantienen un contacto permanente para seducir a ERC. No comparten su idea rupturista pero les necesitan para investir a Pedro Sánchez, aprobar el presupuesto de la Ciudad Condal y, quién sabe, si formar Gobierno en Cataluña en los próximos meses.
Iceta y Colau se han llegado a reunir, a lo largo del pasado fin de semana, para preparar el terreno de seducción a ERC, con quien todavía no han hecho el ménage a trois. Pero no lo tendrán fácil. Los republicanos, que el lunes consultarán a sus bases si deben rechazar a Sánchez si no se aviene a negociar, no darán su brazo a torcer tan fácilmente. A los de Oriol Junqueras todavía les duele que, pese a haber ganado las elecciones municipales, Colau y el PSC pactasen para dejarles fuera del gobierno barcelonés. Aún así, estudiarán las cuentas del ayuntamiento y no descartan acabar apoyándolas.
Respecto la investidura de Sánchez, la cosa está más complicada. Cómo ya avanzó OKDIARIO hace unos días, a ERC únicamente le sirve Sánchez como interlocutor. Ni Iceta, ni Adriana Lastra, ni José Luis Ábalos, ni Carmen Calvo. O Sánchez con un compromiso real a convocar una mesa de negociación o ERC no le cederá sus 13 votos en forma de abstención para facilitar su investidura.
Lo único que a día de hoy seduce a los de Junqueras es la posibilidad, en caso de elecciones autonómicas, de poder alcanzar a la anhelada presidencia de la Generalitat que buscan desde hace años gracias al apoyo del PSC y los Comuns. Pero con una visión tan alejada de la realidad catalana entre los tres partidos, aquí ni PSC -dolido aún por el veto de los republicanos a la candidatura de Iceta al Senado- ni los Comuns -si ERC no apoya la entrada de Podemos al Gobierno- cederán ni un milímetro.
Un triangulo amoroso entre tres formaciones que durante siete años ya gobernaron conjuntamente Cataluña con los mismos recelos y desconfianzas que, hoy, vuelven a aflorar entre ellos.