Congreso de los Diputados

El Gobierno agitará la campaña sobre el «acoso» a políticos para camuflar la crisis judicial de Podemos

Ley de Secretos Oficiales
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el Congreso. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Gobierno de PSOE y Podemos llevará al Congreso su campaña sobre el «odio» a los políticos. El debate, en el que se pretende buscar un posicionamiento de la Cámara por la «convivencia democrática», persigue en realidad apuntalar sus acusaciones hacia la «extrema derecha».

Los socios aprovecharán una Proposición No de Ley registrada recientemente por el Grupo Socialista «sobre el compromiso con la convivencia democrática y el rechazo del odio y el fanatismo» que utiliza como referencia el vídeo, difundido en junio a través de las redes sociales, en el que se venía a un hombre disparar contra fotografías del presidente Pedro Sánchez y varios miembros del Gobierno.

«Algo está pasando para que estas viles acciones, propias de otros tiempos donde el sistema democrático no ha alcanzado la madurez y estabilidad del nuestro, aparezcan difundidas a través de plataformas de mensajería, redes sociales y otras vías telemáticas», recoge el texto socialista.

Aprovechando este hecho, el PSOE señala su «preocupación» por «los efectos de incitación al odio de imágenes» como la mencionada, que, pese a ser totalmente censurable, resulta residual.

«Nos preocupa la imitación y el contagio. Nos preocupa, sobre todo, que en una democracia sólida como es la española, la disensión o el desacuerdo contra cualquier Gobierno se manifiesten fuera de los límites del Estado de Derecho, de la normalidad y de la convivencia, con una exhibición de violencia rayando en el delito».

La iniciativa defiende que » disponemos de un modelo de organización política basado en el sufragio directo, por el que los hombres y mujeres que conforman el electorado designan a sus representantes y al hacerlo expresan su voluntad de ver ejecutado un programa de Gobierno».

«Un modelo en el que todos los partidos con representación en las administraciones tienen acceso a cauces para manifestar su opinión de manera libre, ya formen parte de los ejecutivos o estén situados en la oposición; ya compartan las decisiones públicas o estén radicalmente en contra. Y de la mano, un sistema de partidos que tutela y promueve el traslado de las distintas sensibilidades de la ciudadanía a las Cámaras a través del debate y la acción pública».

Así, los socialistas consideran que vídeos como el mencionado y «otros similares «no pueden pasar de largo sin respuesta». «Sin la respuesta tajante y conjunta de todas las fuerzas democráticas. Sin un posicionamiento claro del Parlamento, la institución en la que dichas fuerzas políticas representan a la ciudadanía y es la esencia de la democracia».

«Hoy la agresión se dirige al Gobierno del PSOE y de Unidas Podemos; mañana la diana podría estar en personas de cualquier otro partido, porque el fanatismo no entiende de colores ni de siglas. Todos, la ciudadanía y el conjunto de sus representantes, debemos tomar conciencia de que la generalización de actitudes como ésta podrían poner en peligro la democracia y la paz social», señala el Grupo Parlamentario del PSOE.

Campaña ‘fake’ de Podemos

El debate apuntalará así la campaña que, especialmente desde Podemos, se ha puesto en marcha para tratar de silenciar los problemas judiciales que acechan a la formación.

Coincidiendo con las distintas imputaciones en el caso por las irregularidades en la financiación, el partido de Pablo Iglesias ha promovido una campaña para señalar la supuesta persecución y hostigamiento que dicen sufrir sus dirigentes Pablo Iglesias e Irene Montero, y de la que responsabilizan directamente a la «extrema derecha».

Esa campaña tuvo como punto de partida el presunto «acoso» sufrido por los dirigentes de Podemos en Asturias durante sus vacaciones, que Iglesias y Montero dieron por finalizadas tras aparecer una pintada en la carretera, a varios metros del lugar en el que se encontraban, con el mensaje ‘Coletas rata’. 

Desde hace semanas, además, Podemos se alimenta del presunto «acoso» que dicen sufrir sus dirigentes en su vivienda de Galapagar. Acoso con el que califican las protestas de vecinos críticos con la gestión del Gobierno socialcomunista durante la pandemia.

Una situación que el líder de Podemos ha intentado atajar recurriendo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cuyo inédito dispositivo, como reveló OKDIARIO, se reforzará todavía más en las próximas semanas, desplegando agentes las 24 horas del día en distintas calles de la localidad. El propósito es impedir que los vecinos ejerzan su derecho a protestar.

Además, Iglesias y la ministra de Igualdad han interpuesto varias denuncias contra estos vecinos, que han sido archivadas por la Justicia.

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