Estos son los bestias que dieron una paliza a un hombre y a su hija de 14 años en Linares

Policías Linares
Foto de los dos policías de Linares que se ha hecho viral.

Estas son las fotos de los dos agentes de la Policía que han sido encarcelados por propinar una brutal paliza a un hombre y a su hija de 14 años en Linares (Jaén). La imagen de los policías se ha hecho viral en las redes sociales. La indignación ha hecho que la fotografía de los dos agresores haya sido compartida por cientos de cuentas que replicaban las imágenes mostrando la repulsa por los hechos.

OKDIARIO ha accedido a los detalles del atestado policial del incidente que prendió la mecha del fin de semana de graves incidentes vividos en Linares, Jaén, después de que dos policías nacionales hayan sido grabados golpeando a un ciudadano y a una menor.

José Luis y Manuel han sido enviados a la cárcel por orden del juzgado número 3 de Linares. El subinspector y el agente del Cuerpo Nacional de Policía se enfrentan a graves consecuencias por lo que se ve en los vídeos que se han convertido en virales durante el fin de semana, pero por muy graves que sean la decisión de la juez de mandarlos a prisión preventiva parece muy desproporcionada, no por la gravedad de los hechos, sino por las consecuencias del mismo y las condenas que pueden acarrear.

Fuentes consultadas por OKDIARIO coinciden: José Luis y Manuel duermen hoy en la cárcel por su protección y para devolver a la localidad de Linares una calma rota las últimas 48 horas en las que ha habido varias detenciones de ciudadanos de Linares y agentes de Policía heridos durante los altercados. Y todo empezó el viernes pasadas las seis de la tarde. La imagen de los dos agentes, fuera de servicio, se ha hecho viral este domingo en las redes sociales. Numerosas cuentas de Twitter han difundido una foto en la que se puede ver a los dos policías de forma distendida. La imagen ha sido replicada en cientos de tuits.

Los dos policías salían de su turno en la comisaría de Linares, y este dato es crucial, porque más allá de ir o no uniformados los policías habían acabado su jornada laboral y ya no estaban de servicio. Ambos fueron juntos a la cafetería La Galería, y allí se acomodaron. José Luis desde hace poco es subinspector de policía y Manuel es agente, a ambos les une una relación de amistad, según otros compañeros de Linares, y no es raro verles tomando algo en los bares de la localidad.

Mismo sitio y misma hora, Carlos, el hombre que en los vídeos se ve cómo recibe la peor parte de los golpes, tuvo la misma idea que los agentes, salir con un familiar, Francisco, a hacer lo propio, tomarse algo antes de que el toque de queda obligara a todos a volver a sus casas.

«¿Algún problema gilipollas?»

Los policías se acomodaron en la terraza, según los testigos, junto a otras dos personas. Carlos y Francisco apuraron sus consumiciones y salieron del establecimiento ubicado en la calle Espronceda. Fue entonces cuando Carlos chocó sin querer contra uno de los policías. Ahí no pasó absolutamente nada. De hecho, José Luis, el subinspector con el que chocó Carlos, reaccionó de manera amistosa y tuvieron un cruce de palabras bromistas, sin más, pero Manuel, el policía, que vio la escena desde su silla en la terraza, le quitó todo el humor al momento: “¿Tienes algún problema gilipollas?”, le dijo el agente a Carlos, quien tampoco estuvo diplomático del todo y le contestó: “Yo no tengo ningún problema, pero el gilipollas eres tú”. Y a partir de ahí se desató la monumental bronca grabada en varios vídeos.

En el atestado se explica cómo los testigos aseguran que en un momento determinado los policías intercambian golpes con Carlos hasta que éste está en el suelo y es entonces cuando ambos le golpean si parar.

En el acta que levantaron in situ los policías locales de Linares y al que ha accedido OKDIARIO quedan constatados varios episodios aportados por los testigos que empeoran y mucho la situación de los policías. En primer lugar, trataron de evitar ser grabados por ciudadanos testigos de la pelea, a una mujer llegaron a tirarle la compra que había hecho en el supermercado al tratar de arrebatarle el teléfono con el que los grababa. Al familiar de Carlos, que también trataba de grabar lo que sucedía, uno de ellos lo agarró de las manos con la intención de fracturarle los dedos mientras le repetía que si se metía acabaría detenido.

Pero lo peor estaba por llegar. La hija de Carlos, el agredido, pasaba por casualidad por la calle en la que los dos policías ya estaban golpeando de manera gratuita a su padre, que después de oponer resistencia e intentar devolver los golpes, acabó hecho un ovillo en el suelo recibiendo más palos que una estera. Hace falta ser así de gráfico para acercarse un poco a lo que la chiquilla vio para meterse en una pelea entre adultos sin pestañear. Uno de los policías también la golpeó a ella.

Otro de los testigos dio un dato muy llamativo también. A medida que los agentes golpeaban más y más a Carlos y al que se cruzara por medio, fueron bajando el ritmo, parecía incluso que se calmaban, pero alguien, como es lógico, llamó a la Policía para que interviniera. Al parecer los que estaban viendo la pelea aseguran que los dos policías reanudaron el ritmo de golpes y sus gritos al escuchar las sirenas.

El estado de los policías

Los agentes que se personaron en el lugar pudieron mediar en la escena, tomar los primeros datos y comprobar de primera mano el estado en el que estaban los policías y que los mismos testigos calificaron como un estado apreciablemente ebrio.

Francisco, el familiar de Carlos, el agredido, grabó una secuencia de un par de minutos ya con los policías locales en la zona. La frase de uno de los policías agresores es demoledora cuando Carlos dice que le ha pegado a Carlos y a su hija: “Efectivamente, nos habéis buscado la boca y nos habéis encontrado, tú y el otro, los dos, y le he pegado (a la chica) con 14 años por meterse donde no tiene que meterse”.

Carlos acabó en el hospital con una fisura en la córnea, una herida en la ceja, con la nariz rota y varias contusiones. Los agentes acabaron detenidos, pero la juez se los llevó de Linares a la comisaría de Jaén y de allí a la cárcel jiennense. Allí están aislados del resto de presos en el módulo de ingresos, pero en breve irán a la cárcel de Sevilla donde hay un módulo específico para miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Linares vuelve a la calma poco a poco. Todos han visto los vídeos, pero algunas voces hablan de convertir una pelea de bar en sinónimo de violencia policial. Policías de la misma comisaría a la que pertenecen los detenidos lo tienen claro: “No son policías ejerciendo brutalidad policial, son policías fuera de servicio que golpean a un ciudadano con el agravante de decir que son policías”.

En esta historia los matices son cruciales. Lo son tanto que el propio Francisco, el familiar de Carlos el agredido, se lo dijo a un policía local en el lugar de los hechos: “Temo denunciar para que no paguen todos los policías por estos dos”. Lo dijo el viernes y visto el fin de semana de disturbios fue toda una premonición.

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