Dos guardias civiles corroboran la «trampa del Fairy» que denunció Millo en el juicio del 1-O

Dos agentes de la Guardia Civil han corroborado este jueves el episodio que narró el exdelegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo acerca de que los manifestantes que se agolparon en un centro de votación el 1 de octubre de 2017 utilizaron la "trampa del Fairy" para hacer que los agentes resbalaran y cayeran al suelo para poder agredirles.

Guardia Civil
Varios miles de ciudadanos protestan por los registros de la Guardia Civil por el 1-O en la Rambla Catalunya, en Barcelona, donde se encuentra la consellería de Economía, mientras en Via Laietana, ante las sedes de Gobernación y Exteriores (en la imagen), centenares de personas realizan una sentada para impedir que los vehiculos policiales puedan moverse (Foto: Efe)

Según ha explicado uno de los agentes a preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal, frente al colegio electoral de la localidad de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) se resbaló porque «presuntamente habían echado lavavajillas en el suelo» de la calle.

Al caer de espaldas, una persona se acercó por detrás y le propinó una «fuerte» patada en la cabeza, que llevaba protegida por un casco. «Patiné y caí como un saco», ha afirmado cuando le ha repreguntado una de las defensas.

Como consecuencia de esta agresión, el guardia civil se quedó aturdido unos segundos, aunque pudo continuar en el operativo. Después se percató de que tenía dos contusiones en la nuca, por lo que acudió a un hospital en Sant Cugat del Vallés, donde le hicieron una resonancia.

Marina Roig, abogada del presidente de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart, ha preguntado al testigo si estaba el suelo mojado por la lluvia, a lo que él ha respondido que «ese día no llovió».

Un teniente de la Benemérita que también participó en esta intervención pudo presenciar los hechos y se ha mostrado de acuerdo en que «habrían echado jabón o algun líquido» en el suelo. Dos guardias echaron a correr detrás del responsable de la patada a su compañero y cuando forcejeaban con él llegó otra persona que también propinó otra patada a uno de los agentes. Los dos agresores fueron detenidos posteriormente.

En la intervención en ese colegio de Sant Esteve Sesrovires resultaron heridos diez guardias civiles, según ha relatado el teniente, que ha mencionado otro episodio cuando los efectivos salían del colegio con el material electoral requisado: un motorista intentó embestir con su vehículo a varios compañeros y cuatro o cinco trataron de reducirle, aunque les costó porque «era muy agresivo».

En ese enfrentamiento, el motorista, que ya había dado «bastante guerra» durante la primera parte del operativo policial, trató de arrebatar el arma a uno de los agentes. Como los dos anteriores agresores, también resultó detenido.

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