Fabra: «Rus me dijo que lo estaban investigando a fines de 2014, pero que era inocente»

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Rita Barberá, Mariano Rajoy y Alberto Fabra durante un mitin del PP en Valencia. (Foto: Getty)

El ex presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, ha revelado a OKDIARIO que a fines de 2014 supo que Alfonso Rus, entonces presidente de la Diputación de Valencia, «podría estar siendo investigado por corrupción». Fabra pidió explicaciones a su compañero de partido Rus y éste le proclamó su inocencia, por lo que no le destituyó hasta que se hicieron públicas las grabaciones que le implicaban en el cobro de comisiones en mayo de 2015.

A Fabra le llegó el chivatazo de las corruptelas de Rus a través de un medio de comunicación: “Un medio de comunicación me alertó de que Rus estaba siendo investigado policialmente por presunta corrupción. Hablé con él y le pedí explicaciones. Me dijo que todo era mentira. Yo le dije tú sabrás y ahí quedó el asunto hasta que saltaron las grabaciones de Benavent. Entonces sí le destituí”.

La sorpresa de Fabra fue doble. No sólo él supo que la UCO estaba investigando a Rus. “Rus me dijo que ya sabía que lo estaban investigando”. El ex presidente de la Diputación no le mentía. Un topo en la investigación le había alertado de los movimientos de Anticorrupción. De hecho, los investigadores notaron cómo Rus redobló sus medidas de precaución al sentirse vigilado. La operación contra la corrupción en Valencia pudo irse al traste si Rus hubiera decidido destruir pruebas.

Según fuentes judiciales, la investigación del ‘caso Frontino’ arrancó en enero de 2015. Su comienzo coincide con el soplo recibido por Rus, a pesar de que la causa se hallaba bajo secreto y era previa a la difusión de las cintas de Marcos Benavent, un arrepentido de la trama. No obstante, las pruebas de esta denuncia, incluidas las grabaciones, habían sido entregadas a la Fiscalía en julio de 2014.

Poco antes de que se difundieran la cintas, en mayo de 2015, Fabra tuvo conocimiento de su existencia y volvió a pedirle explicaciones a Rus, que volvió a negar toda sospecha. Era el segundo aviso que recibía Fabra sobre la corrupción de Rus en Valencia y la segunda vez que éste le ganaba el pulso. Sólo tras escucharse presuntamente a Rus contar dinero –él alega que no es su voz– fue capaz Fabra de destituirlo de sus cargos y expularlo del partido.

El pasado 26 de enero Rus fue detenido por la UCO en una trama que ha implicado a todo el equipo municipal de Rita Barberá. Fabra ya ha declarado sobre su eterna rival que es difícil de creer que la alcaldesa ignorara que su jefa de grupo blanqueaba dinero de una caja b a cambio de forzosos donativos de sus concejales.

Alberto Fabra, igualmente, ha precisado que estos donativos, de ser ciertos, nunca formaron parte de las finanzas del PP, sino de la campaña privada de la alcaldesa. Los 50.000 euros de donativos nunca fueron trasvasados a la tesorería de los populares. Este hecho, en sí mismo, sería una irregularidad dado que los actos de partido de una campaña sólo pueden ser sufragados con cargo a cuentas electorales del partido, no de un grupo municipal ni parlamentario.

Fabra reitera que «Rita Barberá, sea lo que sea que ha ocurrido, no puede ignorar una práctica en la que están implicadas su hermana, su secretaria y medio centenar de integrantes de su equipo. No pasaba en el edificio de al lado, sino en el propio Ayuntamiento». Fabra explica cómo se ha quedado tras comprobar que sus avisos sobre Rus eran ciertos: «Se me ha quedado cara de vergüenza ajena e incluso personal, máxime cuando estábamos luchando con la imagen de la corrupción de los últimos años en esta comunidad».

 

 

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