Celaá mintió: Sánchez no argumenta motivos de “seguridad” para usar el Falcon en ningún documento oficial

Pedro Sánchez y el PSOE han exigido las dimisiones de altos cargos del PP por mentir. Sin embargo, lo cierto es que la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha vuelto a mentir para cubrir el uso indiscriminado del Falcon y el Super Puma por parte del jefe del Ejecutivo y no pasa nada.

Celaá mintió: Sánchez no argumenta motivos de “seguridad” para usar el Falcon en ningún documento oficial
Isabel Celáa. (Foto. Moncloa)
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez y el PSOE han exigido las dimisiones de altos cargos del PP por mentir. Sin embargo, lo cierto es que la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha vuelto a mentir para cubrir el uso indiscriminado del Falcon y el Super Puma por parte del jefe del Ejecutivo y no pasa nada.

La ministra portavoz defendió públicamente a Sánchez por el uso del Falcon en la rueda de prensa del pasado 12 de abril, posterior al Consejo de Ministros, asegurando que se trataba de una crítica sin fundamento. Además, al término de la rueda de prensa difundió la existencia de un supuesto informe de los servicios de seguridad en el que, teóricamente, se recomienda que el presidente se traslade, siempre que sea posible, por medios aéreos.

Sin embargo, los documentos oficiales remitidos por la propia Moncloa al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno–a los que ha tenido acceso OKDIARIO– no hacen ni la más mínima mención a ese supuesto informe. Es más, la documentación, firmada por la Vicesecretaría General de Presidencia del Gobierno, señala todo lo contrario: “No existen los documentos solicitados”. Éstos, por medio del Consejo de Transparencia, eran todos los “informes justificativos” de “gasto y acreditativos de la necesidad de los desplazamiento efectuados conforme al Artículo 8.2 de la ley 3/2015 de 30 de marzo”, la norma reguladora del Ejercicio del Alto Cargo de la Administración General del Estado.

Celaá apuntó de esta manera a un informe que ha sido descartado expresamente por la propia Moncloa. Y lo hizo para defender a su candidato a la Presidencia del Gobierno pidiendo, además, una reflexión: “¿Por qué en relación con este presidente se habla tanto de este tema y en relación con otros presidentes, no? ¿Por qué, para qué?”.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Celaá añadió también que el presidente del Gobierno siempre ha utilizado el Falcon “de manera correspondiente al ejercicio de su cargo”. Esa fue la frase oficial. Y esa sí encaja con la literalidad de los documentos oficiales remitidos por Moncloa, pero no el resto de su explicación, con la que se quitó de encima a la prensa usando una mentira.

Según Celaá, los servicios de seguridad recomiendan que el presidente se traslade, siempre que sea posible, preferiblemente por medios aéreos. Y el jefe del Ejecutivo, añaden, es presidente las 24 horas al día, se desplace para un acto oficial o de otra índole. La realidad de los documentos de Moncloa no señala en absoluto ese punto y se limita a subrayar que “no existen los documentos” citados porque Pedro Sánchez, y así lo especifica, utiliza el Falcon y el Super Puma por “los intereses generales del país”.

Los documentos remitidos por La Moncloa al Consejo de Transparencia –a los que ha tenido acceso este periódico– han revelado que los obligatorios y preceptivos informes de explicación de estas exigencias de seguridad no existen: nunca jamás han sido entregados, pese a exigirlo la Ley de Altos Cargos. Porque, como se señala expresamente, es “el presidente quien decide, conforme al mandato y competencia constitucionalmente establecidos, la conveniencia de cada viaje […]”. Es decir, que no hay ni la más mínima justificación, pese a exigirla la Ley de Altos Cargos.
Y esa situación supone un serio problema para el presidente desde el punto de vista legal. Y es que, aunque evidentemente se trata de medios de transporte a su servicio, no puede usarlos de forma abusiva ni arbitraria.

La Ley 19/2013, de 9 de diciembre de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno, contiene una detallada regulación de los principios que deben regir las actuaciones de los Altos Cargos del Gobierno, cuya infracción se sanciona con la inhabilitación para el ejercicio de cargo público entre cinco y diez años. Así como la Ley 3/2015, de 30 de marzo, reguladora del ejercicio del Alto Cargo de la Administración General del Estado, cuyo artículo 1.2 incluye al presidente del Gobierno como alto cargo sujeto al cumplimiento de las obligaciones que en ella se detallan pormenorizadamente.

Y entre ellas se encuentra la exigencia de justificar los motivos del modo que sea, pero debe haber una explicación que aclare la conveniencia, motivación y la elección del medio de transporte más eficiente. En esa eficiencia, además, se encuentra también recogido el coste del transporte. Por eso Sánchez tenía que dar una explicación y la ha dado: él es el presidente y sus decisiones, según él, son el “interés general” de España.

El párrafo aparece recogido en el documento, donde señala que “es el presidente del Gobierno quien decide, conforme al mandato y competencia constitucionalmente establecidos, la conveniencia de cada viaje en función de los intereses generales del país conforme a las líneas de la acción política nacional e internacional”.

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