Los no independentistas ganan de calle a los independentistas: 160.000 votos más

Los no independentistas ganan de calle a los independentistas: 160.000 votos más
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Los catalanes han dado la espalda al proyecto secesionista de Artur Mas. Los partidos que defienden la independencia de Cataluña (Junts pel Sí y la CUP) solo han logrado el 48% de los votos en las elecciones autonómicas del 27S, mientras que el resto de fuerzas políticas contrarias a la secesión suman el 52% de los sufragios. Una diferencia de 150.000 votos que acredita el fracaso del desafío de Mas.

La lista de Junts pel Sí (en la que Artur Mas ocupaba el puesto número 4) ha obtenido el 39,6% de los votos, lo que le otorga 62 escaños. De este modo, queda lejos de la mayoría absoluta (que en el Parlament catalán está situada en 68 escaños) y de los 71 diputados que en las pasadas elecciones autonómicas sumaron CiU y ERC, hoy integrados en la candidatura Junts pel Sí.

Pese a ello, pasadas las 10 de la noche, Mas compareció ante los simpatizantes de Junts pel Sí congregados junto al Born Centre Cultural de Barcelona para exigir al Gobierno español que acepte «la victoria de Cataluña y la victoria del Sí». El presidente en funciones de la Generalitat consideró que estas elecciones dan una «enorme fuerza y legitimidad» a su proceso soberanista. «Haremos honor a este mandato democrático», añadió.

Pero lo cierto es que Artur Mas ni siquiera tiene garantizada su continuidad al frente de la Generalitat. Para seguir adelante con sus planes secesionistas, Junts pel Sí solo podría contar con el apoyo de la CUP (tiene diez escaños), que ya ha dejado claro que no respaldará la reelección de Artur Mas como presidente de la Generalitat. Algo que abriría una importante brecha en el seno de Junts pel Sí y obligaría a ceder el protagonismo del «proceso» al líder de ERC, Oriol Junqueras.

La cita electoral ha confirmado el auge de Ciudadanos, que se convierte en la segunda fuerza política del Parlament, con 25 escaños (lo que dobla ampliamente los nueve diputados obtenidos en 2012) y el 17,9% de los votos. La lista encabezada por Inés Arrimadas se convierte de este modo en el principal bastión del bloque constitucional en la Cámara autonómica.

Por su parte, la candidatura del PSC liderada por Miquel Iceta ha perdido cuatro escaños y se queda con 16, pero logra mantenerse en tercera posición, con el 12,7% de los votos.

El «efecto Podemos» se deshincha

Pero uno de los grandes perdedores de las elecciones del 27S es Catalunya Sí que es Pot, la marca blanca de Podemos a la que se han sumado ICV, EUiA y Equo. Obtiene ocho escaño y el 8,9% de los votos, por debajo del 9,8% que ICV obtuvo en solitario en las pasadas elecciones autonómicas.

Tras mantener una posición ambigua sobre la independencia, el «efecto Podemos» se deshincha en Cataluña, lo que abre numerosas incógnitas sobre la evolución del partido de Pablo Iglesias de cara a las elecciones generales del próximo mes de diciembre.

También ha salido malparado el candidato del PP, Xavier García Albiol: se queda con 11 escaños (ocho menos de los que obtuvo hace tres años Alicia Sánchez Camacho) y el 8,49% de los votos. Pese a que la cúpula nacional del partido se ha volcado en la campaña electora, los populares han sufrido la fuga de votos a favor de Ciudadanos.

Por último, la candidatura de la CUP encabezada por Antonio Baños logra diez escaños (triplicando la representación obtenida en los comicios de 2012), con el 8,2% de los votos.

En los comicios del 27S han tomado parte algo más de cuatro millones de catalanes, con una participación que roza el 77,5%, cinco puntos por encima de la convocatoria de 2012. Se trata de la mayor cifra de participación en unas elecciones autonómicas catalanas.

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