Artadi se niega a restituir a los exconsejeros presos y fugados que tendrán que ser nombrados por Rajoy

La portavoz parlamentaria de Junts per Catalunya y futura mujer fuerte del gobierno de Joaquim Torra, Elsa Artadi, se niega a restituir en sus cargos a los exconsejeros presos y a los fugados, tal como defendió en campaña electoral, siendo este uno de los puntos que llevaban en su programa JXCat y ERC.

En Junts per Catalunya, Jordi Turull, Josep Rull y Lluís Puig han mantenido desde el principio su intención de ser restituidos en sus cargos, algo que también defiende el nuevo presidente catalán, que el lunes se reunirá con los dos primeros en la prisión de Estremera. Las dificultades para dirigir las consejerías y la posibilidad que, con su nombramiento, no se levante el 155, es lo que lleva a Artadi y a su equipo a negar la posibilidad de restituir a dichos cargos, aunque ella misma lo anunció en Catalunya Ràdio la semana pasada.

El entorno de los exconsejeros que pretenden ser restituidos lamentan que “Artadi les va dando largas y evasivas, para evitar tener que nombrarlos y que puedan volver a tomar posesión de sus cargos, como estaba previsto, como forma de criticar sus ceses con la aplicación del 155”. La decisión de Artadi no solo molesta a JXCat, sino también al PDeCAT, que ven como de esta forma perderían más poder en el futuro ejecutivo.

Artadi, junto con Pere Aragonès de Esquerra Repúblicana y que también se niega a restituir a Toni Comín, el único republicano que pretende continuar en el cargo, serán los que dirigirán el futuro ejecutivo, dejando en Torra únicamente una representación institucional. Artadi será quién hará de puente con Carles Puigdemont, fuera de España, y quién transmitirá las ordenes a cumplir.

En aplicación del artículo 155, que no se levantará hasta la constitución del nuevo Govern, tiene que ser el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la persona que firme el nombramiento de los nuevos consejeros catalanes. De nombrarse finalmente a personas privadas de libertad o fugadas de la justicia, Rajoy podría negarse a firmar su nombramiento y relantizar aún más la formación del nuevo Govern.