Los Mossos iban a destruir en la incineradora fichas sobre yihadistas de los meses previos al atentado de La Rambla

Mossos
Mas de una veintena de efectivos de la Policía Nacional están tratando de impedir que los Mossos d'Esquadra quemen documentos en una incineradora de Sant Adrià de Besòs (Barcelona). (Foto: Efe)
Carlos Cuesta

Los Mossos pretendían destruir en la incineradora dosieres sobre yihadistas elaborados en los meses previos al atentado de La Rambla. Los atentados de Barcelona y Cambrils se perpetraron por los terroristas yihadistas el 17 de agosto. Y los Mossos querían eliminar, tras el 1-O, numerosos dosieres de investigación a radicales musulmanes recabados en los meses de junio y julio en Cataluña, justo los meses inmediatamente anteriores a los ataques.

Dosieres que la propia Policía ha calificado de “información relevante”, según muestran los documentos interceptados por la Policía Nacional en las furgonetas que pretendían eliminar documentación el 26 de octubre y a los que ha tenido acceso OKDIARIO.

Las anotaciones detallando documentos de investigación de los Mossos a grupos yihadistas son interminables en el informe de la Policía. Documentos, todos ellos, que los Mossos habían distribuido en cajas y destinado a toda prisa a la incineradora con el propósito de evitar que se descubriesen tras la entrada del 155 y de las autoridades nacionales en las instalaciones de la policía autonómica.

Entre la documentación a la que ha tenido acceso este diario se pueden leer inscripciones como las siguientes: “10 dosieres de temas islámicos”; otros “10 dosieres y 3 hojas más relacionadas con el yihadismo”; o “Informe de actividad y labor investigadora relacionadas con el yihadismo”. Anotaciones que aparecen repetidas en diversas cajas y que revelan el volumen de información sobre grupos yihadistas que los Mossos pretendían hacer desaparecer.

Pero lo más relevante son las fechas de esos informes. Porque una buena parte de ellos recoge con claridad las fechas de “junio de 2017” y “julio de 2017” como referencia temporal de los trabajos de seguimiento e investigación de los terroristas. Es decir, que se trataba de los archivos antiyihadistas de los meses previos a los atentados y en los cuales, por las informaciones recabadas posteriormente, se ha confirmado ya que los preparativos de los ataques yihadistas estaban en marcha y los miembros del grupo terrorista se encontraban en plena acumulación de material explosivo y de planificación de los ataques desde la casa de Alcanar.

Desde operaciones de control de centros de adoctrinamiento, pasando por seguimientos a potenciales terroristas, hasta controles de locales de concentración de personas sospechosas de estar en contacto con entornos radicales islamistas. Toda esa materia aparece relacionada en los documentos que los agentes autonómicos decidieron meter a toda prisa en el envío hacia la incineradora tras asumir que otro cuerpo policial podría tener acceso a él en breve. Material, todo él, que se consiguió salvar de la quema y que ahora está ya a disposición de la Policía Nacional.

Dudas sobre los Mossos

La información reabre las dudas sobre la labor de los Mossos con respecto al control de los yihadistas y, en especial, sobre la omisión de las alertas que les llegaban advirtiendo de la fuerte amenaza de un atetado en las fechas en las que realmente acabaron ocurriendo.

Hay que recordar, además, como adelantó OKDIARIO, que también se ha podido comprobar ya que un agente de los Mossos d’Escuadra conversó durante 4 minutos con Younes Abouyaaqoub, el terrorista yihadista que atropelló y asesinó a 14 personas en La Rambla de Barcelona, dos horas antes del atentado. La llamada del funcionario de la policía autonómica al móvil del autor de la matanza fue realizada sobre las tres de la tarde desde una extensión a través de la centralita de una delegación de ese Cuerpo en la Ciudad Condal.

Según los cálculos de los investigadores, en el momento de la llamada, el joven marroquí de 22 años, autor del segundo atentado más sangriento en Cataluña, tras la acción terrorista de ETA en Hipercor en 1987, se encontraba conduciendo la furgoneta FIAT Talento por la circunvalación de Barcelona. El yihadista, como se supo más tarde, había cambiado de vehículo tras sufrir una avería otra de las furgonetas alquiladas.

Los agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado dieron con la llamada realizada desde la Comisaría de los Mossos tras repasar el registro de los movimientos telefónicos del móvil del terrorista. Se trata de una práctica policial rutinaria que sirve para reconstruir los pasos de los autores de los delitos.

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