La CUP molesta con ERC se queda en el grupo mixto pero les pide una silla en la Mesa del Parlament

CUP
El diputado de la CUP Carles Riera. (Foto: EFE)
Joan Guirado

Las tensiones entre los partidos independentistas representados en el Parlament de Cataluña crecen cada día. Con los resultados del 21-D, la CUP se quedó en el grupo mixto con el Partido Popular, pero rápidamente Junts per Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya le ofrecieron un diputado para poder formar grupo parlamentario propio, asegurándose así más voz en las comisiones y más recursos económicos para su grupo parlamentario.

Todo apuntaba a que la cesión seria una realidad porque beneficiaba a todos los independentistas, pero los anticapitalistas han decidido dar un revés a sus compañeros separatistas y rechazar dicha cesión, dejando sus cuatro diputados en el grupo mixto y obligados a entenderse con el partido con el que peor relación tienen de la cámara, el Partido Popular, al qué ni C’s ni el PSC le quieren ceder un escaño.

Según critican fuentes de los republicanos a las que ha tenido acceso OKDIARIO, las condiciones que les imponía ERC son las que han llevado a los antisistema a rechazar la oferta de cesión de un diputado. Entre esas condiciones, según ha podido saber este diario, estaba que ERC les pedía garantizar la gobernabilidad del futuro ejecutivo, sin concretar quiénes formarían parte de ese gobierno ni quién lo presidiría. Los cuperos tampoco querían formar grupo parlamentario con un diputado de Junts per Catalunya, por su relación con el PDeCAT y la corrupción.

Quiere estar en la Mesa del Parlament

De esta forma, los separatistas antisistema descartan cualquier maniobra de los independentistas para arrinconar al Partido Popular en el grupo mixto y fuerzan a los de Xavier García Albiol a llegar a acuerdos con la CUP, como el reparto de los recursos técnicos y económicos que recibirá el grupo, así como con los turnos de intervención en el pleno y la presencia en las comisiones.

Entre otras cosas, Albiol y Carles Riera tendrán qué acordar quién de los dos ejerce como portavoz del grupo. La mesa de la cámara, no obstante, relajará un poco esa situación, facilitando la creación de dos sub grupos, cosa que les permite no estar obligados a mantener un contacto y una relación diaria.

A lo qué sí están dispuestos a aceptar la CUP es a formar parte de la Mesa del Parlament. Es más, los cuperos, con cuatro diputados, tienen la osadía de ofrecerse para ocupar una silla que nunca con anterioridad habían ocupado, ni cuando tenían diez escaños, para garantizar «una mayoría republicana», apuntan fuentes de la formación. De momento, no aclaran a quién de los cuatro diputados ofrecerán para estar en la Mesa, pero necesitaran el beneplácito de JXCat y ERC, que les tendrían que ceder una silla. De acabar formando parte de la Mesa, solo los ‘comunes’ y el PP quedarían fuera de este órgano.

La CUP, por eso, también pone condiciones para formar parte de la mesa y simbolizar que el independentismo continua unido. En el documento que plantearán a las dos formaciones independentistas, al que ha tenido acceso este medio, proponen crear una comisión de investigación del 1 de octubre y otra sobre el estudio de concreción y materialización de la República catalana.

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