El Gobierno asume que C’s le complicará la legislatura si gana en Cataluña

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Albert Rivera y Mariano Rajoy, en el Congreso.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Gobierno cree que el buen resultado electoral de Ciudadanos en Cataluña tendrá un reflejo inevitable en la política nacional, y que el partido de Albert Rivera no le hará las cosas fáciles en lo que queda de legislatura.

En el Ejecutivo se acepta ya que, sobre todo si gana el 21-D, la formación naranja se pondrá exigente y venderá más caro su apoyo. En fuentes gubernamentales no se descarta incluso que los de Rivera acaben reclamando algún tipo de acuerdo de gobierno, o un papel más protagonista para darse más visibilidad en el resto del Estado.

No obstante, al tiempo que se acepta el nuevo escenario, las mismas fuentes lo relativizan: «Con Ciudadanos tampoco sumamos mayoría», dicen tratando de quitar protagonismo a Rivera y poniendo el foco en el PSOE. La intención de Rajoy sigue siendo, pese a las dificultades, agotar la legislatura. Y repetir como candidato, como confió hace unos días en conversación informal con periodistas: «Tampoco he hecho nada tan malo como para no presentarme, ¿no?».

Cambio en la estrategia de campaña

El trasvase de voto al partido de Rivera ha encendido las alarmas. Solo así se explica que Mariano Rajoy haya reforzado su presencia en Cataluña, con apariciones ‘exprés’ y no previstas, como la pasada semana en Badalona. El mismo empeño ha puesto la dirección nacional del partido, con el desembarco de los vicesecretarios, muy activos en la campaña.

En el PP se aferran a la experiencia del voto ‘oculto’ que en anteriores ocasiones les han dado más escaños de los que les pronosticaban los sondeos. Y de la misma manera, en las expectativas «siempre infladas» de Ciudadanos.

En el partido creen, además, que los votantes sabrán valorar que son los únicos que han defendido con firmeza su discurso frente a los «tumbos» de otras formaciones.

En  público, la dirección de Génova se resiste a aceptar públicamente que un mal resultado en Cataluña-las encuestas les dan incluso en el último puesto, y con cuatro escaños menos de los que ahora tienen-tenga repercusiones a nivel nacional y para el mandato de Mariano Rajoy.  El vicesecretario de comunicación, Pablo Casado, consideró este lunes que  «a nivel nacional todo el mundo» ha podido ver que «gracias al Gobierno de Rajoy Cataluña sigue siendo una parte imprescindible de España y de Europa» y si no hubiese aplicado el artículo 155 de la Constitución se habría producido un «problema muy grave».

Capitalizar el 155

Pese a ello, los ‘populares’ son conscientes de que el partido de Rivera ha sabido capitalizar mejor la aplicación del artículo. Una medida, recuerdan también, que al principio rechazaban.

Aunque es difícil que sume una mayoría parlamentaria, que Arrimadas logre gobernar le otorgaría una experiencia de gestión de la que ahora carece, y que podría ser vital para su partido. No en vano, ese es uno de los  argumentos que el PP ha utilizado siempre para atacar a Ciudadanos: que «una cosa es estar en la oposición y otra, tener responsabilidades de gobierno».

En campaña, los ‘populares’ se han guardado de atacar en exceso a Arrimadas e insisten en que «lo importante» es que las fuerzas constitucionalistas sumen tras el 21D. Según los sondeos, no será así, y se hará necesario el concurso-por acción o por abstención-de los ‘comunes’ de Colau. La formación-que lidera Xavier Domènech- ha descartado sin embargo cualquier acuerdo que incluya al PP y a Ciudadanos, al que consideran su versión edulcorada.

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