Artadi, la cerebro de Puigdemont el 1-O, se coge “días propios” para irse a Bruselas a hacer campaña

Elsa Artadi
La directora de campaña de Junts per Catalunya, Elsa Artadi (Foto: Efe)
Carlos Cuesta

Elsa Artadi hizo acto de presencia en Bélgica para preparar la campaña electoral de JxCAT de la mano de su jefe durante el golpe del 1-O y jefe también actual, Carles Puigdemont. Lo hizo los días 17 y 28 de noviembre sin perder sueldo de su cargo público en la Generalitat porque lo justificó con “días propios”.

Un permiso gracias al que se pudo desplazar sin poner en peligro el puesto público que ostenta como directora general de Coordinación Interdepartamental adscrita al Departamento de Presidencia, con un sueldo de 82.209 euros. Cargo y sueldo que mantiene Artadi pese a estar identificada como la mano derecha de Puigdemont en el control del avance del golpe y estar registrada por la Guardia Civil en los pinchazos telefónicos que se encuentran ya a disposición judicial.

Ciudadanos ha sido el encargado de reclamar al Gobierno los datos de este viaje a Bruselas. El diputado Francisco de la Torre, conocedor de los datos que apuntan a la participación decisiva de Elsa Artadi en los preparativos del referéndum ilegal del 1-O y de las “estructuras de país” -como las llamaban los golpistas- trasladó al Ejecutivo la pregunta sobre el viaje.

La respuesta del Gobierno admite la presencia de la “señora Artadi, cuando viajó a Bruselas” y aclara que lo hizo con “días propios y, lógicamente, ella se pagó el viaje”. El Gobierno añade en su explicación que “nosotros no vamos a cesar a una persona porque se vaya un fin de semana a
Bruselas, porque, entonces, sí que daríamos motivos para que dijeran que
actuamos de otra manera”.

Elsa Artadi no es una persona cualquiera dentro del golpe. Se trata de la actual directora de campaña de JxCAT pese a la aplicación del 155. La misma persona que fue la inspectora particular que eligió directamente Carles Puigdemont para controlar que el golpe de Estado separatista avanzaba y que lo hacía a buen ritmo.

Las llamadas interceptadas en poder de la Guardia Civil así lo certifican. Ella era una persona tan metida en la maquinaria del 1-O, que tenía poderes delegados por el propio presidente del Govern para exigir al resto de cargos golpistas que avalasen los resultados de sus gestiones y que asumiesen responsabilidades si el ritmo de construcción de la pretendida ‘república catalana’ no era el deseado por el Comité Estratégico del golpe -la cúpula separatista que encabezaban directamente Carles Puigdemont y Oriol Junqueras-.

Artadi era la mujer de confianza del ex presidente regional, ahora fugado a Bélgica. Tanto, como Marta Rovira era el alfil de confianza del ex vicepresidente autonómico que permanece en Estremera por delitos de rebelión, sedición y malversación. Y ambas, según la investigación llevada a cabo por la Benemérita, estaban totalmente al corriente de todo lo que ocurría. Es más, ambas mandaban sobre la inmensa mayoría de cargos que componían el Comité Ejecutivo encargado por los separatistas de materializar los avances necesarios para romper España y violar la Constitución.

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